HISTORIA DE LA SEDA

Breve historia de la fibra de Seda.

El origen de la seda se encuentra sólo en leyendas y fábulas; ciertamente fue usada en le tiempo del Emperador Huang Ti en China 3000 años a.C. La literatura Sánscrita se refiere a la seda en India 200 años a.C. y el antiguo testamento también se refiere a ella. Cuando llega a occidente llega a tener tanto valor como el oro (literalmente valía su peso en oro).

Justiniano, el emperador Romano, trató de monopolizar su comercio (sin éxito), mediante el contrabando de gusanos de seda a Constantinopla (550 d.C.), e iniciando la sericultura allí. La seda Bizantina se convirtió en la más famosa del mundo.

Los Moros establecieron la sericultura en España y la producción de seda se expandió. Alcanzó el norte de Europa en el siglo V y el Hemisferio occidental en el VI, aunque al principio falló. Sin embargo, el fuerte lustre y la facultad de ofrecer teñidos muy brillantes hizo la seda muy atractiva. El pico de la actividad se dio después de la I Guerra Mundial y por 1919 el precio se había elevado a US$ 21/lb; equivalente a más de $ 1200/lb en moneda del 2003. Cuando las fibras finas hechas por el hombre entran al mercado, el precio y la demanda de seda cayeron; pero hay aún un importante mercado en algunas áreas del mundo.

Tal ves los primeros inventores de la fibra sintética fueron influenciados por el conocimiento de la manera en que los gusanos de seda, arañas y otras criaturas extruyen los filamentos. Sin duda, los impresionó también las extraordinarias propiedades de esas fibras naturalmente extruidas. Tal inspiración fue probablemente muy importante en la determinación del futuro de la producción de fibras.

Breve historia de la fibra de Lana.

El uso de la lana para vestido data de la antigüedad. Las excepcionales propiedades de resistencia a las arrugas, absorción de humedad, tibieza y tendencia a afieltrar, le han dado importancia, no solo en prendas de vestir, sino también en mantas, tapicería y alfombras.

“Babilonia” es traducida por algunos como “la tierra de la lana”. Es conocido que los fenicios comercializaban telas de lana durante el primer milenio a.C. Los antiguos Romanos implementaron fábricas de lana para vestir a sus ejércitos, la fama de esas fábricas se extendió por los viajes de los soldados romanos. En Bretaña, las manadas de ovejas fueron diezmadas por los llegados Sajones y el comercio de lanas declinó. Los Normandos re-establecieron el negocio y lo desarrollaron por un tiempo, aunque parece que hubo un pequeño progreso durante la Edad Oscura, no fue así hasta después de 17 siglos que empezaron a ocurrir cambios estructurales. Después de muchas luchas sobre restricciones en el negocio, la lana fue muy importante en Inglaterra en el siglo XVIII. España llegó a ser el mayor productor, pero su gobierno reforzó rígidas restricciones a la exportación de fibras por esos años.

En tiempos de rápidos cambios tecnológicos, muchos quedan atrás. La mecanización en los Países Bajos y Bretaña en el siglo XIX permitió a los hilanderos en esas regiones dejar fuera a aquellos que no adoptaron las tecnologías emergentes. Hubo entonces un gran incremento de vendedores de material grasiento del occidente y el hemisferio sur. Fue la combinación de un gran suministro de lana grasienta y la alta productividad de trabajadores y máquinas que produce el desplazamiento de los centros de producción y las plazas de los mercados cambiaron también. Ahora, muchas de las empresas industriales entonces formadas han sido, a su ves, superadas por la nueva tecnología y los cambios económicos. El desarrollo de fibras sintéticas ha creado una nueva situación; el mercado de la lana ha declinado algo incluso en la última década. A pesar de esto, el mundo consume cerca de 1.5 millones de toneladas al año, y su valor es mayor de lo que su consumo podría sugerir. Australia abolió su apoyo al precio en los 80s y globalmente los precios fueron determinados, más que antes, por las fuerzas del mercado. En la década de los 90s los precios cayeron en picada, pero el suministro está hoy en mejor balance, con demanda y expectativa de expansión. China es ahora un gran consumidor.

Una notable característica de la lana es su capacidad de recuperarse de una deformación después de un tiempo y esto da a la ropa de lana una atractiva de caída con pliegues. También, la velocidad a la que la fibra toma o dispersa humedad es tal que da a los trajes hechos de lana propiedades de confort. Estas propiedades inherentes dan a la lana una ventaja que es probable que le garantice un lugar en el mercado

...