Historia, ¿para Qué?
SmokeMK3 de Agosto de 2014
654 Palabras (3 Páginas)138 Visitas
“La historia es una necesidad de la humanidad- la necesidad que experimenta cada grupo humano, en cada momento de su evolución, de buscar y dar valor en el pasado a los hechos, los acontecimientos, las tendencias que preparan el tiempo presente, que permiten comprenderlo y que ayudan a vivirlo”. Así es como el autor Carlos Pereyra nos define lo que para él es la historia.
Durante un largo tiempo la historia fue concebida como si su tarea consistiera en mantener vivo el recuerdo de acontecimientos memorables. La función de esta disciplina se limitó primeramente a conservar en la memoria social un conocimiento de sucesos decisivos para la unión de la sociedad, la legitimación de sus gobernantes, el funcionamiento de las instituciones políticas y eclesiásticas así como de los valores y símbolos populares.
En cuanto a la pregunta Historia ¿Para qué? Para el autor pone a debate el problema de la función o utilidad del saber histórico.
La historia se trata de cuestiones vinculadas, unos son los criterios conforme a los cuales el saber histórico prueba su legitimidad teórica y otros son los rasgos en los cuales este saber desempeña cierta función y resulta útil más allá del plano del conocimiento y el aprendizaje.
La eficacia del discurso histórico no se reduce a su función de conocimiento: posee también una función social cuyas modalidades no son exclusivas ni primordialmente de carácter teórico. Todo discurso histórico interviene en una determinada realidad social donde es más o menos útil para las distintas fuerzas en oposición.
La función teórica de la historia (explicar el movimiento anterior de la sociedad) y su función social (organizar el pasado en función de sus requerimientos del presente) son complementarios. La función social exige y obliga a identificar responsables (tanto culpables como héroes).
El papel de la historia como ideología es un obstáculo para la realización del papel de la historia como ciencia. Aunque todas las formas del saber se desarrollan ligadas a resortes ideológicos que intervienen con vigor en la selección de temas y enfoques como en la utilización posterior de conocimientos, en el caso de la historia la intervención de esos resortes ha sido decisiva.
Nuestro conocimiento del pasado es un factor activo del movimiento de la sociedad, es lo que se ventila en las luchas políticas e ideológicas. El pasado, el conocimiento histórico puede funcionar al servicio del conservatismo social o al servicio de las luchas populares. La historia penetra en la lucha de clases y jamás será neutral.
La reflexión histórica aparece como una tarea urgida precisamente por las luchas y contradicciones que caracterizan a una época. La historia desempeña un papel destacado en la confrontación ideológica. Para Chesneaux, “la reflexión histórica es regresiva, funciona normalmente a partir del presente, en sentido inverso del fluir del tiempo, esta es su razón de ser fundamental.
La historia no es juzgar, es comprender y hacer comprender. El estudio del pasado es indispensable para el servicio del presente.
La función del historiador no es ni amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominarlo y comprenderlo, como clave para la comprensión del presente.
En conclusión podemos decir que la historia es una necesidad que experimentan todos los grupos humanos para buscar dar valor a los hechos del pasado.
Mientras que antes se le consideraba como si su tarea fuera el mantener vivos los recuerdos de acontecimientos importantes. Desde el principio se le ha visto como una colección de hechos memorables y situaciones y su entendimiento prepara a las personas para la vida en la sociedad. La historia jamás va ser neutral ya que es por la lucha entre clases, otra de
...