HORACIO PEÑA, ÉTICA

HORACIO PEÑA, ÉTICA.

Peña estaba con el Perón relacionado con la Izquierda, sin embargo, no lo querían mucho debido a la violencia estatal. Pregonaba por un comunitarismo en donde lo más importante en la sociedad es la comunidad.

1-“Somos una comunidad de profesionales, obreros y estudiantes que anhelamos calar en profundidad los graves problemas de la comunidad humana. (…) Pero la mejor actitud espiritual no es suficiente. El mundo necesita una superación efectiva de las actuales estructuras que permiten la explotación del hombre por el hombre en el campo de la producción, del crédito y del consumo, en el orden nacional e internacional” (Editorial, Nro 1., p1).

En esto dice que no alcanza si solamente tenemos cosas espirituales, sino que la justicia social va más allá, de lo espiritual, también se incluye lo material.

2- “Al capitalismo debemos abolirlo con la implantación del régimen comunitario. (…) Al comunismo debemos abolirlo con el testimonio auténtico de nuestro humanismo cristiano” (Editorial, Nro 1., p1).

Él critica a ambas posturas, tanto al capitalismo, que debe ser reemplazado por el comunitarismo, como al comunismo, que debe ser abolido por el testimonio del humanitarismo cristiano.

3- “La necesidad de incorporar al texto de nuestra Carta Magna principios que garanticen los derechos del trabajo y de la Seguridad Social es una consecuencia de la etapa de la evolución que vive el mundo. La Revolución Francesa marcó el comienzo del constitucionalismo individual con la proclamación de los derechos del hombre y del ciudadano; en cambio, hoy vivimos en plena época del constitucionalismo social. Era necesario entonces dar vigencia en nuestra Constitución a esos principios”. (Horacio Peña, Diario de sesiones, p. 1252)

Los derechos no son más derechos individuales, sino que se ha llegado a la época en donde son necesarios la incorporación de los derechos sociales, superar la etapa de la Revolución Francesa que dio paso a los derechos individuales.

4- “La lucha por la liberación económica del hombre, que no es más que la lucha por liberarlo del hambre, dándole los medios para que pueda vivir una vida digna, es un complemento de su pugna por la liberación política. Una mejor distribución de la riqueza entre los hombres debe ser el objetivo concreto de ese combate. La democracia política es una farsa si no está complementada por la democracia industrial. Que tiende a darle a todos la posibilidad del acceso directo a los medios de producción como propietarios. Ello está en consonancia con la justicia social, que no es otra cosa que el bien común a que debe tender la comunidad” (ídem p. 26)

Alberto Duhau y Vila Echague estarían de acuerdo con que la liberación política tiene un complemento que es darle los medios para una vida digna, ya que el hombre es más libre. La distribución de la riqueza puede suceder con el libre mercado.

La democracia política será una farsa mientras el pueblo no sea “dueño” de ella, y para eso es necesario la democracia industrial, en donde los obreros son los dueños de las industrias, esto permitiría ir “practicando o acostumbrándose” a una democracia política.

La justicia social es una democracia social.

5- “La lucha por la Justicia Social es uno de nuestros principales objetivos. Ella ha sido tradicional en todos los movimientos inspirados en el socialcristianismo. Recordemos de paso que los precursores de la democracia cristiana francesa agrupados en 1830 en torno al periódico L’Avenir,  tuvieron como principal preocupación la condición del proletariado. Esto sucedía dieciocho años antes que Marx y Engels publicaran el “Manifiesto Comunista”. (Horacio Peña, Diario de sesiones, p. 1253)

Relata la anterioridad que tiene la democracia cristiana frente al comunismo, ellos estaban antes, se preocuparon antes de la justicia social.

6- “Nada hay más contrario al espíritu cristiano que la conformidad del burgués con el orden establecido, orden que más bien podría llamarse desorden y que ampara, o por lo menos tolera, toda clase de injusticia” (Horacio Peña, El deber de los cristianos, Comunidad 1, noviembre de 1955, pp. 24-27)

Aquí habla de cómo debe ser un buen cristiano, un buen cristiano debe ir contra el orden, por que ampara a la injusticia.

7- “Para ello es indispensable que desaparezca el régimen capitalista y que se instaure el humanismo integral de que nos hablaba Maritain. La tarea no es fácil. Las experiencias sociales no se improvisan de un día para el otro, pero es necesario acometer esa reforma, sin temores y con decisión” (ídem p. 25-26)

Es necesario dinamitar el capitalismo, pero hacer eso, indica una decisión política fuerte, debido a que se debe ir en contra de la propiedad privada.

8- “En materia de política económica el socialcristianismo también tiene una clara posición. Brillantes profesores de las universidades europeas y americanas han expuesto sus tesis. (…) Estos economistas han sistematizado la doctrina económica del socialcristianismo que es la fuente de los partidos demócratas cristianos, valorando debidamente los derechos sociales y gremiales qué vamos a institucionalizar en nuestra Constitución. Ellos también han puesto de manifiesto la crisis del liberalismo económico como doctrina y del capitalismo moderno como sistema, liberalismo económico que hoy pretende al reaparecer con simples paliativos bajo el nombre de neoliberalismo. Roepke es uno de sus principales expositores, sin comprender que es necesario una revisión total de la doctrina económica para que ésta deje de estar al servicio del poder y del dinero y se ponga al servicio del hombre, y que es necesario también una reforma profunda de las estructuras para realizar un mundo más justo, más humano, más cristiano”. (Horacio Peña, Diario de sesiones, p. 1253)

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