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El Largo Siglo XX


Enviado por   •  11 de Marzo de 2015  •  5.104 Palabras (21 Páginas)  •  233 Visitas

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PREFACIO

En el prefacio del libro, podemos observar como el autor, explica porque la motivación de escribir dicho libro, a lo largo de su elaboración como fue cambiando su objeto de análisis y a su vez como fue construyendo su andamiaje teórico, incorporando autores que la aportaran categorías que le permitieran abordar con mayor complejidad pero sin menor exactitud su objeto teórico.

En un principio el autor se lo planteo al libro como un estudio de la crisis mundial de la década del 1970. Donde identifica a la crisis como la parte final de un proceso histórico en su totalidad, que consta de tres partes: la conformación, la total expansión y el declive del sistema, haciendo referencia al sistema estadounidense de acumulación de capital a escala mundial. Mencionando a la Gran Depresión de 1873-1896 y la crisis que se extendió entre 1914-1945, como otros dos grandes momentos que en su conjunto conforman, lo que G.A. llama el largo siglo XX y que va a ser su objeto de estudio.

Pero la complejidad de su estudio lo acerco a muchas lecturas para lograr su abordaje y lo llevo a cambiar su objeto teórico, virando al libro al estudio a dos procesos interrelacionados de la era moderna: la creación de un sistema nacional de Estados y la formación de un sistema capitalista de alcance mundial.

Empezando a analizar el recorrido de su objeto teórico que es muy amplio medido en años, G.A. empieza a rastrear características que se repiten puntualizando en las diferentes crisis a lo largo de las décadas, encontrando que tanto en el 1970 y 1980, el capital se vuelca a convertirse en capital financiero.

En este aspecto, con la lectura de Fernand Braudel en el segundo y tercer volumen de civilización material, economía y capitalismo, el análisis que encuentra en este material, descubre que la financiarización del capital es la última y más elevada etapa del capitalismo, además que la superación de esta etapa representa la transición de un régimen de acumulación capitalista a otro. A partir de este material G.A., reelabora su largo siglo XX, él cual pasa a estar constituido por tres grandes fases: fines del siglo XIX: 1) caída del régimen de acumulación británico y surgimiento de EEUU

2) 1950-1960: expansión mundial del comercio del nuevo régimen de acumulación estadounidense.

3) la expansión financiera que deja a la vista la transición hacia un nuevo modo de acumulación dejando atrás el estadounidense.

Luego G.A. problematiza acerca del recorte de los que van a ser sus unidades de análisis, en la clave de Tilly y Braudel. Donde decide volcarse por Braudel en tomar su noción de expansiones financieras, que le permite identificar las crisis, con ello la transición hacia otro modo de acumulación, permitiéndole desglosar el sistema-mundo capitalista en lo que llamo ciclos sistémicos de acumulación, convirtiendo así esta categoría en las unidades de análisis manejable que planteaba Tilly.

A partir de la categoría de ciclos sistémicos de acumulación, G. A. identifica cuatro: Génova, Holanda, Gran Bretaña y los Estados Unidos, donde los denomina como los puestos de mando de la economía mundo capitalista: el hogar real del capitalismo, y en los cuales va a prestar atención a la estrategia y la conformación de la estructura gubernamental y empresarial de los diferentes ciclos para poder analizar cómo se fue conformando en los ciclo posteriores, características que fueron repitiendo, mejorando o donde se pueden observar aspectos diferentes. Aclara que como todo recorte del objeto teórico es arbitraria, y en el cual aclara que las categorías de centro-periferia y luchas de clases fueron categorías importantes en su idea original, pero con el paso del tiempo y la delimitación de su objeto de estudio y categorías para su abordaje estas categorías han desaparecidos.

INTRODUCCION

En el primer párrafo de la introducción podemos ver como G.A. plantea en muy poca líneas una hipótesis muy fuerte y que a lo largo de los siguientes capítulos va a ir desandando. Dice en la década del 1970 se hablaba mucho de crisis, en la década 1980 de “reestructuración y reorganización”, pero en la del 1990 se empieza a preguntar si la crisis de 1970 se había superado en realidad y a partir de esto pensar si el capitalismo estaba en una en una etapa diferente o pasando una crisis estructural atípica ante la no superación de la crisis.

