Etapas de la dictadura Vivir en dictadura
Ivanna995Documentos de Investigación1 de Octubre de 2018
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Vivir en dictadura
Cómo se ha referido antes, un rasgo original de la dictadura militar uruguaya fue la continuación en el poder del Presidente Bordaberry. En lugar del Poder Legislativo funcionaba un Consejo de Estado designado en forma directa por el Poder Ejecutivo. Como el Poder Judicial había perdido totalmente la escasa independencia que conservaba con la creación, en setiembre de 1976, del Ministro de Justicia, todo el poder del Estado se concentró en el Presidente y sus “asesores” militares.
A pesar de la permanencia de un civil al frente del Poder Ejecutivo, la sociedad uruguaya estaba completamente controlada y se intentaba trasladar los esquemas militares a la población. Los cargos de dirección de todas las reparticiones del Estado fueron ocupados por militares o sus familiares. Los funcionarios públicos debían demostrar se buen comportamiento a través de un “ Certificado de fe democrática”, necesario para emprender cualquier trámite. Los ciudadanos fueron divididos en “ categorías” de acuerdo a sus antecedentes políticos o gremiales. La “categoría A” era adjudicaba a personas sin antecedentes en esas áreas, la “B” a quienes se consideraba con reparos y la “C” a quienes eran considerados enemigos y no podían ocupar cargos públicos. A muchas personas se les negó el pasaporte para viajar al exterior o solo se les entregó para viajar a determinados destinos.
El derecho a la información estaba cercenado y se impedía la entrada de prensa extranjera en caso de que contará con información adversa al gobierno.
Todas las publicaciones eran controladas, había censura en la prensa escrita, radial y televisiva. El cine, el teatro,la música y la literatura contaron con funcionarios especializados que arbitrariamente decidían qué se podía dar a conocer al público. Se creó la Dirección Nacional de Relaciones Públicas, que hacía campañas de exaltación del gobierno militar y filmó noticieros que se proyectaba obligatoriamente en las salas de cine al comenzar la función.
Otra característica propia de la dictadura uruguaya fue el alto número de ciudadanos detenidos en relación a su población. Este hecho marca una diferencia con Argentina, donde hubo menos presos porque se asesinó a la mayoría de los prisioneros considerados enemigos.
Desde finales de 1975 comenzó a perseguirse y detener masivamente a militares del Partido Comunista del Uruguay. SI bien algunos de sus dirigentes, Rodney Arismendi y Jaime Pérez, estaban encarcelados desde antes, a comienzo del año 1976, en el marco de una publicitada campaña de denuncia de un aparato armado, cientos de sus afiliados fueron sometidos a una represión terrible. Después de un período incierto en que permanecían en cuarteles, incomunicados y desaparecidos para las familiares, en donde eran sometidos a las torturas físicas y psicológicas, pasaban a ser procesados por la Justicia Militar.
La Justicia Militar, en su origen una institución interna de las Fuerzas Armadas, se utilizó para juzgar civiles. Existió un Supremo Tribunal Militar que condenaba a penas variables y también defensores militares “de oficio” que los presos políticos tenían que aceptar porque los verdaderos abogados nada podían hacer en contra de la arbitrariedad militar.
Tras la inevitable condena eran alojados en los centros de reclusión. Para los hombres, el Penal de Punta Carretas o el de Libertad y para las mujeres el Penal de Punta de Rieles y la Escuela de Enfermería “Carlos Nery”, en la Ciudad Vieja. El grupo de militares constitucionalistas, que fueron detenidos después del golpe de Estado, permaneció durante todo el periodo de gobierno militar en Cárcel Central.
Los nuevos políticos se agregaron a los militares del MLN, de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) y de otros grupos que hacía varios años estaban encarcelados.
Salvo los guerrilleros detenidos antes del Golpe, que en algunos casos podían tener delitos comunes, la gran mayoría de los procesados eran lo que se ha denominado “presos de conciencia”: el motivo de la prisión fue pensar diferente al gobierno o haber integrado partidos políticos o agrupaciones gremiales que antes del golpe de Estado eran legales. Fueron tantos los procesados en esos años que eran difícil para el ciudadano común permanecer ajeno a esta realidad: todos conocían a un vecino o familiar de alguien que estaba preso. Eso contribuía a la sensación de vivir bajo vigilancia, de no tener libertad, sentir miedo, cuidarse, autocensurarse, tener que pedir permiso para todo. En ese clima era difícil manifestar ningún tipo de oposición. Los partidos apenas pudieron organizarse de forma clandestina. Al no participar de instancias colectivas políticas o gremiales, las personas se encerraban en los efectos más cercanos. Casi nadie tenía el valor de emitir opiniones frente a compañeros de trabajo o vecinos por temor a ser denunciados.
