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LA DÉCADA DE LOS 70, EL COSTO DEL CRECIMIENTO


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2011  •  3.199 Palabras (13 Páginas)  •  1.213 Visitas

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La década de los 70, El costo del crecimiento.

Hablar de la década de los 70’s en la economía mexicana es hablar de una economía que a la vez que experimentaba (o dejaba ver) un crecimiento acelerado, mermaba la capacidad de acción en un futuro al ir cavando un hoyo de endeudamiento del cual sería muy difícil salir.

Si bien es cierto que como dice Villafañe, la economía mexicana sigue mostrando enormes potencialidades, que se reflejan en los ciclos de recuperación de las crisis y en los segmentos de la economía que han podido internacionalizarse; las rápidas recuperaciones se han ido acompañando de crisis económicas cada vez más rápidas y profundas.

Según Mora, entre 1971 y 1981 la economía mexicana creció una tasa media anual de 6.7% en términos reales y 3.7% por habitante, comprendiendo dos periodos presidenciales que en un inicio fueron esperanzadores pero que al final de cuentas terminaron sin cumplir las expectativas que crearon, incluso siendo el blanco de duras críticas a su administración.

El cambio al desarrollo compartido.

El primer periodo, que comprende de 1970 a 1976, estuvo a cargo de Luis Echeverría, quien echó a andar la estrategia del “desarrollo compartido”, con el cual trataba de reanimar la actividad económica y reorientarla mediante la inversión directa del estado en sectores estratégicos; teniendo una participación mayoritaria en la industria petrolera, petroquímica básica, electricidad y azufre (100%); ésta además de otras inversiones podría sonar bien en un principio, aunque la proveniencia y uso eficiente de los recursos aun estaba en duda.

La denominación "desarrollo compartido" viene de la creación por parte del Gobierno de organismos y fideicomisos; es decir, hubo una fuerte intervención del Estado en la economía.

En los setentas, México reciente la crisis de la economía mundial y el Estado Mexicano amplia su participación en la economía nacional. Derivado de la política durante este sexenio, se recurre al creciente endeudamiento externo perdiendo en 1976 la estabilidad cambiaría que había existido durante 22 años.

El periodo se caracterizó por políticas populistas de elevado gasto deficitario y expansión monetaria para recuperar el consenso político. La estrategia política consistió en acelerar el desarrollo económico y repartir sus frutos de manera mas igualitaria mediante la expansión acelerada del sector publico y de su papel cada vez mas amplio en la toma de decisiones económicas. El efecto global de las políticas económicas aplicadas fue la enajenación del sector privado y la desestabilización de la economía, la inflación se acelero aumento el déficit externo corriente.

Durante este primer periodo, incluso desde finales de la década de los sesenta se necesitaba ajustar el modelo económico para lograr una corriente exportadora que impulsara el desarrollo tecnológico e industrial en el país dirigiéndose hacia la exportación manufacturera. En ese entorno aparece el excedente petrolero y la evolución industrial exportadora se revierte. Hubo una gran distorsión de la asignación económica que provocó el petróleo; el "boom" petrolero no duró más que unos cuantos años, que se perdieron en juegos de intereses para decidir en que se invertirían los excedentes petroleros; el resultado global fue que se acumuló un pasivo externo que nos llevó a la crisis del 82, aunque por otro lado se dio una modernización e inversión industrial.

En 1970 el crecimiento del PIB fue de 6.9%, con un aumento en la inflación de 6% (más del doble de 1969), mientras que los salarios reales habían aumentado en casi 5% desde hacía dos años. Es importante mencionar el crecimiento del déficit del sector público de 2.2% a 3.8% en solo un año, esto gracias a la diferencia entre el aumento de los ingresos fiscales (11.6%) y el aumento de los gastos (16%) como resultado del nuevo modelo de desarrollo compartido.

Según el texto de Estructura Socioeconómica de México, la transición del desarrollo estabilizador al compartido no fue positiva; pues a pesar de una tasa promedio de crecimiento anual del PIB del 6%, este era inferior al resultante del modelo anterior; generando incremento en los precios y, por consecuencia, la disminución del poder adquisitivo de las personas; incluso puede decirse que los mayores incrementos se vieron en la desigualdad y la dependencia del exterior.

A pesar de que se habla de crecimiento económico, no existió desarrollo alguno, sino como saldo una crisis económica. Como se puede ver en los textos, para 1971 se redujo el déficit por la contracción del gasto del sector público, misma que provino de los gastos del capital; teniendo como resultado el incremento de la inversión privada en 8.9; la consecuencia fue que a mediados de este año se entrara en una recesión más profunda de la que se había planeado.

El siguiente año estaría caracterizado por el auge del gasto público, hablando porcentualmente, el gasto de este sector aumentó 21.2%, los ingreso 10.4%, el déficit aumentó de 2.5% a 4.9% en solo un año. La respuesta del Banco de México fue el aumento de la base monetaria mediante la impresión de dinero a fin de respaldar las demandas de fondos por parte del gobierno. En 1972 ya tenia una tasa de crecimiento anual de 12.6%.

La forma de hacer frente a este déficit fue el aumento de los ingresos fiscales, cosa que no tuvo éxito al ser su estrategia el aumento de impuestos sobre ingresos mercantiles, eso no resolvía gran cosa, permitiendo que el siguiente año se caracterizara por la alta inflación.

Las dinámicas de monetización que llevaron a las altas tazas de inflación hicieron que el sector bancario no tuviera disponibilidad para el crédito, lo que obligó tanto al sector privado como al gobierno a buscar financiamiento mediante el crédito en el exterior; para este año el déficit fiscal llegó a 6.9% del PIB, mientras que el déficit en las transacciones con el exterior fue de 2.4% del producto interno.

Para 1975 el déficit en la cuenta corriente aumentó a 4 443MDD, según los textos, la corriente neta de recursos provenientes del extranjero financiaba 25.8% de la inversión fija, que equivalía al 60% de los ingresos de la cuenta corriente de la balanza de pagos.

La inflación acumulada entre 1970 y 1975 había llegado a 6.4%, por lo que el tipo de cambio se había sobrevaluado 50.57% en ese periodo; la sobrevaluación de nuestra moneda respecto al dólar era de 73.65, incidiendo en el comercio exterior pues abarataba abaratar las importaciones haciendo menos rentables las exportaciones. La balanza de pagos siguió su deterioro y en 175 llegó a 3 637MDD, cuando en 1971 era casi 890 millones.

El

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