En 1970 se produjeron grandes cambios en la configuración espacial de los procesos de acumulación de capital reubicación desde los países de rentas elevadas a los países-regiones de rentas bajas, en la década de 1980 se puede observar la recentralización del capital en los países y regiones de renta elevada, pero a partir de 1970 podemos concluir mas allá de cuál era la movilidad del capital, se dio la mayor movilidad geográfica del capital.

También esta reorganización de la espacialidad capitalista a escala mundial, tiene un trasfondo económico que produce cambios en la organización de los modos de producción, cambios en la organización de los procesos e intercambio: crisis de la producción en masa “fordista” basadas en grandes estructura, pasando a una “especialización flexible” producción artesanal, en pequeñas series. Otros autores sostienen que la regulación legal de la vida económica, restricciones legales sobre los procesos de producción e intercambio buscando una mayor formalización, produjo un efecto contrario dando lugar a la informalización y otro modelo empresarial: personal o familiar.

A su vez la relación estrecha entre keynesianismo y fordismo, como el primero de estos le posibilito un potencial de realización al fordismo, y como este modo de regulación se concibe como la causa de la crisis de la década del 1970. Otros autores que hablan del fin del capitalismo organizado y la aparición de un capitalismo desorganizado, planteando que los procesos de acumulación de capital están en un estado de desorganización casi irremediable.

David Harvey sostiene que el capitalismo está en una transición histórica del fordismo keynesiano a un régimen de acumulación flexible de manera transitoria, que la ruptura del primero de ello se dio por una supremacía de poder del capital financiero frente a los Estado-nación, que el florecimiento de los mercados financieros y este nuevo modo de acumulación son expresiones que buscan las soluciones financieras a las crisis del capitalismo.

La investigación de G. A. va a intentar realizar un análisis comparativo de los ciclos sistémicos de acumulación para identificar: *Pautas de recurrencia y evolución en lo actual expansión financiera y reestructuración sistémica

* Anomalías de la actual expansión financiera, si se produce una ruptura con las pautas anteriores, cuales serian y analizar la evolución de la misma.

Empieza identificando cuales serian según su análisis los ciclos sistémicos de acumulación a escala mundial, donde encontramos primero el ciclo genovés (siglo XV hasta principios del siglo XVII), seguido del ciclo holandés (fines del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII), ciclo británico (segundo mitad del siglo XVIII hasta primeros años del siglo XX y por último el ciclo estadounidense (finales del siglo XIX hasta la actualidad).

Luego G.A. plantea una discusión epistemología acerca del criterio para definir los ciclos sistémicos de acumulación, donde pone en tensión dos teorías con respecto a los ciclos que podemos observar en el capitalismo, uno de estos autores es Kondratieff que plantea la teoría de los ciclos seculares y la logística de precios, el otro es Braudel con los ciclos sistema de acumulación, donde hace una comparación del planteo teórico de ambos y pone a consideración aquellas cosas que le resulta más pertinente para su análisis, donde G. A. optando por los ciclos sistémicos que están muy relacionados con la noción de capitalismo acuñada por Braudel considerándolo como el estrato superior en la jerarquía del mundo del comercio, en el cual se obtienen los beneficios a grandes escalas, donde juegan las grandes agencias capitalistas, se obtienen los mayores beneficios y en donde se puede observar la capacidad de flexibilidad y adaptación de los capitales para obtener mayores beneficios. Aclarando que una agencia es capitalista, basándose en Marx, cuando tiene la capacidad y el poder de reproducir el dinero, más allá de la actividad que realice con el mismo siempre persiguiendo ese objetivo.

Posteriormente G. A. encuentra que su secuencia de ciclos sistémico tiene un parecido con el modelo de metamorfosis, elaborado por Mensch. El cual plantea que existen fases de crecimientos estables, que se ven interrumpidas por períodos de crisis, donde se observan reestructuraciones y reorganizaciones, y se establece otras nuevas fases de crecimientos estables. La diferencia con los ciclos sistémicos es que estos están pensado la economía mundo capitalista y en cambio el modelo de metamorfosis hace referencia a una unidad de análisis más pequeña: una empresa o un estado nacional.

