Guerra Fría

Las guerras contemporáneas tenían un fin específico, que era el dominar todo el territorio que pudieran a base de invasiones a otros países, eso conllevaba a que los países invadidos se levantaran en armas y defendieran su territorio. En algunas ocasiones esto funcionaba y se retiraban los invasores, pero había veces que el país quedaba completamente invadido. La primera guerra mundial la tenemos como el mejor ejemplo de guerras por territorio.

Durante la guerra Alemania conquisto casi toda Bélgica, Luxemburgo, Partes de Francia hasta llegaron bastante cerca de Paris. Invadieron muchos territorios de Rusia.

Los austriacos robaron territorios a Italia, Serbia y Romania.

Los ingleses y sus aliados australianos tomaron territorios a los turcos en Medio Oriente.

Después del fin de la guerra, los tratados hicieron perder territorio a Alemania (Francia recupero Alsacia, volvió a existir un estado polaco, etc...)

El imperio Austriaco desapareció para formar nuevos estados: Austria, Hungría, Checoslovaquia, Yugoslovaquia).

Italia gano territorios que antes eran austriacos.

Alemania perdió todas sus colonias en África a favor de Inglaterra, Francia y África del sur. Los japoneses recuperaron las colonias alemanas del Pacifico.

Ya en las postrimerías de esta guerra, cuando era evidente la inminente derrota de Alemania y Japón, los gobiernos de los principales países aliados -Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética- emprendieron acciones enfocadas a definir un mundo de postguerra que fuera acorde con la percepción que cada uno de ellos tenía de las relaciones internacionales. El tránsito de la colaboración a la confrontación ocurrió precisamente durante los meses finales de la guerra, por ser este el momento en que comenzó a percibir un nuevo panorama internacional de postguerra estructurado en tomo al declive de las potencias colonialistas, el desmantelamiento de la principal potencia militar europea (Alemania) y el surgimiento de dos vigorosos Estados extra continentales con pretensiones hegemónicas a escala planetaria: Estados Unidos y la Unión Soviética. Sobre Moscú, Londres y Washington recayó la responsabilidad principal de que los conflictos se transfiguraran en una nueva forma de oposición ya no entre países, sino entre sistemas e ideologías.

USA, país enormemente rico y que había iniciado su expansión sin ese factor retardatario del progreso que es el problema agrario, cimentaba su potencial en una vigorosa industrialización y en una evolución política sin grandes sobresaltos. Su prodigioso ascenso había hecho que los círculos dirigentes se hubiesen lanzado n una política expansionista a la conquista de mercados y fuentes de materias primas. Su participación en los asuntos económicos y políticos de las naciones más apartadas era innegable, y la guerra vino sólo a acelerar un proceso de gestación, proceso que colocaría a USA a la cabeza de todas las naciones occidentales.

Rusia, por su parte, había sabido, hacia 1917, de una revolución de transformó grandemente los cimientos mismos de su sociedad, y que produjo un trastorno profundo en la situación mundial. Bajo la férrea dictadura Stanlinista, habíase Rusia lanzando en ambiciosos planes quinquenales que constituyeron a verdadera revolución rusa.

Detrás de la notoriedad de la tensión internacional, se viene gestionando un sordo, pero no por eso menos transcendental movimiento de los pueblos sujetos a la dominación económica y política por su auténtica liberación, La Guerra Fría. Desde que empezaron las relaciones entre rusos y los norteamericanos, las

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