El Nacimiento Del Estado Prusiano

Federico II el Grande, nacido en Berlín el 24 de Enero de 1712, fue el tercer rey de Prusia, conocido como “El Rey Filósofo”, sucesor de su padre Guillermo I. Convirtió al tradicional estado ducal de los Hohenzollern en una de las potencias europeas más poderosas.

Estudió filosofía e historia, y ya desde joven se interesó por la literatura francesa, por lo que animado por su familia entró en contacto por correspondencia con filósofos de la Ilustración, con los que compartía los ideales de rechazo a las tradiciones militares y disciplinarias de la corte prusiana. Por ello intento escapar a Inglaterra, pero fracasó y fue privado de su condición de príncipe heredero y condenado a prisión. Además, se le obligó a presenciar la decapitación de su amante, el teniente Hans Hermann von Katte.

No sería hasta el matrimonio en 1733 con la hija de Fernando Alberto II de Brunswick, Isabel Cristina, cuando recuperaría su derecho al trono. Poco antes de acceder al trono, publicó en 1739 su obra Anti-Maquiavelo, en la que defendía públicamente sus ideas ilustradas y condenaba las teorías políticas de Maquiavelo en nombre de una mayor exigencia moral para los gobernantes.

Durante su reinado se convertiría en el representante por excelencia del Despotismo Ilustrado, introduciendo reformas como la abolición de la tortura, la independencia judicial y la protección de la ley a los más débiles. Impulsó la economía, estableciendo aduanas, aranceles y exenciones de impuestos a la industria prusiana, modernizando las técnicas agrícolas, organizando la producción y fomentando la colonización de las áreas más despobladas y atrasadas del reino. Incluso mantendría discusiones por correspondencia con Voltaire sobre la calidad de los abonos. Como resultado, la industria prusiana se desarrolló ampliamente y la población pasaría de tan solo 2,5 millones de habitantes al comienzo de su gobierno a casi 6 millones al final del mismo. No obstante, su gobierno realmente no realizó reformas estructurales en el ámbito social. No abolió, por ejemplo, la servidumbre, para no debilitar a la nobleza ni enemistarse con ella, ya que ésta constituía la casta dominante que hacía funcionar eficazmente la administración y el ejército. Sus propias teorías en Anti-Maquiavelo prácticamente no se llevaron a cabo durante su gobierno.

En sus campañas militares, destacó por su gran capacidad táctica y estratégica, hasta el punto de que es considerado uno de los mayores genios militares de toda la Historia, comparándose con Alejandro Magno, Julio César o Napoleón (el cual se inspiró, precisamente, en Federico II para sus campañas militares).

Se alió con Francia en contra de la emperatriz María Teresa de los Habsburgo, rompiendo la tradicional política prusiana de alianza con los Habsburgo. Obligó a la emperatriz en 1745 a establecer la Paz de Dresde, en la que

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