JOSÉ ROLDÁN XOPA. ITAM. 2002. SOBRE EL CONCEPTO DEL CONFLICTO.

SOBRE EL CONCEPTO DEL CONFLICTO.

JOSÉ ROLDÁN XOPA. ITAM. 2002.

El conflicto es propio de cualquier sistema de interacción. Es indicador de desacuerdo, señal de tensión. Carece de sentido plantear si la sociedad actual es más o menos conflictiva que antes, pues no se trata de un problema cuantitativo, sino en todo caso de la cualidad o complejidad de los conflictos y de la capacidad o posibilidad que tiene los afectados de intentar solucionarlo.

Pero, ¿qué es el conflicto?. Como nos advierten distintos autores no existe una definición única, general y suficiente del término. Sin embargo del uso común y especializado de éste concepto es posible señalar algunos rasgos comunes a sus distintas definiciones:

• Interrelación e interdependencia de las partes. Si como hemos establecido el conflicto es propio de cualquier sistema de interacción, éste presupone que al menos deben existir dos partes que mantienen algún vinculo entre sí, que les ubica en una relación de interdependencia estratégica para sus acciones respecto al bien en disputa, es decir, una relación en la que las acciones de una de las partes están determinadas por las acciones de la otra y viceversa.

• Antagonismo de entre las partes.  El conflicto es un indicador de un desacuerdo existente entre las partes por la satisfacción de sus deseos, intereses o aspiraciones  sobre el control de un bien.

• Las percepciones de las partes. Para que exista un conflicto, las partes deben tener la creencia, verdadera o falsa, que son cada una de ellas las que de forma autónoma deben tener el control del bien en disputa, así como la percepción de que la contra parte llevará a cabo las acciones que estén a su disposición para obtener dicho control.

A partir de estas notas podemos intentar construir una definición del conflicto o adoptar alguna de las definiciones que dan cuenta de ellas como la planteada por Marc H. Ross, para quien el conflicto son “las acciones de dos o más partes que contienen por el control de materiales escasos o recursos simbólicos”.

Los conflictos son formas de interacción social que implican la presencia de por lo menos dos partes y que tienen su origen en una diferencia, real o aparente, de intereses, deseos o aspiraciones que se presentan como incompatibles y que llevan a los participantes a enfrentarse en el intento de lograr su objetivo. Es decir, los conflictos se componen de las acciones de dos o más partes que guardan alguna relación entre sí y que contienden por el control de bienes o materiales escasos o de recursos simbólicos (tales como la fama, el prestigio, el honor, etc.).

A pesar de que en nuestra cultura el conflicto se asocia con la violencia y la destrucción, resulta necesario aclarar que éste es una manifestación natural, necesaria e inevitable de las relaciones interpersonales y políticas. Mientras existan mecanismos que lo regulen, el conflicto puede ser incluso útil, ya que favorece la transformación y regulación de las relaciones sociales, definiendo identidades y racionalizando estrategias de cooperación y competencia.

Si logramos entender que los conflictos son inherentes a las relaciones humanas, podemos comprender que forman parte del orden. Son manifestaciones de éste, así como del sistema de las relaciones de la sociedad en que se desarrollan. Es decir, el orden en toda sociedad es un arreglo normalizado del conflicto. Por ello resulta indispensable conocer sus características, reglas, posiciones y relaciones de ese orden, para entender el conflicto. En muchas áreas donde se ha formalizado el orden, el conflicto está regulado de tal modo que no siempre nos damos cuenta de su existencia, como en el mercado, por ejemplo.

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