El proyecto hacendario de Matías Romero.

El proyecto hacendario de Matías Romero.

Graciela Márquez

Comienza diciendo que en casi todos los periodos de la historia de la Hacienda pública en México, los proyectos hacendarios han sido dirigidos hacia el largo plazo -aunque se actúe en el corto plazo- y siempre se interesa en acomodar las finanzas públicas a los cambios políticos y económicos del país.

Se analizará de qué modo Matías Romero, cuando estaba al mando de la Secretaría de Hacienda, enfrentó los problemas de corto plazo en situaciones muy críticas así como las características del proyecto y sus efectos en las finanzas públicas.

En su primer mandato a la Secretaría de Hacienda, en 1868, y su objetivo era cuidar las rentas sobre la Federación y su distribución equitativa. Matías Romero, siempre dedicado, logró además de atender los asuntos a corto plazo, elaborar un plan de reforma hacendaria, así, en 1869 presentó un conjunto de reformas cuyo objetivo era el de mejorar la forma en que se captaban los recursos e impulsar el desarrollo económico a largo plazo. No aplicó totalmente su plan, más sí algunas reformas de esas reformas se implementaron en las tres décadas siguientes.

Cuando regresó al frente de la Secretaría de Hacienda (1877-1879) de nuevo señaló la necesidad de reformas la Hacienda Pública, de manera que la estructura fiscal, de alguna manera, se adaptara con los cambios económicos y políticas en las últimas décadas del S.XIX.

Como biografía de Matías Romero, fue un joven oaxaqueño que anhelaba incorporarse a la burocracia federal e ingresar al servicio exterior y viajar a Europa, alentado por Benito Juárez, entonces ministro de Justicia. Con la crisis política de 1857, dándose cuenta de que ya no viajaría a Europa, se mantuvo en la Secretaría trabajando para Melchor Ocampo y siguiéndole como su maestro, más tarde  uniéndose al gobierno de Juárez y a la causa liberal. Matías Romero viajó a Estados Unidos como secretario de la Legación Mexicana en Washington, hacía su trabajo a la par de un mal contexto tanto en México como en Estados Unidos. En su estancia en el país vecino aprendió las bases del crecimiento a largo plazo de la economía.

Romero regresó a México y fungió como secretario de Hacienda estando seguro del plan que tenía que aplicar para mejorar la situación fiscal y poder llegar a consolidar un proyecto político liberal; siendo su principal objetivo mejorar la base fiscal del gobierno no logró alcanzar su fin pues sus propuestas no fueron tomadas en cuenta por el Congreso, esto aunado al desprestigio de Juárez llevó a su renuncia en 1972. Seguro del potencial del país, convencido sobre todo del sector agrícola y el sector exportador, viajó por varias regiones del país con un fin exploratorio. Llegó a ser diputado federal en 1876.

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