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El origen de la educación


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2014  •  Tesis  •  2.494 Palabras (10 Páginas)  •  236 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El presente ensayo habla sobre el origen de la educación, sus comienzos y cómo poco a poco fue tomando forma mediante cada una de las reformas y los cambios que se propiciaron gracias a la necesidad de apostar por una mejor escuela.

Se marca una clara evolución abarcando desde el punto de vista político hasta la forma en que era percibida la educación por la sociedad y la importancia que le daban a ésta ambas partes. La organización y la estructura en la que se basaban para formar a los estudiantes en esa época. Otro aspecto importante a tratar es el papel que desempeñaban los profesores, de la misma manera, el papel que tenían las mujeres de esa época y cómo es que se logró la igualdad, al menos en el aspecto educativo, entre hombres y mujeres.

CAPÍTULO I

Conforme el tiempo va avanzando, es un hecho que todo continúa evolucionando, y así pasa con todo. En este caso nos enfocaremos a la educación, es importante conocer cuáles han sido sus orígenes y cuál era el concepto de educación, el sistema, y sobre todo saber si dicho sistema realmente funcionaba y si se llegaba a los objetivos planteados. Para llegar al concepto que tenemos de la educación actualmente ha costado bastante esfuerzo, sin embargo, poco a poco se lograron cambiar bastantes aspectos importantes, como lograr una educación para todos, sin importar nivel social o género.

Como sabemos la educación viene desde tiempos muy remotos. En la lectura de la educación de los jóvenes en la época previa a la industrialización nos abre un amplio panorama sobre el sistema de educación que había, o lo que se creía educación en esa época.

Cabe destacar que, para empezar en esa época, el niño no era un estudiante o alumno como se les dice ahora, se les veía como “aprendices”. A la edad de siete años, se les consideraba aptos para dejar a sus madres para irse a la escuela, sin embargo no había una escuela como tal. Cuando cumplían con dicha edad se les colocaba en la casa de otras personas, vivirían con ellos hasta que cumplieran aproximadamente los 14 o 18 años. Esto lo hacían con el objetivo de que sus hijos aprendieran “buenos modales”. Éstos, se dedicaban a todos los trabajos domésticos, era responsabilidad y obligación del niño servir en la casa a la que eran acomodados por sus familias. El dueño de la casa o “amo”, como se le llamaba, se encargaba de lo que, en esos tiempos se consideraba como educación. Transmitía a los niños todos los conocimientos con los que contaba, la experiencia y el valor humano que se suponía debía tener.

Es evidente que lo que se entendía por educación, en cierto modo se confundía con un servicio doméstico. No debemos olvidar, sí, que el amo debía enseñarle también algún oficio que él practicara, pero no había un sistema específico que se encargara de que todos los niños aprendieran lo mismo, puesto que estaban en casas distintas, con amos distintos a los que se les consideraba como los maestros en ese entonces. Sin embargo lo que se pretendía era eso, educar a los niños y en cierta forma se lograba. Los padres se aseguraban de acomodar en buenas casas a sus hijos para que aprendieran lo mejor posible, pues ese era el objetivo, prepararlos como personas y en algún oficio también. Esto se hacía por medio de contratos, como lo mencioné anteriormente al cumplir los siete años ya contaban con la edad necesaria para poder ir a aprender y a servir a su amo en una casa ajena a la suya. A pesar de que, obviamente todos los padres querían la mejor familia para acomodar a su hijo, era notoria la desigualdad social pues quienes tenían un nivel más alto contaban con más posibilidades de acomodar a sus hijos en las mejores familias, por lo tanto eso creaba una desigualdad en la educación, es claro que un niño que vivía en una casa de menos recursos aprendería menos o cosas distintas que un niño que vivía en una casa con un nivel social más alto. Aunque claro, todo con el mismo propósito, que sus hijos regresaran a sus casas siendo unos adultos preparados. Todo esto pese a la separación de la familia.

En esa época también formaban parte de la educación las corporaciones y la comunidad moral. Cada comunidad se encargaba de garantizar la honestidad de sus miembros y la calidad de sus mercancías que producían de acuerdo al oficio que seguían. El métier juré estimulaba a que se perfeccionaran en su oficio y a servir fielmente al público. También tenían ciertas regulaciones en las que se basaba la educación. Primero que nada, cada maestro de la comunidad se limitaba a tener a un solo aprendiz por un tiempo de tres a seis años aproximadamente. El aprendiz que generalmente estaba entre la edad de trece y veinte años vivía en la casa del maestro y había de obedecerle como si fuera el padre de familia por todo el tiempo que duraba el contrato. Durante dicho tiempo el aprendiz debía de aprender todo en cuanto al oficio en el que el maestro lo estaba instruyendo, para llegar a estar en el grado intermedio de oficial debía servir aproximadamente dos o tres años antes de ser maestro., sin embargo debido a que muchos oficiales carecían de capital para continuar algunos, o su gran mayoría estaban destinados a seguir como oficiales de por vida. Este tipo de sistema era regulado o supervisado por un oficio jurado que se encargaba de que todo se llevara a cabo de la mejor manera posible. Ellos realizaban visitas inesperadas al taller de cada maestro del oficio, inspeccionaban el trabajo y los objeto que se ofrecían a la venta. Todo lo anterior repercutía en la educación de los jóvenes de manera positiva, ya que debían acatar ciertas reglas que los formarían profesionalmente en cuanto a la disciplina y al esfuerzo que ellos hacían para aprender lo más que se pudiera de su maestro de oficio. Lo que les dejaría beneficios más tarde cuando se convirtieran en maestros.

Sin embargo, a pesar de que dentro de lo que cabe, dicha educación se podría calificar como buena, en un aspecto no lo era, puesto que la educación era exclusiva de los hombres y las mujeres no tenían ese derecho. Debido a que el estilo paternalista no lo permitía. Las mujeres eran totalmente excluidas de la participación activa en las corporaciones, excepto en unas pocas en las que los oficios textiles eran exclusivamente femeninos. Si bien, cumplían una función al ayudar a sus maridos o padres pero el simple hecho de ser mujeres las hacía incapaces de ejercer la maestría.

CAPÍTULO II

En este capítulo nos enfocaremos en la lectura: “La educación

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