El Centauro Del Norte

Relato del Centauro del Norte

Por Justine P. Rojas

Varios hechos han marcado mi pasajera vida, mas sin embargo nunca olvidare a ese gran señor, Don Francisco Villa.

La actitud dominante de Francisco Villa se acentuaba a medida que iba conquistando nuevos triunfos. He visto que Villa en su primer asalto y toma de Torreón- se le subordinaron varios Jefes revolucionarios que operaban en Durango y La Laguna, los cuales no lo reconocían antes como su superior ; pero se recordará también que esos militares, al evacuar Villa la referida plaza, en vez de marcharse con él hacia

el Norte de Chihuahua, permanecieron en la zona en que operaban, pues únicamente para el ataque a Torreón se habían puesto a sus órdenes .

Después de la serie de victorias alcanzadas por Villa, primero en Chihuahua y más tarde en Torreón, nuevamente, su autoridad como Jefe de toda la región fue aceptada con beneplácito por la mayoría de los revolucionarios de La Laguna y de los Estados de

Durango y Zacatecas.

Aun sin embargo, los hermanos Arrieta que, desde los primeros meses de la Revolución dominaban militarmente el Estado de Durango, tenían escrúpulos en someterse a la Jefatura de Villa , no porque consideran sin méritos suficientes para que ejerciera el mando, sino por la desconfianza , a causa de la mala voluntad que sabían les profesaba Villa .

Esta mala voluntad era producto de la malquerencia que contra los Arrieta tenían Calixto Contreras y Tomás Urbina, quienes no ven con buenos ojos que aquellos tuvieran en sus manos el Gobierno militar de su estado natal.

Al preparar Villa el ataque a Torreón, exigió la ayuda de los

hermanos Arrieta, pero éstos, avisados de que Villa tenía ya intención de desarmar sus fuerzas - lo cual era imposible - y de que una vez que hubieran salido de Durango no les permitiría que regresaran yéndolos a substituir el General Contreras, se rehusaron a cooperar con Villa en las operaciones militares de la región lagunera.

Esto , naturalmente , contribuyó a aumentar la mala voluntad

de Villa hacia ellos , dando origen a que el Jefe de Ia División

del Norte enviara al señor Carranza los siguientes mensajes:

Sé perfectamente que tienen una poderosa fuerza bien armada y equipada con excelente caballada y en lo más angustioso del combate que sostuvimos en esta región lagunera les pedí auxilio, sin obtener contestación favorable ; sé que estos señores guardan una actitud sospechosa , según informes del Gobernador de Durango , y como yo en mi carácter de Jefe de esta División no puedo tolerar tales cosas . Lo pongo en su conocimiento para que me diga lo que hay en este asunto: pues estoy dispuesto a irlos a someter al orden, porque de lo contrario no siendo posible que caminemos de acuerdo con ellos; vendrán divisiones fatales para nuestra causa; dichos generales Arrieta son los que han estado aprovechándose de los sufrimientos y penalidades del resto de nuestro ejército, tolerando el robo , manteniendo el desorden.

Avísenme en Juárez que el coronel Nájera, de las fuerzas de Arrieta trae para Durango los siguientes pertrechos de guerra: cuatrocientas carabinas 30-30 , cinco rifles 30 especial y dos pistolas Colt , y dos mil quinientos cartuchos de varios calibres.

Me permito respetuosamente llamarle la atención de usted sobre este asunto del que supongo no tenga conocimiento, a fin de que se sirva autorizarme para detener este material de guerra en esta ciudad, pues cada día son más las quejas que tengo de los referidos hermanos Arrieta y no creo que sea conveniente proporcionarles elementos con los cuales sería más difícil someterlos al orden.

Suplico se sirva considerar serio este asunto, comunicándome su opinión sobre el particular a fin de proceder como mejor convenga a los intereses de nuestra Causa.

Saludándolo

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