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HISTORIA DEL EJERCITO MEXICANO

aequilaterum16 de Noviembre de 2013

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CAPÍTULO I

1

1.1

HISTORIA DEL EJÉRCITO MEXICANO

ETAPA REVOLUCIONARIA

La etapa democrática que la nación había emprendido se paralizó en 35

años de porfirismo. Tiempo suficiente para que madurara una generación

opuesta a ese gobierno plutocrático y déspota que si bien resolvió grandes

problemas, hizo abundante obra material y aseguró el control estatal en la

administración civil, descuidó el pueblo imperdonablemente hasta lograr que se

abriera un verdadero abismo entre las clases sociales. Con todo esto, se

motivaron los sucesos de Cananea y Río Blanco. El partido liberal Mexicano

optó entonces por la lucha armada, enfrentándose al gobierno en Juárez y

Chihuahua el 26 de septiembre de 1907; más adelante fueron aprehendidos en

el Paso Texas los señores Antonio I. Villarreal y Lauro Aguirre y se suscitaron

más levantamientos.

Sin embargo, en 1908 el propio jefe del Ejecutivo pareció inclinarse por un

movimiento revolucionario. Se formaron varios partidos políticos independientes;

el más importante fue el antirreeleccionista fundado el 22 de mayo de 1909 bajo

el lema “sufragio efectivo no reelección”. Sus dirigentes, el doctor Francisco

Vázquez Gómez, encabezando el partido y Francisco I. Madero como

vicepresidente.

Durante una tercera gira política en Puebla, Guadalajara, San Luis Potosí

y Monterrey que realiza Madero el 6 de junio de 1910 fue aprehendido,

imputándole el cargo de haber proferido injurias contra el Presidente de la

Nación. Al aprisionarle impidieron hábilmente su participación en las elecciones

del 26 de julio triunfando por supuesto, la fórmula Porfirio Díaz y Ramón Corral.

En San Luis Potosí, Madero logra su libertad causional, burla a sus

custodios y parte hacia Estados Unidos desde donde redacta el Plan que sería

la bandera política de la Revolución.

El documento convoca al puebla para levantarse en armas el 20 de

noviembre; sus postulados más importantes eran la nulidad de las elecciones

desconociendo el gobierno de Díaz y de todas las autoridades cuyo poder

dimanara de un voto espurio.

El 18 de noviembre mueren Aquiles Serdán y otras 20 personas en

Puebla durante un enfrentamiento con tropas del gobierno, al proclamar la

revolución en dicha ciudad. Ante la intransigencia de Díaz, el conflicto armado se

extendió por todo el país.

Al estallar la revolución, el mando de quienes decidieron contender por el

régimen dictatorial quedó representado por el General Porfirio Díaz como el Jefe

Supremo del Ejército Federal. El de las Fuerzas Revolucionarias por el

ciudadano Francisco I. Madero quien conforme al Plan de San Luis, fue

nombrado presidente provisional del país.

Durante los inicios de la revolución armada el ejército contaba con 20 mil

hombres, los cuales 23 mil eran tropas combatientes. Las diferentes armas

estaban organizadas como: Artillería, Caballería, Infantería e Ingenieros.

En noviembre de 1910 el mando de la 2a Zona Militar (Chihuahua y

Durango) estaba asignado al General de Brigada Manuel M. Plata. La guerra se

inició formalmente el día 21, cuando un grupo sublevado que encabezaban al

agricultor Albino Frías y Pascual Orozco hijo atacó Ciudad Guerrero, defendida

por el Capitán Salvador Ormaechea, quien se rindió (entregando botín de armas,

equipo, caballos y 400 cartuchos) el 4 de diciembre con la condición de que le

permitieran retirarse con su fuerza.

Durante estos meses el mando federal adoleció de centralización,

reflejada en la falta de iniciativa de los comandantes en campaña y la rigidez de

las operaciones, además en las cuales incidió negativamente la interrupción que

los revolucionarios hacían del servicio telegráfico, de por sí deficiente.

Los combates continuaron y el 14 de febrero, Francisco I. Madero penetró

al país para ponerse al frente de sus partidarios, acompañado por Abraham

González, el ingeniero Eduardo Hay (Jefe de Estado Mayor del Ejército

Libertador), José de la Luz Soto, Roque González Garza, Manuel García Vigil,

Rubén Morales, Raúl Madero, Higinio Macías, el General Boer, Benjamín

Viljoen, José Garibaldi, entre otros. Determinó capturar Casas Grandes y el

ataque se inició el 6 de marzo. Para las cinco de la tarde los revolucionarios

estaban derrotados de tal manera, que el propio Madero salió herido de un

brazo. Se retiró a la Hacienda de Bustillo, donde estableció su Cuartel General y

formó

la

Primera

División

del

Norte

del

Ejército

Libertador,

dando

nombramientos a varios de sus adeptos; entre ellos, a Francisco Villa, de

Coronel. Para ese entonces, las filas maderistas contaban ya con 3 mil hombres

y tres piezas de artillería.