Entendiendo la escala global de la economía mundo capitalista, aparece en G. A. el interés por el estudio entre los procesos de formación de los Estados y la formación de mercados por otro. Para analizar este fenómeno, volvemos a recurrir a Braudel, quien contempla al capitalismo como absolutamente dependiente del poder del estado en su emergencia y en su expansión y como ANTITETICO a la economía de mercado. Braudel concibe al capitalismo como el estrato superior de una estructura de tres niveles: que están interrelacionadas y que no pueden entenderse por separadas. Donde encontramos el estrato inferior, en palabras de Braudel “el de la vida material, el estrato de la NO-ECONOMIA, el suelo en el que el CAPITALISMO hunde sus raíces”. Luego está la economía de mercado donde encontramos elementos como la oferta, demanda y precios. Y por última, la zona del ANTIMERCADO “donde merodean los grandes depredadores y rige la ley de la selva, HOGAR REAL DEL CAPITALISMO (²)

Una vez definido estos tres niveles, para G.A. se propone analizar el capitalismo en su conjunto y cuando el mismo a partir de las estructuras de la economía de mercado a escala mundial adquirió determinado poder que le permitieron reconfigurar los mercados. Señalando que la transición del feudalismo al capitalismo no tiene gran relevancia para nuestro estudio, sino que debemos analizar aquella en la que se paso de un poder capitalista disperso a un poder capitalista concentrado. Teniendo en cuenta como factor importante para que esto se concretara era la fusión única del estado y el capital, citándolo a Braudel “El capitalismo tan solo triunfa cuando llega a identificarse con el Estado, cuando es el Estado”. A partir de esto comienza la competencia interestatal por el capital en busca de inversión, en donde juega un papel preponderante en las expansiones financieras, y en la conformación de bloques de organizaciones gubernamentales que después lideran la sucesiva fase de expansión material. Pero la expansión del poder capitalista, además de la competencia interestatal, se perfecciono en la creación de estructuras políticas con recursos organizativos mayores y más complejos que le permitieran un mayor control tanto en el aspecto social, como en el aspecto político a escala mundial.

(²)Citado por Giovanni Arrighi, El largo siglo XX: dinero y poder en los orígenes de nuestra época, España, Ediciones Akal, 1999, página 23

G. A. retoma algo planteado en el prefacio, una de las anomalías de esta actual expansión y es que en las anteriores expansiones financieras se podía ver como los flujos

de capital se mudaban de los centros de acumulación declinante a los centro emergentes, pero en la actual expansión financiera Japón se posicionaba como el nuevo centro de acumulación de capital pero en la década de 1980 no se produjo un transvacemiento importante de flujo de capital del centro declinante al emergente.

Donde según G. A. podemos ver diferentes causas, la primera de ellas es que a diferencia de la ayuda prestada de EEUU a Gran Bretaña y los beneficios económicos que obtuvo, no pasó lo mismo con la asistencia de Japón a EEUU. Además Japón se encontró con barreras culturales donde los medios masivos de comunicación tuvieron un papel muy importante, barreras políticas en las cuales los EEUU dejaron que los asistieran económicamente pero no que ejercieran el control y dominio del capital, a su vez la complejidad de la vida empresarial estadounidense se volvió otra barrera más.

Al final de la Introducción, el autor plantea, como la competencia interestatal en busca de la atracción del capital, fue necesaria para la expansión del poder capitalista en todo el sistema mundo, G.A. basándose en Braudel, plantea que esta relación entre el Estado y el capital da lugar a un estrato capitalista especifico, por encima del estrato de la economía de mercado y opuesto al mismo. Proponiendo como categoría que nos permita a abordar la complejidad de dicho estrato es el de: ciclos sistémicos de acumulación. Pudiendo identificar a los actores poseedores del dinero y entrar en ese estrato a jugar con el poder político para obtener grandes beneficios.

LAS TRES HEGEMONÍAS DEL CAPITALISMO HISTORICO

En este primer capítulo del libro, G.A. aborda los conceptos de hegemonía, capitalismo y territorialismo.

Con respecto a la categoría de hegemonía podemos ver las huellas de Gramsci a la hora de elaborar la misma. Se comienza adoptando la de hegemonía mundial, entendiendo por la misma el poder que posee un Estado para ejercer un liderazgo y capacidad de gobierno frente a un sistema de Estados soberanos. El poder pensado no solo como dominación, sino complejizándolo y llevarlo al liderazgo intelectual y moral.

