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Europa Y El Estado De Bienestar


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2014  •  6.097 Palabras (25 Páginas)  •  152 Visitas

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1. INTRODUCCIÓN

El europeísmo contemporáneo tuvo sus orígenes a finales del siglo XIX, dio sus pasos iniciales después de la Primera Guerra Mundial y consiguió sus primeros logros tras la Segunda Guerra Mundial. Después de dos guerras en menos de medio siglo, algunos dirigentes europeos vieron la necesidad de crear instituciones supranacionales que promoviesen la colaboración entre los países europeos y fomentase una paz duradera.

Una institución de carácter económico fue la CECA, a la que siguió en 1957 la firma del Tratado de Roma, que instituyó la Comunidad Económica Europea, formada primero por seis miembros y ampliada posteriormente a doce. En 1992, sus integrantes firmaron un nuevo tratado de Maastricht, que dio origen a la Unión Europea (UE), formada actualmente por veintisiete Estados que suman casi 500 millones de personas. Hoy en día, la Unión Europea se ha convertido en una de las grandes potencias demográficas y económicas del mundo actual, junto a Estados Unidos y a Japón.

Los Estados promotores de la Unión Europea pretenden avanzar hacia un continente unido mediante el desarrollo de instituciones comunes, la fusión progresiva de sus economías y la creación de un gran mercado común. Además, también prevén la cooperación en políticas sociales, laborales, educativas y medioambientales, en la perspectiva de una mayor integración social y política en un futuro no muy lejano.

2. CONSTITUCIÓN DE LA UE

2.1. EL MOVIMIENTO EUROPEÍSTA

El Europeísmo contemporáneo tuvo un notable auge desde finales del siglo XIX, aunque fue tras la II Guerra Mundial cuando el movimiento europeísta renació con fuerza.

La II Guerra Mundial (1939-1945) devastó la economía del continente. Algunos europeos esperaban que la reconstrucción de Europa occidental llevaría a un acuerdo para crear un Estado europeo unificado. Pero la idea de una Europa unida se quebró con el comienzo de la guerra fría y la desconfianza que todavía inspiraba Alemania Occidental. Dos franceses Jean Monnet, un funcionario público, y Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores creían que Francia y Alemania podrían dejar de lado su viejo antagonismo si existían incentivos económicos para la cooperación. En mayo de 1950 Schuman propuso la creación de una autoridad común para regular la industria del carbón y del acero en Alemania Occidental y en Francia; la oferta se extendía también a otros países de Europa occidental. La idea fue bien recibida por el Gobierno de Alemania Occidental y por los de Bélgica, Italia, Luxemburgo y Holanda. Junto con Francia, estos cinco países firmaron en 1951, el Tratado de París y se creó la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), que establecía un mercado único para estos dos productos entre sus miembros. Su importancia radica en que fue la primera institución en la cual los países integrantes aceptaron la libre circulación de productos y delegaron la gestión de todo lo relacionado con ella a un organismo común. El Gobierno británico rechazó el carácter supranacional de la CECA y optó por no unirse a esta organización.

En junio de 1955 los ministros de Asuntos Exteriores de las seis naciones de la CECA decidieron estudiar las posibilidades para una mayor integración económica. Este nuevo esfuerzo desembocó en los dos Tratados de Roma de marzo de 1957, por los que se crearon la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comisión Europea de Energía Atómica (EURATOM). Desde su firma, el énfasis fue lograr la libre circulación de mercancías, servicios, capitales y personas, aboliendo cualquier tipo de barrera aduanera, y desarrollar una política económica común.

El Tratado atribuía a las instituciones comunes la competencia exclusiva en tres ejes de la política económica: transporte, agricultura y comercio exterior.

Como respuesta a la CECA, surgió la propuesta británica de la Asociación Europea de Libre Comercio EFTA (1960), cuyo objetivo se limitaba al establecimiento de un área de libre comercio y a la que se unieron Islandia, Noruega, Suiza, Dinamarca, Austria, Suecia y Portugal. Las características económicas básicas del Tratado de la CEE se fueron cumpliendo gradualmente y las tres comunidades (la CEE, la CECA y el EURATOM) se unieron en Julio de 1967 en la Comunidad Europea.

Los éxitos de la CE propiciaron que un buen número de países solicitaran su integración. En 1973, firmaron la adhesión Irlanda, Reino Unido y Dinamarca. Grecia se sumó en 1981, mientras que España y Portugal lo hicieron en Junio de 1985, con efectos del 1 de Enero de 1986. De esta forma, la Europa de los seis se convirtió en la Europa de los Doce.

Otros acontecimientos importantes en los años setenta y ochenta fueron la ampliación de la ayuda de la CE a países menos desarrollados (especialmente a antiguas colonias de los países miembros); la institución del Sistema Monetario Europeo para dar una cierta estabilidad a las relaciones entre las monedas de los Estados miembros, y los avances para eliminar las barreras comerciales interiores y el establecimiento de un mercado único.

A partir de entonces, la Comunidad fue creando un cuerpo legal común y los países miembros delegaron una parte de su soberanía a las instituciones supranacionales. Además, los campos de cooperación se ampliaron a aspectos no meramente económicos. En 1985, cinco países firmaron el acuerdo para abolir los controles fronterizos (espacio Schengen). En 1986, el Acta Única Europea se abrió a áreas como seguridad y defensa, medio ambiente, innovación tecnológica e investigación.

2.2 LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA

2.2.1 LA CREACION DE LA UNIÓN EUROPEA

El avance decisivo hacia una asociación política cristalizó el 7 de Febrero de 1992, con el Tratado

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