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Impacto De Los Crímenes De Cuello Blanco


Enviado por   •  9 de Junio de 2014  •  16.251 Palabras (66 Páginas)  •  594 Visitas

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ÍNDICE

Introducción 4

Planteamiento del problema 7

Justificación 8

Objetivos 9

MARCO TEÓRICO

CAPÍTULO I- DELITOS DE CUELLO BLANCO

1.1- Definición 10

1.2- Cuestiones de política 12

1.3- La justicia al servicio de la impunidad 13

1.4- Reprobación del escándalo 15

1.5- Características generales de los delitos de “Cuello Blanco” 16

1.6- Perfil Psicológico del Criminal de Cuello Blanco 17

CAPÍTULO II -LA CORRUPCIÓN POLÍTICA UN DELITO DE CUELLO BLANCO

2.1 - La corrupción política un delito de cuello blanco 18

2.1- Delito de cuello blanco en la República Dominicana (Corrupción) 19

2.2- Evolución De La Corrupción En República Dominicana 20

2.3- Situación de la corrupción en la República Dominicana 24

2.4- Casos Con Decisiones Judiciales Definitivas 25

Conclusión 29

Bibliografía 31

IMPACTO SOCIAL DE LOS DELITOS DE CUELLO BLANCO

INTRODUCCIÓN

El delito de cuello blanco es el crimen cometido por una persona de respetabilidad y un estatus social alto en el curso de su ocupación.

Edwin H. Sutherland (1883-1950) ha sido considerado como uno de los criminólogos estadounidenses más influyentes del siglo XX. La frase crimen de cuello blanco la introdujo por primera vez en su discurso de toma de posesión ante la Asociación Americana de Sociología, el 27 de diciembre de 1939. Posteriormente, en 1949, pública su monografía White-Collar Crime (Delito de cuello blanco).

Sutherland dejó claramente establecido, que este tipo de delito era cometido por personas con elevado status socioeconómico. ¿Qué distingue al delito de cuello blanco de los demás delitos? Necesariamente la persona de status socio-económico que comete un crimen de esta naturaleza, tiene que desarrollarlo en áreas y ámbitos relacionados íntimamente con sus ocupaciones profesionales. Esto quiere decir, que una persona de status social bajo puede cometer un crimen de alta consideración económica distanciada de su actividad profesional; también, alguien de status socio-económico muy elevado puede cometer un delito común: estos no son crímenes de cuello blanco.

El estigma de este delito históricamente ha gravitado mucho en el sistema de justicia penal; las personas acusadas por delitos de cuello blanco rara vez son detenidas, rara vez se les toman las huellas dactilares, pocas veces son conducidas ante los tribunales o ingresan en la cárcel, además la vía penal en estos crímenes es usada como último resorte.

Los criminólogos han puesto un gran énfasis en la pobreza y en patologías sociales y personales que habitualmente se asocian con ella. Sus estudios se reducen a criminales de las clases socio-económicas bajas y han basado, de este modo, sus teorías en una sesgada muestra de todos los criminales.

El concepto de delito de cuello blanco tiene una gran relevancia desde el punto de vista de las teorías de la conducta delincuente, ya que llama la atención hacia una amplia área de la conducta criminal que ha sido descuidada por los criminólogos.

Es posible que no haya un ataque al disfrute de la propiedad, que no haya violencia directa, es posible que no sean fácilmente perceptibles tanto el hecho como el daño, pero el perjuicio económico derivado es demasiado alto, así como la desconfianza de un pueblo, la pérdida de credibilidad en los dirigentes o la amenaza a la estabilidad del sistema económico del país.

Corrupción, malversaciones de dinero público, ganancia ilícita, impago fraudulento, son conceptos definidos y defendidos interesadamente.

Los juicios de los delincuentes de cuello blanco terminan siempre dejándolo libre pues por su influencia, la ley no se aplica como se debiera, ya que por su dinero, puede quedar libre de cualquier delito que se le inculpe.

La frontera entre lo lícito y lo ilícito se nubla y su visibilidad disminuye, máxime cuando la investigación es difícil de llevar a cabo debido a la escasez de denuncias, al apoyo o corporativismo de otros colegas profesionales, a la posibilidad de costearse defensores de prestigio, a una policía no preparada, a la dificultad para recoger pruebas, a la posibilidad de atajar estos problemas mediante acuerdos amistosos, a la lentitud burocrática de la justicia (es bastante improbable que los delitos "menores" prescriban) y todo para que el delincuente de cuello blanco pase por la cárcel un par de horas y luego salga libre de toda culpa.

Entre nosotros existen tipos de esa calaña, personas que por su apariencia física y su forma de comportarse engañan a cualquier persona y así se ponen más cerca de su “blanco”, que es el robo de dinero.

Los delincuentes de cuello blanco pueden ser banqueros, comerciantes, políticos, militares, policías y cualquier persona de fama y dinero.

También los funcionarios pueden ser delincuentes de cuello blanco, cuando malversan los fondos de la institución donde se encuentran. Pero lamentablemente, para éstos la justicia no es igual.

Son personas que desde sus escritorios, sentados, pueden hacer todo tipo de fechorías e incluso, ser narcotraficantes o ser lavadores de dinero. Estos delincuentes son los que usan su apariencia física y sus conocimientos, para robar dinero extraer dinero de forma fraudulenta de cualquier empresa en la que se encuentren.

Con este pequeño estudio podemos darnos cuenta que entre nosotros, en nuestro país existen muchos delincuentes de cuello blanco, los cuales están beneficiados, ya sea por el dinero, y así la justicia no se cumple, o por las influencias que tiene.

Lamentablemente, se trata de un cáncer que ha sido difícil de extirpar de la sociedad y al

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