ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Invención y evolución del cartucho.


Enviado por   •  3 de Agosto de 2014  •  Ensayos  •  2.447 Palabras (10 Páginas)  •  218 Visitas

Página 1 de 10

Invención y evolución del cartucho.

Se denomina cartucho a la carga de pólvora y municiones, o de pólvora sola, correspondiente a cada tiro de un arma de fuego, envuelta en papel o lienzo o encerrada en un tubo metálico, que puede contener solamente la pólvora, o ésta junto con el proyectil, o finalmente, ambos elementos y además el cebo.

CARTUCHOS DE PAPEL

Existen fundados motivos para creer que el cartucho apareció por primera vez en España, donde lo empleo la artillería en al segunda mitad del siglo XVI, dándole el nombre de cachucho, probablemente a causa de llamarse así cada uno de los huecos que en la aljaba servían para contener las flechas.

Ya Bernardino de Mendoza nos dice: “Los artilleros, hacen cachuchos ó sacos para cargar más fácilmente y apresurar las rociadas...” (Teoría y practica de la guerra, Amberes, 1595)

Esta innovación pronto pasaría a las armas ligeras, siendo ,al parecer, las tropas de infantería suecas del rey Gustavo Adolfo las que hacia 1630 introducen el cartucho de papel para cargar sus fusiles.

Este cartucho solo contenía la pólvora, lo que obligaba al tirador a realizar la carga en varios tiempos (introducir el cartucho de pólvora, el proyectil, cebar la cazoleta,...) y, por lo tanto, la capacidad de abrir fuego resultaba sumamente lenta. Había que introducir modificaciones en el cartucho que facilitaran mas la carga del arma, y en principio la cuestión fue solucionada con envolver el proyectil juntamente con la carga de pólvora. Pero esto no aceleró mucho la cuestión, dado que a causa del rayado del anima del cañón había que forzar la bala esférica con la baqueta, teniendo en ocasiones que llegar a golpearla con mazo, función que reducía mucho la velocidad de fuego. Esto se solucionó en parte con la aportación de un francés, el capitán Claudio Minie, quien diseñó una bala cilindrico ojival con base hueca donde se introducía una pieza tronco cónica de madera que al ser empujada por la fuerza de los gases, que produce la combustión de la pólvora, se introducía en la base hueca de la bala haciéndola aumentar de calibre y ajustar al ánima para tomar perfectamente las estrías. Posteriormente los ingleses perfeccionan la bala Minie logrando suprimir la necesidad de la cuña tronco cónica de madera.

El empleo de esta bala facilitó la carga y posibilitó una cadencia de tiro de dos o tres disparos por minuto, pero no era suficiente, había que seguir cebando la llave. El cartucho tenia que seguir evolucionando hasta que se le añadiera el pistón o cebo para tener los tres componentes que permitieran realizar la carga de una sola vez.

En 1799, Edward C. Howard, dio el primer paso al descubrir las pólvoras fulminantes, que podían hacer explosión o prenderse al ser golpeadas. Innovación a la que no se la encontró aplicación hasta que en 1807, el sacerdote escocés Alexander Forsyth inventa la llave de percusión donde utiliza la propiedad de las pólvoras fulminantes de inflamarse al choque. Posteriormente cuando se ve que la idea funciona, una serie de armeros comienzan a perfeccionar la idea hasta que armero ingles Egess, inventa el pistón.

Solo faltaba ya que alguien encontrara la manera de unir el pistón al cartucho, y diseñara un sistema de retrocarga que evite el tener que cargar el arma por la boca de fuego. Y como las cosas complicadas siempre hay alguien que las hace fáciles, en 1836 gracias a Juan Nicolás DREYSE, ven la luz dos grandes inventos que revolucionaran el sistema de carga en las armas de fuego: el fusil de aguja y elcartucho combustible.

El cartucho Dreyse, esencialmente consiste en una envoltura de papel que contiene ya los tres elementos básicos: pólvora, bala y cebo fulminante. Pero con un orden de colocación muy peculiar. El fulminante va situado delante de la carga de pólvora, en el fondo de un taco de madera, sobre el que se asienta una bala de plomo de forma ovoidea; de manera que al disparar la aguja debe atravesar todo el espacio ocupado por la pólvora para incidir en el pistón.

Cartucho Dreyse

Exceptuando Prusia la mayoría de las naciones consideraron el fusil de aguja y el cartucho Dreyse, un verdadero disparate, pero la realidad se impondría, y nunca mejor dicho, “por las armas”.

El 3 de julio de 1866, en la batalla de Sadowa, los prusianos, mandados por Guillermo I, y los austríacos, a las órdenes de Bernedek, se enfrentaron durante ocho horas. La superioridad del armamento prusiano (el fusil de aguja) fue la causa de las cuantiosas pérdidas experimentadas por los austríacos (60.000 hombres). Esta batalla, y las escaramuzas que la precedieron, pusieron de manifiesto de una manera ejemplar las ventajas que tenían el fusil y la munición desarrollada por Dreyse sobre todos los demás que estaban en uso en el resto de las naciones europeas.

A pesar de la incredulidad de algunos militares que propugnaron la idea de que al combatiente no se le podía dar tanta facilidad de abrir fuego, pues se derrocharía la munición en los primeros momentos del enfrentamiento, la realidad les demostró su necedad. Una nueva era se abría para las armas de fuego y la avancarga tenían sus días contados.

Sin demora, todas las naciones de Europa, comenzaron a cambiar el sistema de carga de sus armas aceptando las ideas postuladas por Dreyse. Se inicia una corriente de progreso para mejorar el sistema, y en esta ocasión será Francia la que coge el relevo.

Con la intención de disminuir la longitud de la aguja, pronto se variaría la colocación del pistón; aparece elcartucho Chassepot que lleva la cápsula iniciadora en el centro de un disco de cartón, que constituye el culote del cartucho; la envoltura es de papel parafinado recubierto con muselina de seda.

En este cartucho ya podemos ver una gran semejanza con los actuales, claro está, a excepción de la vaina.

Los cartuchos de papel tenían sus inconvenientes. La falta de resistencia y no resguardar de la humedad a la pólvora que contenían; además de la acumulación de sarro que producen en la recámara, reduciendo el tamaño de la misma e impidiendo introducir un nuevo cartucho sin antes limpiarla, eran los nuevos problemas a solucionar..

En 1836 Casimiro Lefaucheux, basándose en estudios del maestro armero Pauli, idea un nuevo cartucho que solucionará en gran parte los inconvenientes anteriores. Entra en escena el “cartucho de aguja”(“A broche”), con un diseño diametralmente opuesto a los anteriores y técnicamente muy avanzado para su época. Estaba formado por un vaina

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com