Así se entenderá que la coerción es la base de la dominación, y la hegemonía el poder adicional del o los Estados para situar los que consideren los temas importantes en un plano universal. Por lo tanto podemos decir que un estado se convierte en potencia hegemónica mundial porque tiene la capacidad de afirmar verosímil que es la fuerza motriz de una expansión del poder colectivo o que la expansión de su poder en relación a todos o algunos estados es interpretado como de interés general para los sujetos sometidos a los demás estados.

Luego establece una diferencia entre anarquía y caos sistémico, por anarquía entiende la ausencia de dominio central, introduciendo el concepto de anarquía ordenada ya que la ausencia de dominio central no ha significado una ausencia de organización. Sin embargo caos o caos sistémico hace referencia a la ausencia total de organización. Cuando el caos sistemático se incrementa, aquel estado o grupo de estado que esté en condiciones de restablecer el orden, tiene la posibilidad de convertirse en potencia hegemónica mundial.

Este “caos sistemático” es lo que ha dado pie a que el sistema mundo moderno se vaya expendiendo, perfeccionando y aumentando su velocidad de obtener mayores tasas de ganancias, las posteriores reestructuraciones sufridas y llevada adelante, tanto por el capital como por los Estados, en disputa de lograr la hegemonía que les permita restablecer nuevamente el orden es lo que ha llevado a que el sistema mundo moderno se convierta en una economía mundo capitalista. Transparentando la relación estrecha entre el sistema moderno de estados y el capitalismo como un modo de producción y acumulación a escala mundial, en palabras de Wallerstein “el capitalismo ha podido florecer precisamente porque la economía-mundo ha tenido dentro de sus fronteras no una, sino multiplicidad de sistemas políticos”.(³)

(³)Citado por Giovanni Arrighi, El largo siglo XX: dinero y poder en los orígenes de nuestra época, España, Ediciones Akal, 1999, página 48

La relación histórica entre el moderno sistema interestatal y el capitalismo, es más compleja, anteriormente se hacía hincapié en la importancia de dicha relación para la expansión del capitalismo a nivel mundial, pero a veces suele ser contradictoria entre estos actores. G. A. analiza las dos caras de esta relación, que en un determinado momento se necesitaron mutuamente para su surgimiento, pero antes el crecimiento del poder de un Estado, los capitalistas se oponen. Y es algo lógica esta oposición, la relación que se dio entre ambos actores fue de dependencia mutua para su crecimiento, pero no deja de ser una relación de poder en la cual ningún actor quiere ceder el mismo, poniendo en tensión dos factores: que capital se disputa el espacio estatal y el poder estatal en sí mismo. La dinámica que se da paralelamente, entre la competencia interestatal y la competencia interempresarial, tiene incidencia en el funcionamiento del moderno sistema mundo, pero la misma es una relación histórica por lo tanto va asumiendo diferentes formas a lo largo del tiempo. G.A. realiza una distinción entre dos tipos de lógicas de poder: una lógica de dominio territorialista y una lógica de dominio capitalista. La primera de ellas, hace hincapié en la obtención y expansión del territorio y la población que contiene el mismo como objetivo, tomando a la riqueza-capital como un subproducto o medio para lograrlo, en cambio la segundo de ellas el poder está basado con el control sobre los recursos escasos como objetivo, en el cual la obtención de territorio es un subproducto o medio. Cabe aclarar que ambos tipos de lógicas de poder, siempre han operado de manera recíproca.

Luego hace un recorrido como ambas lógicas de poder se han desarrollado en algunos ciclos sistémicos de acumulación ( caso Venecia ) como así también se han desarrollado en Europa y en China, poniendo gran énfasis en este último y haciéndose tres preguntas como cierre: ¿por qué este expansionismo sin precedentes comenzó en el momento en que lo hizo?, ¿por qué continuo inalterable tras las sucesivas caída de las distintas potencias occidentales, hasta casi la totalidad de la superficie de la Tierra había sido conquistada por pueblos descendientes de europeos? Y ¿en qué medida y mediante que modalidades este fenómeno se ha hallado vinculado con la formación simultánea y con la expansión explosiva del capitalismo como sistema mundo de acumulación y de dominio? (¹)

(¹)Giovanni Arrighi, El largo siglo XX: dinero y poder en los orígenes de nuestra época, España, Ediciones Akal, 1999, página 52

