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Ensayo Historia


Enviado por   •  6 de Febrero de 2014  •  1.897 Palabras (8 Páginas)  •  286 Visitas

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INTRODUCCIÒN

Este ensayo ofrece sus comentarios en dos series, en la primera serie se habla de que en una etapa anterior los sentimientos hacia la infancia no existían, ni en la práctica de la vida social ni en los patrones culturales. Según Aries los niños no eran ni queridos ni odiados los niños eran simplemente inevitables. Compartían con los adultos las actividades lúdicas y productivas, los niños eran igual que los adultos vestían igual que ellos y realizaban los mismos trabajos. En la segunda serie se reconoce una cierta especificidad del niño se nota algunas nuevas actitudes femeninas, las madres sobre los niños existe .Esto se complementa con una concepción del niño como un ser moralmente heterónomo y con el surgimiento del moderno sentimiento de amor maternal.

Flandrin reconoce a la infancia como producto “moderno” y hasta “industrial”: retornará a las hipótesis de Ariès para afirmar que sin la “mutación fundamental” operada por la aparición de la infancia. El clásico estudio de Le Roy proporciona un ejemplo de gran importancia en el área de historia de la familia ya que tiende a poner de relieve la presencia de “amor maternal” en la Edad Media.

La infancia es un proceso de paulatino recorte de la figura del niño a través de sus características principales: heteronomía, necesidad de protección, necesidad de un desarrollo específico que lo convierte en adulto. Para Gélis, la conformación de la infancia moderna es un proceso lento y complejo en el que conviven características desarrolladas en magnitud desigual.

LA PEDAGOGIZACIÓN DE LA INFANCIA: DEL NIÑO AL ALUMNO

En la etapa de infantilización de una parte de la sociedad, es decir, en el proceso mediante el cual la sociedad comienza a amar, proteger y considerar como agentes heterónomos a los niños, las escuelas determinan un papel central. La pedagogía se ubica como producción discursiva destinada a normar y explicar la circulación de saberes en las instituciones escolares y precisará constituirse como el relato que conectará, a través de la escuela, a una infancia deseada –a veces, una “infancia normal” Ariès describe que en la época clásica, la escuela medieval de los clérigos y mercaderes, integrará a niños y adultos y no existen criterios de categorización por edad o “grado” de dificultad.

En la “escuela moderna”, por el contrario, la infancia ha sido delimitada y su ubicación depende de una rigurosa y muy minuciosa categorización que no solo evita la integración de niños y adultos. A partir el siglo XVII se observa un “creciente control del ambiente de los niños por parte de los adultos” La institución escolar es el dispositivo que la modernidad construye para encerrar a la niñez. Encerrarla topológicamente, corpóreamente, pero encerrarla también en las categorías que la pedagogía ha elaborado para resignificarla.

Para P. Meyer. La escuela no es un modo de formación entre otros, ella fue concebida como la primera y, finalmente, como la última. Sus horarios ocupan todo el día de los niños, sus programas pondrán el conocimiento indirecto en detrimento de la experiencia, e incluido en la enseñanza profesional, su disciplina definió un saber ser niño hecho de pasividad, obediencia, de una pedagogía de la intimidación. La infancia representa el punto de partida y el punto de llegada de la pedagogía. Es preciso aclarar que la pedagogía no es el único discurso encargado de la infancia. Para la pedagogía, la infancia es un hecho dado, un supuesto indiscutible a partir del cual es posible construir teórica y prácticamente al alumno.

La producción de conocimientos será la del alumno que procesa según los ritmos y modalidades institucionalmente esperados o, mejor, institucionalmente producidos. La perspectiva histórica, sin embargo, nos relata al alumno como una forma de subjetividad concretada en la escuela moderna. Sobre la lógica de los procesos de enseñanza-aprendizaje y de los comportamientos de los sujetos implicados en ella se desplazarán gradualmente de las características de los individuos. Las líneas del modelo de desarrollo trazadas por los trabajos viagotskianos, más una particular interpretación del sentido de categorías tales como zona de desarrollo próximo, interiorización o práctica tutorial llevan a ponderar los comportamientos del alumno, su propia constitución como los de un niño situado, como los de un niño posicionado con especificidad en el régimen de la institución escolar.

En su interior, un sujeto se apropia de la cultura con las modalidades que tales dispositivos regulan, pero, fundamentalmente, la cultura se apropia del sujeto, sujetándolo a un sistema de expectativas. La condición de alumno es una posición definida dentro de las coordenadas escolares: la formalización de varios de los procedimientos que se desarrollan en su interior. Al parecer la escuela produce posiciones de alumno: históricamente su reclutamiento masivo de niños produjo el infante moderno. Quien se constituye en posición de alumno, cualquiera sea su edad, es situado en el como si de una infancia. Tal vez estos procesos de infantilización no sean exclusivos de las prácticas escolares

¿EXISTE LA INFANCIA?

“La infancia es una pesadilla que la modernidad ha construido pacientemente", La infancia es una construcción de la modernidad definida por la atribución de ciertas características a un conjunto particularizado de la población. La escuela moderna es la escuela de la infancia pedagogizada, de la infancia sometida a una analítica propuesta por la pedagogía y la psicología educacional. P. Meyer sostiene que la escuela es la última y única modalidad de formación de la infancia. Una infancia no pasiva, que no precisa pasar por los grados de desarrollo escolar, que accede

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