El Secreto De La Cuna Indoeuropea

“El secreto de la cuna indoeuropea” es un artículo científico realizado por la comunicadora social Svetlava Orlova, quien se basó en las investigaciones realizadas por los escritores y lingüistas Tamaz Gamkrelidze y Viacheslav Ivanov de origen Ruso, ambos, en su obra “La lengua indoeuropea y los indoeuropeos”.

Tamaz Gamkrelidze nació en la ciudad de Kutaisi, Georgia el 23 de octubre de 1929. Se graduó como lingüista, profesional en estudios orientales e historiador de culturas de la Universidad Estatal de Tbilisi. Ocupo cargos importantes como ser miembro supremo de las Soviéticas Supremas de la URSS de 1985-1990 y también se desempeñó como miembro del parlamento georgiano intermitentemente entre 1992 al 2003.

Viacheslav Ivanov nació el 21 de agosto de 1929 en Moscú. Ivanov se ha destacado durante toda su carrera por la amplia cantidad de estudios que realizo sobre la importancia de todo lo relacionado a los estudios indo-europeos. Se destacó también por su estudio acerca de la teoría del uso de las consonantes en el indo-europeo como la madre de los idiomas y finalmente en 1980 en conjunto con Tamaz Gamkrelidze, trabajo sobre una nueva teoría acerca de los orígenes de las migraciones indoeuropeas. El texto de Orlova pretende a grandes rasgos dar cuenta de las recopilaciones que hicieron Ivanov y Gamkrelidze en la década de los 80 en relación al origen de los idiomas teniendo como base la cuna indoeuropea.

El texto comienza dando cuenta de que una gran mayoría de los seres humanos son hablantes en la actualidad de algún derivado de la lengua indoeuropea e indica que en la antigüedad esta lengua pertenecía únicamente a algunos seres en concreto. A finales del S. XIX y principios del S.XX, había dos teorías entre los filólogos de la época, por un lado estaban aquellos que creían que la cuna de los indoeuropeos se encontraba en la Europa Central y por el otro estaban quienes consideraban que se encontraba por la Costa Septentrional del Mar Negro. Es entonces cuando aparece la obra de Gamkrelidze e Ivanov, que concluye que ninguna de las dos especulaciones formuladas anteriormente es correcta.

Según los filólogos rusos, la cuna de los indoeuropeos se encuentra en el norte de Asia Occidental, al Sur de Transcaucacia y al Norte de la Mesopotamia Central; llegan a esta conclusión no enjuiciando a las teorías anteriores, sino bajo el criterio de juicios nuevos como el origen de las lenguas ya muertas y la cercanía de los pueblos que las hablaban, todos dentro del Asia Menor.

Orlova plantea una pregunta que apela al raciocinio del lector, ¿Porque debemos creer que esto es así? Y a continuación lo responde bajo la lógica de los autores: así se ha hecho evidente a través del tiempo, cada raíz del lenguaje tiene un origen y cuando el pueblo del cual este es originario se expande, lo mismo pasa con el idioma. Para saber cuándo el idioma era uno solo y en qué momento se dividió, se hace evidente la

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