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En este informe voy a hablar del tratado de Paucarpata


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  2.031 Palabras (9 Páginas)  •  171 Visitas

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                          Introducción

En este informe voy a hablar del tratado de Paucarpata. Cómo inicio, cómo se fue desarrollando y cómo se llegó a hacer el tratado. El tratado quiere llegar a que haya paz entre la confederación Perú – Bolivia y Chile. En el transcurso hubo muchas muerte por ejemplo el del ministro Diego Portales que fue fusilado en el campo de batalla de Valparaíso (Chile). También se explicará como el Protector del gobierno invita al general Blanco a una conferencia en Paucarpata para pedir la paz. En el tratado se manifestará los diversos artículos que se pedieron para que hubiera paz.

Objetivos

  1. Objetivos generales: Las intenciones del tratado era que hubiera paz entre la confederación Perú – Bolivia y Chile.
  2. Objetivos específicos:

Tratado de Paucarpata

El gobierno de Chile conoció la usurpación que hizo el reformador y a pesar de que le apoyo declaro la guerra. Poniendo en marcha un ejército expedicionario.

Para que la rebelión se hiciese, había que alegar que la guerra que declararon a Santa Cruz no tenía fundamento racional. Además el ejército mandado a expedición era  pequeño para combatir con  el poderoso Protector. Contra toda posibilidad los enviados fracasan. En aquel campo de batalla se queda el cadáver del ministro Portales (Valparaíso, Chile)

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Fusilamiento de Diego Portales

El Protector creyó oportuno abrir negociaciones de paz, no sin hacer entender que consideraba incapacitado a nuestro gobierno para hacerle la guerra. Hubo una gran sorpresa por parte del Protector al ver que el gobierno chileno no se dignó a responder a las nuevas insinuaciones de paz.

Tres meses más tarde desembarcaba sin oposición en la costa sur del Perú el ejército expedicionario de Chile, en el cual iba a la cabeza el general Gutiérrez de la Fuente. La ciudad de Arequipa fue ocupada sin la menor resistencia, por el ejército expedicionario.

Se redujeron el ejército chileno porque empezaron a sentirse contrariados. Se esperó en vano a que nuestro ejército produjera algún pronunciamiento contra el gobierno Protectoral, un inútil intento del gobierno de Arequipa. Al tiempo de desembarcar este en Quilca, perdiéndose con ella gran repuesto de ropa, armas y provisiones de herradura para las caballerías. Este incidente  al general en jefe no le importo mucho pero la sola operación de herrar los caballos en Arequipa, tardó largos días, las bestias de carga apenas se conseguía y la manutención de la tropa se hacía cada día más problemática y difícil. En medio de estas dificultades, el general Blanco desafiaba al enemigo, sin conseguir traerlo al combate.

Entre tanto el general Santa Cruz aumentaba su ejército del centro. Al ejecutar este movimiento el ejercito del Protector constaba ya de 5000 hombres, mientras el chileno no tenían estado de combatir más de 2700. Blanco juzgo de temerario y presentaría batalla si era perseguido por embarcarse en Quilca.

El mismo día mismo señalado para esta retirada (16 de noviembre de 1837) recibía Blanco una invitación del Protector para celebrar una conferencia en Paucarpata. Este paso derivaba de ciertas negociaciones emprendidas días antes, a propuesta de Santa Cruz. Con este motivo habían conferenciado primero el general Blanco y luego don Antonio José de Irizarri con el general Herrera, comisionado de Santa Cruz, pero sin llegar a ningún convenio definido, pues el jefe del ejército chileno, en medio de su apretada situación, ponía condiciones de paz que sólo podían ser aceptadas por un enemigo derrotado, si bien, por otra parte, concedía algo muy lisonjero para Santa Cruz, que era reconocerlo como Protector y jefe de la Confederación Perú-boliviana. Pendientes de contestación habían quedado las condiciones de paz formuladas por Blanco, cuando éste recibió el recado del Protector para una entrevista, a la que acudió el mismo día 16. Al tiempo de partir recibió la noticia de que una división salida de Lima al mando del general Vijil, se presentaba a retaguardia del ejército de Chile, lo que importaba obstruirle la vuelta de Quilca y completar el plan de guerra del enemigo. El Protector recibió a Blanco abrazándole con efusión, después de lo cual se siguió una larga y reservada conferencia entre los dos generales.

El jefe chileno regresó a Arequipa y reunió a los jefes del ejército para consultarles el partido que en vista de las circunstancias creyó urgente tomar un expuso en aquella ocasión como habían resultado fallidas las esperanzas que los emigrados peruanos quisieran concebir en orden a la cooperación y auxilios de los pueblos del Perú en favor del ejército expedicionario; como la guerra declarada por el gobierno de las provincias del Río de la Plata contra el Protector, había resultado tan deshumanizada e ineficaz, que del mismo ejército boliviano acampado en la frontera argentina se habían destacado fuerzas considerables para oponerlas al ejército de Chile; y como aislado y abandonado éste a sus propios recursos, sin medios de movilidad suficientes, con escasos víveres, situado en cierto modo por dobles fuerzas, se hallaba en una situación desesperada; que entretanto, el jefe de la confederación se manifestaba bien dispuesto a celebrar la paz con Chile, en términos y bajo condiciones que en nada ofendían el honor y dignidad de esta república y permitían que el ejército chileno pudiera retirarse salvo e integró, sin ser hostilizado. Esta opinión del general encontró apoyo unánime en los jefes del ejército, con lo cual quedó acordada la celebración de un tratado de paz con el gobierno Protectoral.

Blanco había exigido todavía la reducción del ejército de la Confederación a una cifra diminuta; había exigido el reconocimiento y pago inmediato de las sumas que del empréstito anglo-chileno de 1822 había facilitado nuestro gobierno al del Perú; por último, exigido que el Protector diese una amplia amnistía en favor de todos los peruanos comprometidos en la expedición chilena. Sólo estas dos últimas condiciones, se incluyeron entre los diversos artículos del tratado de paz, que fue concluido y firmado en el villorrio de Paucarpata el 17 de noviembre.

En este tratado se estipulaba que habría paz y amistad perpetua entre Chile y la Confederación Perú-boliviana, relegándose al olvido las mutuas quejas o motivos de agravio entre ambas partes.

Tratado de Paz (Tratado de Paucarpata). 1837.

Deseando los gobiernos de la República de Chile y de la Confederación Perú-Boliviana restablecer la paz y buena armonía, que desgraciadamente se hallaban alteradas, y estrechar sus relaciones de la manera más franca, justa y mutuamente ventajosa, han tenido a bien nombrar para este objeto por Ministros Plenipotenciarios, por parte de S. E. el Presidente de la República de Chile al Excelentísimo señor General en Jefe del Ejército de Chile, don Manuel Blanco Encalada al señor Coronel don Antonio José de Irisarri, y por parte de S. E. el Supremo Protector de la Confederación, a los ilustrísimos señores Generales de División don Ramón Herrera y don Anselmo Quiroz; los cuales, después de haber canjeado sus respectivos plenos poderes y haberlos encontrado en buena y debida forma, han convenido en los artículos siguientes:

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