LOS ORIGENES DEL MODERNO SISTEMA INTERESTATAL

Comenzaremos remontándonos, a lo que G.A. considera como el origen de su formación, al subsistema regional de ciudades- Estados capitalistas en el norte de Italia. Destacando cuatro aspecto del sistema anteriormente mencionado que luego se volverían principales en el moderno sistema interestatal. El primero de ellos, hace referencia a que el mismo fue un sistema capitalista de construcción del Estado y de la organización de la guerra. El segundo punto el equilibrio de poder que se dio en tres ámbitos distintos permitiendo el surgimiento de la filtración de dominio capitalista al interior del sistema medieval, el primer ámbito donde se dio esta relación de equilibrio de poder fue entre las autoridades centrales del sistema medieval (papa y emperador) permitió el surgimiento de un núcleo capitalista en el norte de Italia: convirtiéndolo en la sede geopolítica de ese equilibrio, en segundo ámbito fue el equilibrio de poder entre las ciudades-Estados italianas y el tercer ámbito el equilibrio de poder entre los Estados dinásticos de Europa occidental. El tan mencionado, equilibrio de poder, fue esencial para el desarrollo del capitalismo como modo de dominio. El tercer aspecto la fomentación de la relaciones de trabajo asalariado, así también la organización de la guerra y construcción del Estado. Y por último, el cuarto aspecto, los dirigentes capitalistas de las ciudades-estado italianas desarrollaron redes amplias y densas de diplomacia, y con ellas la obtención y administración de información clave para sus beneficios.

La lucha por el poder europeo, se intensifico y tuvo una expansión global, generando una inversión de recursos cada vez mayor y la utilización de técnicas más avanzadas y costosas para la construcción del aparato estatal, como así también para la organización de la guerra que buscaba arremeter en esa lucha por dicho poder.

Esta disputa por el poder, la tensión entre un sistema de dominio medieval y poder instituir el moderno sistema interestatal, llegando hasta la guerra de los treinta años en Alemania y la guerra de los ochenta años entre España y los países bajos, para finalizar con los mismos y dando paso a la concepción moderna de Estado-nación, en 1648 se firma el tratado de Paz de Westfalia. A partir del cual se da paso al surgimiento de un nuevo sistema de dominio mundial, uno de los aspectos más importantes se dio en el ámbito comercial la restauración de la libertad de comercio.

En el siglo XVII, se pasó de un caos sistemático a un orden anárquico, la libertad otorgada a los capitalistas para que a través de sus empresas privadas organicen el comercio, dejo en evidencia los intereses de la oligarquía capitalista holandesa de acumular a escala planetaria sin ningún tipo de inconveniente. Esta nueva forma de acumulación implica una reorganización del espacio político en beneficio de la misma, indicando el nacimiento del moderno sistema interestatal, como así también del capitalismo como sistema mundo.

Luego G.A. realiza una comparación entre la oligarquía veneciana y la oligarquía capitalista holandesa. En primer lugar la oligarquía capitalista holandesa operaba en escalas mayores, el poder en la política europea y en la política mundial fue mayor que Venecia. La riqueza y el poder de Holanda se basaron en las redes comerciales y financieras, pero se apoyaba más sobre el control de las redes financieras mundiales, que sobre las redes comerciales. En cambio, la riqueza y el poder de Venencia provenían de un circuito comercial, que a su vez, correspondía a un circuito comercial mayor en el que Venecia no tenía incidencia.

En segundo lugar los intereses de la oligarquía capitalista holandesa chocaron más directamente con los intereses de las autoridades centrales.

En tercer lugar, mayores gastos y recursos destinados a la guerra por parte de la oligarquía capitalista holandesa, además de una mayor racionalización de las técnicas militares.

Y por último, la oligarquía capitalista holandesa destino mayores recursos a la construcción del aparato estatal que la oligarquía veneciana.

LA HEGEMONÍA BRITANICA Y EL IMPERIALISMO DEL LIBRE COMERCIO

El mercantilismo francés y británico del siglo XVIII que fueron posible mediante la síntesis de capitalismo y territorialismo, reestructurando la geografía política del comercio mundial para que esto sea posible. G. A. destaca tres componentes fundamentales para la reorganización del espacio político-económica mundial, ellos son: el colonialismo de colonos, la esclavitud capitalista y el nacionalismo económico. Este último componente presenta dos aspectos: uno de ellos es la acumulación interminable procedente del comercio colonial y el otro hace referencia a la construcción de una economía doméstica.