Reorganizadas sus filas, Madero atacó la importante plaza de Ciudad

Juárez. El 7 de Mayo tanto Madero como el General Navarro reciben ominosa

advertencia del Coronel Steaver, Comandante del Fuerte Bliss en El Paso,

Texas: Si al efectuarse un combate en Ciudad Juárez u otro punto próximo a la

frontera las balas se cruzaban, se vería en la necesidad de intervenir.

Ese mismo día don Porfirio expide un manifiesto negándose a dejar el

poder hasta que estén aseguradas las condiciones de paz; Madero publica otro

informando el fracaso de las negociaciones al respecto y que se retiraría para

evitar un conflicto internacional.

El 21 se firmó el tratado de paz entre los representantes del gobierno y los

de la Revolución triunfante. El 25 de mayo de 1911, el General Porfirio Díaz y

Ramón Corral presentaron sus denuncias y, de acuerdo a lo convenido, asumió

la presidencia interina el licenciado Francisco León de la Barra.

Se licenciaron las tropas revolucionarias, que sumaban 60 mil hombres en

toda la república. Predominaban los campesinos agrupados bajo las órdenes del

General Emiliano Zapata, quien se negó a licenciar a sus tropas hasta que no se

hubiera hecho el reparto de tierras, punto básico de su lucha.

Zapata se lanzó a la rebelión. El Ejército Federal emprendió contra él tres

campañas durante los gobiernos de León de la Barra y Madero. El 28 de

noviembre de 1911, en Villa de Ayala, Zapata publicó el Plan que lleva ese

nombre, que se convirtió en el fundamento político de su movimiento; en él

desconocía a Madero como jefe de la Revolución y nombraba para dicho cargo

a Pascual Orozco.

Como Presidente Constitucional ya, Madero no llegó a ningún acuerdo

con Zapata. El presidente Madero, deseoso de encontrar solución pacífica,

nombró Comandante de la 7a Zona Militar al General Brigadier Felipe Ángeles,

director del Colegio Militar. Desgraciadamente el General Ángeles cometió el

mismo error que sus antecesores: dejar guarniciones en poblados importante.

La madrugada del 9 de febrero de 1913 una parte de las tropas que

formaban parte de la guarnición de la capital de México, encabezadas y dirigidas

por los generales de Brigada Mariano Ruiz y Manuel Mondragón sorprendieron a

las fuerzas del 20o batallón de infantería que estaban de guardia en las puertas

Central y de Honor del Palacio Nacional, y lograron poner en libertad a los

generales de división Bernardo Reyes y al Brigadier Félix Díaz. A este

movimiento subversivo que se conoce como “La Decena Trágica”, que

culminaría con la renuncia y asesinato del Presidente Madero y el

Vicepresidente Pino Suárez.1

Gracias a la actitud del General Victoriano Huerta,

el cuartelazo se

convirtió en movimiento triunfante. El día 18 se recibe en Saltillo y otras capitales

de la República un comunicado que decía: “Autorizado por el Senado, he

asumido el Poder Ejecutivo estando preso el Presidente y su gabinete.

Victoriano Huerta”.

1.2

1

BASES LEGALES PARA LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO ACTUAL

SÁNCHEZ LAMEGO, Miguel, Historia Militar de la Revolución Constitucionalista, Instituto

Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. México, 1956. Página 31.

El 19 de febrero de 1913 Carranza envía excitativa al Congreso local para

que decida la actitud a tomar por el gobierno de Coahuila en semejante trance –

ya que Carranza, a su juicio, el Senado carecía de autoridad constitucional para

nombrar Presidente de la República- y, el mismo día, se emite dictamen

apoyando su determinación y se le propone publicar un proyecto de decreto

desconociendo a Huerta como Presidente de la República;2 Carranza lo

promulgó inmediatamente y lo envió a Huerta. Ese documento histórico puede

calificarse como el “acta de nacimiento” y base legal del actual ejército, por lo

que se reproduce textualmente:

Venustiano Carranza, Gobernador Constitucional del Estado Libre y

Soberano de Coahuila de Zaragoza, decreta que a fin de procurar de la manera

más conveniente la solución del conflicto, proponiendo a la deliberación de

...

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