Sin embargo se hace necesario aclarar que para la mayoría de la población, en esas condiciones la vida cotidiana transcurría con cierta normalidad. En todos estos años muchas parejas se casaron, tuvieron hijos, otros estudiaron ( a pesar de las condiciones), se celebran acontecimientos familiares, se disfrutaba lo que se podía, muchos con sentimientos encontrados al recordar el familiar o el amigo que estaba encarcelado o exiliado en un país lejano. Hubo una revalorización de la amistad, de lo privado, de lo íntimo, una necesidad de compartir sentimientos.
Exilio
Al ser derrotado el MLN en 1972 muchos de sus integrantes y simpatizantes se fueron al exterior, su destino era principalmente en Cuba o Suecia.
A estos primeros exiliados se le sumaron miembros de otras organizaciones como los Grupos de Acción Unificada o el Partido por la Victoria del Pueblo fundado en Buenos Aires por militares de origen anarquista de la ROE (Resistencia Obrera Estudiantil) creada como una organización de masas y su sucesora como grupo armado, la OPR 33 ( Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales).
En 1976 también muchos militares comunistas lograron salir presurosamente ante el peligro de ser detenidos. Los principales destinos fueron Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia y Bulgaria. Además había un reducido grupo en la Unión Soviética.
Los cambios del año 76
Transcurrido cinco años de la última elección, 1976 hubiera debido ser a Uruguay un año electoral. En las interna militar se produjeron algunos desplazamientos y discrepancia con la concepción política del Presidente- dictador Bordaberry.
¿ Cuáles eran las diferencias? Bordaberry había manifestado en más de una oportunidad su convención de que los partidos políticos debían ser sustituido por simples corrientes de opinión. Por su parte los militares creían que debían modificar y mejorar los partidos pero no estuvieron dispuestos a cargar con la “ responsabilidad histórica” de suprimirlos, siendo ellos mismos integrantes de la colectividades blanca y colorada.
El sector más aperturista de los militares había intentado establecer negociaciones con los políticos exiliados en Buenos Aires.
Las negociaciones se vieron frustradas al imponer la voluntad el sector castrense más duro y el 20 de mayo se produjo el nunca totalmente aclarado asesinato del Senador Zelmar Michelini, del Frente Amplio, y de Héctor Gutiérrez Ruiz, del Partido Nacional último Presidente de la Cámara de Representantes. Sus cadáveres fueron encontrados junto a los de dos ex- militantes del MLN.
Ferreira Aldunate salvó su vida casi por azar y debió salir de Argentina iniciando un largo exilio por Europa. Dedicó todos sus esfuerzos a denunciar los crímenes del gobierno militar uruguayo como había prometido en la última sesión de la Asamblea General en la madrugada del 27 de junio. Otros fueron trasladados de forma clandestina al Uruguay y encarcelados.
El general por Liber Seregni fue detenido por segunda vez y trasladado a Minas donde fue torturado.
La crisis se deluc dilucidó con la sustitución de Bordaberry por un viejo político y jurista que había sido ministro de Gabriel Terra en los años 30, Alberto Demicheli, quien asumió la presidencia de forma interina y estuvo poco tiempo en el poder por negarse a aceptar la proscripción de casi todo el elenco político.
Actos institucionales
en esta nueva etapa se gobernó a través de decretos denominados “actos institucionales” siguiendo el modelo de la dictadura brasileña.
Por el acto N°1 se suspendieron las elecciones que debían tener lugar en noviembre de 1976 y por el N°2 se creó un nuevo organismo el Consejo de la Nación que sumaba al Consejo de Estado la Junta de Oficiales Generales de las Fuerzas Armadas.
Tenía como cometido la designación de todos los puestos de gobierno, desde el Presidente hasta los integrantes del Consejo de Estado y de la Corte de Justicia.
El nuevo organismo designó presidente, el 1° de setiembre de 1976, a Aparicio Méndez, viejo político del Partido Nacional.
En septiembre de 1976 se aprobaron dos nuevos Actos Institucionales el N°3 se creó el ministro de Justicia, la Secretaría de Planeamiento, Coordinación y Difusión y se establecieron las facultades del Consejo de Seguridad Nacional en el Poder Ejecutivo. El Acto N° 4 inhabilitó para el ejercicio político a personas que hubieran ocupado cargos electivos en las cámaras y quiénes hubiesen sido integrantes de las listas electorales de partido de izquierda.
El comandante en jefe del ejército general Julio César vadora anunció un plan por 5 años el tiempo que duraría un gobierno elegido de acuerdo a la Constitución que no era respetada. Anunciaba elecciones para 1981 con un
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