El Reino Unido logro hacerse hegemónico, cuando continuo gobernando el sistema interestatal y lo reorganizo a las nuevas realidades de poder, creando un imperialismo de libre comercio, sistema de dominio que ampliaba e intentaba reemplazar el sistema de Westfalia. Este nuevo grupo de Estados ya no eran regidos por los intereses personales de los monarcas, sino por los intereses de las comunidades nacionales. A su vez se da un nivel de centralización del poder mundial en manos de un único Estado, el Reino Unido, posicionándose como líder en el equilibrio global de poder y aprovechando su ubicación estratégica en el globo, su situación insular y la nueva función de intermediaria entre los dos mundos. Además coincidiendo con la desintegración de los imperios coloniales occidentales y la expansión en el no-occidente.

El imperialismo del libre comercio, a diferencia del sistema de Westfalia que sostenía que no había ninguna autoridad por encima del sistema interestatal, afirma que el mercado mundo se regulara por sus propias leyes y que las mismas operar al interior de cada Estado.

La originalidad del imperialismo del libre comercio británica fue la combinación de dos sendas de desarrollos. La primera de ellas inaugurada por Venecia siglos atrás y que reunía aspectos similares como la posición insular, la supremacía naval, economía doméstica, pero con la diferencia que los recursos de la economía mundo capitalista del siglo XIX era mayores. La segunda senda de desarrollo llevada a cabo por la España Imperial: conglomerado de territorios en su mayoría dispersos, requería muchos recursos materiales y de inteligencia para conservarlos, estructuras de redes de comercio de larga distancia y altas finanzas.

La característica más novedosa del imperio mundo, fue el control sobre los medios de pago universalmente aceptado como dinero mundial, que no lo pudo sostener mucho en el tiempo pero le permitió lograr un control sobre el espacio económico político mucho mayor que los imperios anteriores.

LA HEGEMONIA ESTADOUNIDENSE Y EL AUGE DEL SISTEMA DE LIBRE EMPRESA

EL Reino Unido ejerció funciones de dominio mundial hasta el siglo XIX, pero el poder alemán y estadounidense aspirando a alcanzar el poder mundial, ponían en evaluación la capacidad británica para gobernar el sistema interestatal.

Los Estados Unidos se convirtió en un polo de atracción para el capital y la fuerza de trabajo de la economía-mundo, vinculado a su economía doméstica desarrollada a los largo del siglo XIX y que alcanzo una dimensión continental.

En esta disputa de Alemania y Estados Unidos por posicionarse como el nuevo estado hegemónico del moderno sistema mundo, ninguno de los dos tenían en vista la incorporación bajo su dominio al Estado capitalista líder anterior como se había dado en periodos anteriores, en donde G.A. destaca la importancia en el siglo XIX del mercado doméstico de un Estado, tanto en tamaño como dinamismo, como ventaja para alcanzar la hegemonía mundial, desplazando al Reino Unido.

En esta lucha los EEUU se encuentra en una mejor posición por su dimensión continental, su insularidad, sus recursos humanos y una posición política clara con respecto a su economía, donde los productos extranjeros no tienen posibilidad de entrar a sus economías de mercado pero si hay una apertura al capital, a la fuerza de trabajo y a las empresas extranjeras. Alemania se encontraba en desventaja con respecto a este aspecto, por su historia y situación geográfica era netamente tributaria.

Esta situación de desventaja, sumada a errores políticos, llevo a una escala de conflictos interestatales que socavo el poder de la hegemonía británica pero acelero la lucha por la disputa por el nuevo estado hegemónico mundial, donde el estado beneficiado por esta intensificación por la lucha del poder interestatal fue Estados Unidos. Quien en su función hegemónica, restauro el sistema de Westfalia y luego remodelo el sistema que había restaurado imponiendo el interés nacional del poder hegemónico concretizaban el interés general.

Bajo la hegemonía británica no existieron organizaciones de un poder autónomo independiente del poder de los Estados para gobernar el sistema interestatal. Sin embargo las instituciones estadounidense han restringidos los poderes de los estados. La creación de las Naciones Unidas, basadas en el deseo universal de paz , el progreso y la igualdad entre todos los países del mundo, como la institucionalización de un gobierno mundial. Pero fue desplazada por la institucionalización del control estadounidense sobre el dinero mundial y por otra parte del poder militar global, quedando la misma como un instrumento suplementario para ejercer funciones hegemónicas mundiales o se las inutilizo.

