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Historia De Mexico


Enviado por   •  29 de Junio de 2014  •  3.988 Palabras (16 Páginas)  •  259 Visitas

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HISTORIA DE MEXICO

Influencia que siguen teniendo en el Mexico actual (siglo XXI) los acontecimientos que a continuación se presentan:

REVOLUCION DE 1910.

La Revolucion Mexicana, iniciada por Francisco I. Madero en busca de un cambio político, y continuada por quienes le imprimieron el rumbo hacia una transformación mas amplia; legislativa, social y económica, es una de las etapas mas trascendentales de la historia de Mexico pues, aparte de las modificaciones inmediatas que produjo el cambio de régimen, marca el inicio de la evolución histórica del país en el transcurso del siglo XX. Los gobiernos emanados del movimiento revolucionario sentaron las bases del sistema político institucional que dominaría la vida nacional durante el resto del siglo, con base en la creación de una Carta Magna cuyo propósito fue responder a las demandas de los diversos grupos que atendieron el llamado del Plan de San Luis Potosi.

El estallido de la revolución aquel 20 de noviembre de 1910 constituyo una respuesta violenta de los diversos grupos sociales que, a lo largo y ancho del país, padecían de diversas maneras y en diferentes grados la prolongada paz porfiriana y, sobre todo, los mecanismos de control que esta implico en aras de un progreso económico que, a pesar de que condujo a Mexico a la modernidad, se cimento en grandes contradicciones que fueron generando un creciente descontento hasta que al final, como diría el mismo don Porfirio “desencadenaron al tigre”, y sumieron al país en una violencia que duro casi 10 años. En México, desde el último tercio del siglo XIX, se había dado un fenómeno de control del poder político, en el cual la reelección de las autoridades era una constante y las elecciones se realizaban de manera periódica, pero no para elegir a los futuros gobernantes, sino para validar la selección que desde antes se había dado en las cúpulas de la clase dirigente y al margen de los ciudadanos.

El monopolio del poder político era manifiesto en los tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal. A nivel federal la reelección del poder ejecutivo fue una constante, el general Porfirio Díaz se mantuvo en el poder alrededor de treinta años, entre 1877 y 1911. En el ámbito estatal se dieron situaciones semejantes. En el Estado de México el general José Vicente Villada se mantuvo en el poder durante 15 años, desde 1989 hasta el día de su muerte, acaecida en mayo de 1904. En los municipios las cosas no fueron distintas. También se vivió una concentración del poder en unas cuantas manos. Los presidentes municipales se reelegían una y otra vez. El poder municipal se centralizó en unas cuantas familias. Antes de la Revolución Mexicana, el voto servía para legitimar la elección que se había dado con anterioridad en las cúpulas del poder. No siempre los electores podían escoger entre dos o más aspirantes, era común que sólo pudiesen sufragar por un único candidato. Y cuando a la contienda concurrían dos o más candidatos, se trataba de personas que ya habían sido presidentes municipales y que aspiraban de nuevo al cargo. Las elecciones eran más un ritual político que servía para legitimar selecciones previas que un ejercicio democrático para elegir a los futuros gobernantes. En el Estado de México, a partir de 1875, los presidentes municipales eran elegidos por voto popular directo y duraban doce meses en el cargo. A diferencia de ahora, no todos los ciudadanos podían aspirar a ocupar la presidencia municipal, pues la ley impedía a los trabajadores las personas que recibían un jornal ocupar un cargo de elección popular. Esta prohibición dejaba fuera de la contienda por el poder a la mayoría de los ciudadanos de los municipios, y permitía que las familias pudientes controlaran el poder político.

La fase armada de la Revolución Mexicana no modificó sustantivamente el panorama de la democracia municipal. Durante el periodo comprendido entre 1910 (año en que se inicia el movimiento armado) y 1919 (cuando se promulga la Ley Orgánica Electoral), el impacto más notable fue la supresión de la reelección. El movimiento armado aumentó notablemente el número de aspirantes a las presidencias municipales, pues algunas facciones revolucionarias crearon en la población la idea de que se avecinaba una verdadera democracia, pero, contrariamente a las expectativas de la gente, las alcaldías se mantuvieron en manos de unas cuantas familias.

En uno de los municipios del estado de Toluca, el poder estuvo en manos de cuatro personas: Félix Calderón, Panfilo H. y Castillo, Francisco Ruaro y Arnulfo García. Todos ellos fueron presidentes municipales en más de una ocasión pero ninguno ocupó el cargo de manera consecutiva, es decir, ninguno fue reelecto. La reelección desapareció de la democracia municipal pero se mantuvo el control del poder político, aunque ahora en familias distintas a las que habían tenido el poder durante la época de Porfirio Díaz.

En la fase de reconstrucción de la Revolución Mexicana la democracia electoral tuvo otros cambios. Como consecuencia de la promulgación de la Ley Orgánica Electoral, un número mayor de ciudadanos pudo aspirar a ocupar la presidencia municipal. La nueva ley suprimió la

prohibición que impedía a los trabajadores aspirar a ocupar un cargo de elección popular. De 1919 a 1927, último año en que la gestión municipal fue de un año, el número de aspirantes a los cargos públicos aumentó sustancialmente y el monopolio del poder político quedó atrás. En el municipio que nos sirve como ejemplo, encontramos que en algunas elecciones se presentaron hasta diez candidatos para la presidencia municipal y que nuevas familias se integraron a la élite política local. En este periodo gobernaron miembros de las familias Calderón, Castillo, García, Mata, Ruaro y Ruiz. La reelección ya no era un fenómeno que se diera en los comicios y el poder dejó de estar en unas cuantas manos.

Como podrá observarse, la Revolución Mexicana impactó notablemente la democracia municipal en el Estado de México. Tanto el movimiento armado como las leyes que de él emanaron, crearon las condiciones para que la reelección de los presidentes municipales, tan socorrida durante las dos últimas décadas del siglo XIX y la primera del siglo XX, quedara en el pasado y además, para que las elecciones cumplieran con la función que les correspondía; y para que el

poder ya no estuviera concentrado en unas cuantas manos. Aunque lo que siguió a 1929 pone en entredicho los alcances políticos del movimiento revolucionario, lo cierto es que fue un parteaguas en la historia reciente de México

Conclusion.

Lo que puedo apreciar y al mismo

...

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