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Formacion Del Estado Uruguayo


Enviado por   •  1 de Agosto de 2011  •  3.787 Palabras (16 Páginas)  •  1.330 Visitas

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La dominación Luso – Brasileña y la Independencia Oriental (1817 – 1828)

LA DOMINACIÓN PORTUGUESA (1817-1824)

En los años 1817 hasta 1824 la Provincia oriental sufrió la dominación lusitana, en los años posteriores, 1824 hasta 1828 sufrió la dominación brasileña. La Corona española protestó ante la Santa Alianza por la conquista de sus territorios rioplatenses; pero el gobierno portugués se justificó afirmando que no se trataba de una conquista sino de una ocupación que pretendía evitar la expansión del artiguismo hacia el Brasil y la desintegración del imperio al infiltrarse las ideas republicanas-federales.

En 1817, la Santa Alianza, dio la razón a España; pero los diplomáticos portugueses lograron que su país continuara la ocupación hasta que España pudiera enviar un ejército para reconquistar el Río de la Plata.

Fernando VII preparó la expedición reconquistadora, pero no pudo cumplir su propósito debido a la sublevación de Riego (1820), por lo cual el dominio Portugués quedó asentado en la Provincia Oriental.

EL GOBIERNO DE LECOR.

En 1820, la Provincia Oriental quedó convertida en una Capitanía General, y el general Carlos F. Lecor fue nombrado Gobernador y Capitán General de ella.

La política lusitana tenía la tendencia a establecer un gobierno centralizado.

Por eso Lecor, además de sus funciones políticas y militares fue Presidente del Tribunal de Apelaciones, de la Junta de Hacienda, del Consejo General Consultivo y de la Junta de la Hermandad de Caridad, vínculos estrechos con las principales

Se mantuvieron las leyes españolas familias orientales que hasta ese momento habían estado en vigencia y la Aduana continuó administrándose como en la época de Artigas. En 1817 se reorganizó el Consulado de Comercio. Lecor inició su labor de gobierno tratando de inspirar confianza, halagar y atraerse a la población en toda forma. Se mostró partidario- de la libertad de comercio, dictó decretos tendientes a reparar los quebrantos que había sufrido la población desde ja época del sitio; hizo pagar rigurosamente los sueldos a los empleados, creó nuevos cargos públicos, distribuyó honores entre los que aceptaron su línea política, y trato que los oficiales portugueses contrajeran vínculos estrechos con las principales familias orientales La primera parte de su gobierno (1817- 1820) fue, pues, generalmente aceptable para la población; pero a medida que su poder se acrecentaba se volvió despótico y arbitrario. El Cabildo montevideano; de 1817 advirtió las ventajas económicas de la pacificación de la provincia y creyó de buena fe en las bondades del régimen invasor. Sólo eso puede explicar la misión de Dámaso Larrañaga y Jerónimo Pío Bianqui ante la Corte de Río de Janeiro, con el fin de ofrecer la anexión de la Provincia Oriental a los dominios de Juan VI.

La incorporación se ofrecía con una serie de bases que constituían una especie de autonomía provincial, pero don Juan VI no aceptó formalmente el ofrecimiento esperando que cesaran los impedimentos y las reclamaciones de España.

La hábil política interna de Lecor con el cabildo empezó a dar sus frutos en 1819. Ambos celebraron un acuerdo secreto (Enero 1819) por el que Portugal perdonaba la deuda de un préstamo que había concedido a la Provincia Oriental y cosechaba además la construcción de un faro en la Isla de Flores. Por su parte el cabildo montevideano, aceptaba modificar la línea divisoria entre las Capitanías de Montevideo y Río Grande, estableciendo el río Arapey como límite la Provincia Oriental.

Este absurdo convenio, que disminuía el territorio provincial, no fue ratificado por Juan VI; pero constituyó un argumento utilizado por el Brasil desde 1830 cada vez que tuvo conflictos de límites con el Uruguay.

Lecor consiguió también que el Cabildo obtuviera la incorporación de los principales pueblos de la campaña a la corona portuguesa.

El CONGRESO CISPLATINO (1821)

En el año 1821, el gobierno portugués organizó un congreso en la Provincia Oriental para decidir si convendría su incorporación a Portugal, a otro gobierno cualquiera o si sería más ventajoso que la provincia se constituyera como independiente.

LAS CAUSAS DE SU CONVOCATORIA.

La causa fundamental de la convocatoria del Congreso Cisplatino se encuentra en el triunfo del liberalismo en España y Portugal.

En Lisboa fueron convocadas las Cortes para elaborar una Constitución liberal y terminar con la presión que ejercía en el país la diplomacia inglesa. El rey Juan VI, residente en Río de Janeiro, se vio obligado a trasladarse a Lisboa (26 de abril de 1821).

El ministro portugués Silvestre Pinheiro Ferreira, de tendencia liberal, intentó en esos momentos constituir una liga entre los gobiernos liberales de Europa, para contrarrestar el absolutismo de la Santa Alianza. Esto lo llevó a una política de amistad con España que tenía también un gobierno liberal. Para ello buscó solucionar primero el problema que, para ambos países, presentaba la Provincia Oriental, mediante el procedimiento de, hacerla decidir sobre su destino político. Con este fin designó cónsul en Buenos Aires a don Manuel Figueiredo, quien debía convocar un congreso extraordinario en Montevideo, con el objeto de que el pueblo se decidiera libremente con respecto a la situación política de la provincia.

LA CONVOCATORIA Y LAS RESOLUCIONES DEL CONGRESO.

En abril de 1821 Lecor, como gobernador militar de la provincia, ordenó al intendente del mismo Juan José Durán, la reunión de un congreso, provincial.

Pero el congreso no se organizó según las instrucciones impartidas por Portugal; la mayor parte de los diputados electos pertenecían al núcleo de partidarios del régimen lusitano y las sesiones deliberantes se realizaron bajo la influencia de la fuerza militar.

Lecor desvirtuó las instrucciones para mantener la provincia incorporada a Portugal y poder conservar su particular autoridad.

Varios de los congresales habían sido personas destacadas durante la Época Libertadora y otros de ellos pertenecían al círculo de amigos personales de Lecor, como Durán, Bianqui, Larrañaga, Llambí, García de Zúñiga, Rivera, etc. Su extravío puede borrarse por la actuación que luego tuvieron luchando por la emancipación total de su patria.

Las sesiones se

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