La hegemonía estadounidense aplico un liberalismo económico diferente al del siglo XIX por Gran Bretaña de corte unilateral, sin embargo el llevado adelante por EEUU se basó en una estrategia intergubernamental, bilateral y multilateral de liberalización económica, apuntando a abrir el mercado a mayores estados.

La forma de hegemonía estadounidense se diferenció de la británica en varios aspectos. El primero de ellos fue sobre el dinero mundial regulado por el sistema de la reserva federal estadounidense acompañando por un grupo de bancos centrales de otros estados, en cambio en el Reino Unido funcionada con un sistema de regulación privada, con una red cosmopolita con la casa central ubicada en Londres. En segundo lugar el Acuerdo General sobre Tarifas y Aranceles utilizado como un instrumento de formación del mercado mundial, que le permitió a la hegemonía estadounidense el control de la liberalización comercial. Gran Bretaña durante el siglo XIX liberalizo unilateralmente su comercio exterior. Y el tercer aspecto, la gran expansión transnacional de las grandes empresas estadounidense durante el siglo XX, siendo organizaciones estrictamente especializadas en la producción, la distribución en múltiples territorios, y en competencia con organizaciones similares.

Estas empresas transnacionales y su crecimiento, ponían en jaque una concepción de los Estados como contenedores de poder, ya que las mismas no se encuentran sujetas a ninguna autoridad estatal y con una carga de poder capaz de someter a sus propias leyes a los Estados.

HACIA UNA NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN

Las hegemonías holandesas, británica y estadounidense deben interpretarse como momentos en la formación del sistema mundo capitalista. Donde en la hegemonía holandesa la economía mundo capitalista como sistema social histórico, la hegemonía británica clarifico sus fundamentos e hizo que el mismo se expanda a nivel global y la hegemonía estadounidense intensifico su alcance, marco y penetración, y es responsable delo procesos que se están generando en su ocaso.

La formación de una economía a escala planetaria y todas las instituciones que se fueron conformando para lograr la misma o por parte de los estados hegemónicos, los Estados pensados como territorios e instrumento de dominio entra en crisis. El desafío es elaborar una categoría de Estado que nos permita identificar qué rol cumpliría el mismo en este moderno sistema mundo capitalista, cuál es su capacidad de generar poder y con qué objetivos.

La aparición de un espacio no territorial, lo que Jameson denomina hiperespacio, donde las vinculaciones microeconómicas transnacionales han dado origen a una región no territorial, un espacio de flujos descentrados, sin embargo, integrado que opera un tiempo real y que existe al lado de los espacios constituidos por los lugares dominados economías nacionales. En este punto sería muy interesante tener categorías que nos permitan reconocer este espacio identificando actores-proyectos, ya que nos resulta un obstáculo epistemológico no poder identificarlos, sabiendo que en el mismo se juegan los más grandes volúmenes de capitales y se da la disputa desde un punto de vista económico la hegemonía del moderno sistema mundo.

CONCLUSIÓN

Lo interesante del recorrido que hace G.A. a lo largo de la introducción y el primer capítulo del libro, es que nos ofrece herramientas conceptuales para poder entender el comportamiento del capitalismo a lo largo de su historia, el desafío es poder pensar en esta etapa actual del capitalismo sus diferentes comportamientos y características, su evolución ha llegado a un nivel de complejidad que nos resulta muy difícil identificar los actores, sus lógicas y el movimiento del capital, que están peleando por la hegemonía mundial. Un punto a destacar es que G.A. nombra hacia el final del primer capítulo y que no se desarrolla en profundidad, es la existencia de una espacio no territorial donde las grandes agencias capitalistas mueven un volumen de capital impresionante y se disputan la hegemonía del sistema mundo capitalista, se decide cómo va a funcionar el mundo pero a un grado de invisibilidad elevada.

Otra discusión que G.A. no se pone analizar exhaustivamente, pero resulta pertinente para entender la complejidad de uno de los actores fundamentales, es el rol del Estado o de los diferentes tipos de Estados que viene al caso para poder analizar como en este periodo de crisis del capital a nivel mundial, nos encontramos con lógicas estatales en disputa obviamente con intereses encontrados. La complejizacion de la categoría: Estado, es necesaria para un análi

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