LA Bayesta y su historia

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Como la ballesta cambio el paradigma de los enfrentamientos

José Domingo Acuña

         La caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 da inicio al período histórico denominado como la Edad Media, la cual trasciende desde el siglo X hasta el XV. Una de las características principales de sus pueblos barbaros fueron las continuas guerras e invasiones y los avances tecnológicos. Estas cualidades llevaron a los pueblos a desarrollar y perfeccionar una gran variedad de armas medievales las cuales eran primordiales en los enfrentamientos, con un mayor poder militar las posibilidades de ganar batallas aumentaban considerablemente ya que el ataque era más efectivo, por medio de estas podían obtener una mayor baja de enemigos.  Una de las armas más emblemáticas del periodo fue la ballesta, debido a su gran efectividad, poder de disparo y se necesitaba un mínimo entrenamiento para poder utilizarla.

Evidencias físicas tanto como escritas señalan que la ballesta fue creada en China en el año 1064 bajo la dinastía Chou. Sin embargo, indistintamente se estaba fabricando en Grecia otro tipo de ballesta llamada “gastrafetes” alrededor del mismo periodo.

La ballesta es un arco montado sobre una base de madera recta que consiste en impulsar proyectiles. En un principio esta se constituyó de un fuerte arco metálico compuesto por una o más varas metálicas que se encuentran unidas, esto se llama “arbalesta”.  En el centro de esta hay un carril en donde se coloca el proyectil, el cual podía variar, y mediante una cuerda (que en un principio fue de origen vegetal o de tripa) se tensaba el arco metálico. Entre más tenso estuviera el mecanismo, mayor era la potencia de disparo.  Las ballestas tienen una especie de culata la cual se apoya en el hombro del ballestero^[1] para tener un mayor control, y tiene un gatillo con el cual se disparaba el proyectil. Una de las formas más utilizadas para tensar la ballesta fue colocarla en el suelo con el pie encima y con ambas manos tensar la cuerda, aunque la técnica más efectiva fue mediante un torniquete de manivela. Con el paso del tiempo esta fue evolucionando cambiando ciertos elementos que le permitieron un mejor desempeño, como utilizar alambre en vez de la cuerda, pero el mecanismo sigue intacto.

Su predecesor era el arco de flechas, el cual exigía un gran entrenamiento (15 años de perfeccionamiento), una serie de habilidades para poder efectuar disparos certeros, y una gran complejidad respecto a su construcción. Mientras que, la ballesta era de fácil manejo y construcción.

Este majestuoso objeto medieval ha sido el anticipo más equivalente a las armas de fuego. El ballestero se colocaba a la altura del ojo el final del carril para alinearse con el objetivo y luego con el apretar el gatillo el proyectil salía disparado.

Esta arma fue fabricada por la latente necesidad de poder perforar las armaduras del enemigo que con el tiempo se volvían cada vez más sofisticadas, incorporando una serie de distintos materiales tales como cuero y protecciones metálicas que protegían a los caballeros.  La ballesta prácticamente garantizaba una baja enemiga con un disparo en el corazón o en la cabeza, de otra forma el rival quedaría muy mal herido.

El proyectil cumplía un rol muy importante ya que era el elemento que perforaba al enemigo. Existieron distintos proyectiles, respecto de los cuales variaba su largo y peso. Esto con el propósito de lograr mayor dureza en el proyectil y distancia en su disparo. El proyectil principal fue la flecha, tal como la del arco. Sin embargo, se utilizaron un gran número de proyectiles los cuales tenían diferentes características, algunos de estas eran con punta de madera o de metal, a otros se les añadían plumas para mejorar su estabilidad.  

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