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Ensayo Historia 2


Enviado por   •  23 de Abril de 2013  •  3.878 Palabras (16 Páginas)  •  316 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El presenta ha sido elaborado para reflexionar y poder ver que a lo largo de la historia de la historia de la humanidad y del ser humano, éste ha podido desenvolverse social, cultural y políticamente en forma individual y en muchas ocasiones con ayuda de otros miembros de la sociedad y su propia familia hacia un estado de plenitud, siendo este el estado máximo del hombre.

Pero no ha sido sencillo para los seres humanos alcanzar tal naturaleza, ya que siempre hemos necesitado del otro para concienciar nuestras capacidades de entendimiento, las cuales, muchas veces, fueron suprimidas por hombres cuyo poder no permitía que esto ocurriera.

El absolutismo es la forma de gobierno que encontramos en Europa Occidental durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Está basada en la centralización del poder en el rey o monarca. En la época anterior el rey tenía el poder compartido con los señores feudales ya que estos tenían sus propios ejércitos, administraban justicia, hacían leyes y cobraban sus propios impuestos. A partir del siglo XV surge en Europa el estado moderno que contará con:

1) Una autoridad central común para todo el territorio,

2) Una burocracia especializada,

3) Un ejército permanente,

4) Reconocimiento de ese estado por parte de otros.

Salvo excepciones estos estados tomarán como forma de gobierno la monarquía, que tendrá dos etapas: 1) la MONARQUÍA AUTORITARIA, durante el siglo XVI, donde el rey aún tiene algunos límites a su poder (por ejemplo los derechos o fueros de las ciudades y las regiones; 2) la etapa ABSOLUTISTA, entre los siglos XVII y XVIII, donde el monarca impone su voluntad sin rendir cuentas a nadie.

Se le otorga un poder ilimitado al jefe del gobierno, el rey, quien se ubica por encima de las leyes y por lo tanto no hay casi límites legales a su autoridad. En la primera el rey hace las leyes y administra justicia, siendo entonces fuente de derecho (hace las leyes y las cambia, está por encima de ellas). El rey concentra en sus manos la función legislativa, ejecutiva, administrativa y judicial. No se convocan asambleas ni organismos donde la población pueda estar representada.

Si existen asambleas o consejos son sólo consultivos y el rey no está obligado a aceptar lo que en ellos se resuelva. Y en la segunda el rey tiene un ejército permanente y mercenario que le permite imponer su voluntad, dominar a la población de los territorios que controla y defenderse o atacar a otros monarcas.

Para ejercer su gobierno, controlar lo que sucede en su territorio y aplicar sus leyes, el rey tiene muchos funcionarios (burocracia) que se especializan en las funciones que desempeñan.

El rey cobra impuestos, aún sin el consentimiento de sus gobernados, para poder mantener la burocracia y el ejército. La Iglesia está supeditada a la autoridad del monarca. La Iglesia, de gran influencia y poder, respondía hasta entonces exclusivamente a la autoridad del Papa, lo cual era visto por los reyes como un obstáculo para la centralización del poder, ya que el Papa era visto como una autoridad extranjera y con intereses que muchas veces chocaban con el monarca.

El poder del rey tenía, al menos en teoría, algunos límites como eran el respeto por las leyes tradicionales surgidas en el reino y los principios morales del cristianismo. Más importantes eran los límites materiales que tenía; el poder de los monarcas podía ser frenado por la escasez de recursos, las dificultades en las comunicaciones que impedían que sus órdenes llegaran en tiempo, la existencia de pocos funcionarios o su incapacidad, la resistencia de la población a aceptar medidas abusivas, etc.

A fines de la Edad Media se combinaron una serie de factores que estimularon la centralización del poder y crearon la necesidad de un poder fuerte. En primer lugar la lucha entre los nobles y los burgueses y las luchas internas entre los nobles convirtieron a los señores principales en árbitros de la situación. Los nobles principales que querían dominar al resto hicieron alianzas con los comerciantes de las ciudades defendiéndolos de los otros nobles; a cambio los burgueses dieron a ese noble principal (rey) recursos suficientes para pagar soldados (así no necesitaba del apoyo de los nobles) que le permitieran llevar adelante las guerras. Por su parte el rey ennoblecía a la burguesía otorgándoles títulos de nobleza.

La unificación del territorio bajo un mismo gobierno y bajo las mismas leyes, beneficiaba a los comerciantes porque agrandaba y unificaba el mercado. Hasta ese momento los territorios de los señores eran regidos por sus propias normas y para pasar de un feudo a otro había que pagar impuestos al igual que para pasar por sus tierras (peajes).

Al centralizarse el poder estas trabas al comercio se eliminaban y los comerciantes podían llevar sus mercaderías de una ciudad a otra. La ampliación del número de consumidores aumentó la producción y sus ganancias. Los gobiernos monárquicos protegieron la producción de su territorio de la competencia que les podían hacer los productores de otros países mediante impuestos aduaneros (mercantilismo).

Otro factor que impulsó al absolutismo fue la necesidad de un poder fuerte ante la inseguridad creada por las guerras, las rebeliones y las epidemias. Las supersticiones, los temores irracionales, alimentados por el fanatismo religioso, propiciaron el miedo y la búsqueda del orden y la seguridad aunque se impusieran a la fuerza. Los reyes encarnaban ese orden.

El Renacimiento no sólo fue la época del renacer del arte romano, también renació el Derecho Romano y la organización política que aquel consagró: un príncipe absoluto con todos los poderes (imperator) cuya voluntad se hacía ley.

A fines de la Edad Media los juristas (los especialistas en derecho), rescataron el Derecho romano escrito que luego de la caída del Imperio Romano había perdido jerarquía frente al derecho consuetudinario (no escrito, basado en las costumbres) de los invasores germanos. En Francia, por ejemplo, estos juristas dieron legitimidad al poder del rey Felipe el Hermoso, lo que le permitió a este desprenderse de la Iglesia que era, hasta ese momento la que legitimaba el poder de los monarcas.

Existió una época donde se vio fuertemente acentuado que el hombre fue censurado e ignorado acerca de sus necesidades, ya que no había espacio para la libre expresión, tanto de pensamiento como de creencia religiosa,

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