ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Diplomacia Del Dolar Y Su Aplicacion En America Latina Y El


Enviado por   •  31 de Julio de 2013  •  8.358 Palabras (34 Páginas)  •  4.626 Visitas

Página 1 de 34

| January 01, 2001 | Lagos Suarez, Dario | Copyright

La política exterior de los EE. UU. hacia América Latina y El Caribe se ha visto históricamente marcada por la injerencia e intervenciones en los asuntos internos de nuestro continente. Una de estas formas de intervención fue asumido por el gobierno del presidente William Howard Taft (1909-1913), cuya célebre frase "'dólares en vez de balas" permitir a analistas e historiadores denominar a esta política exterior como Diplomacia del Dólar, donde el objetivo fundamental habría sido favorecer los intereses económicos de comerciantes, banqueros y empresarios norteamericanos con inversiones en la región. Este estudio, basado fundamentalmente en documentos oficiales y fuentes primarias, no pretende refutar tal teoría sino más bien instalar en la reflexión el componente geopolítico y estratégico como una motivación superior en la política exterior de los EE.UU., país siempre temeroso de posibles intervenciones de potencias extracontinentales. Con el análisis de los casos de Haití y Nicaragua como ejemplos esclarecedores pretendemos argumentar en esa dirección.

Introducción

La política exterior norteamericana hacia Latinoamérica y el Caribe ha pasado por diversas etapas, cada una de ellas con el sello personal impuesto por el Presidente de Estados Unidos y su Secretario de Estado.

Al gobierno de William Howard Taft (1909-1913) se le asocia indisolublemente con la llamada "Diplomacia del Dólar", política exterior que según algunos historiadores y analistas tenía como objetivo fomentar y defender los intereses norteamericanos en la región. Sin embargo, aun cuando las fuentes bibliográficas no desmienten tal afirmación, es posible vislumbrar un principio u objetivo superior al meramente económico: La seguridad continental y hemisférica de los Estados Unidos podía ser resguardada y garantizada mediante la aplicación de fórmulas de carácter económico (v.g., aduanas, recaudación de impuestos, etc.) que dieran estabilidad y tranquilidad a una región frecuentemente azotada por el caos político y el desorden financiero, circunstancias que hacían temer una indeseada intervención de potencias extracontinentales.

Hacia fines del siglo XIX, los Estados Unidos están a las puertas de convertirse en una potencia mundial. Su desarrollo económico, financiero y comercial lo avalan. Centroamérica y el Caribe, por el contrario, son un mosaico de repúblicas inestables y aparentemente incapaces de alcanzar el progreso por sí mismas.

Ese contexto, unido a las proclamas imperialistas de algunos sectores norteamericanos, derivarán en una frecuente intervención en los asuntos internos latinoamericanos, una de cuyas manifestaciones será la "Diplomacia del Dólar" bajo el gobierno de W. H. Taft.

La intervención política y económica (y posteriormente militar) en Haití y Nicaragua ofrece probablemente los mejores ejemplos de lo que se intentó llevar a cabo con la "Diplomacia del Dólar" en el Caribe y en el resto de Centroamérica. En Haití, asolado por una crisis financiera y un levantamiento político interno, el presidente Taft alentó a los banqueros norteamericanos para que invirtieran en la banca y en el desarrollo de los ferrocarriles, intentando así alejar a las potencias europeas que amparaban los frecuentes reclamos de acreedores defraudados por los gobiernos haitianos. Sin embargo, cuando los resultados no fueron los deseados, la solución militar dejó de lado la espuria promesa de Taft de reemplazar las balas por los dólares.

En Nicaragua, por su parte, la presencia del dictador José Santos Zalaya, declarado nacionalista y enemigo de las inversiones norteamericanas, incitó a los intereses financieros y comerciales a apoyar su derrocamiento, a financiar a los grupos antizelayistas y a justificar el envío de dos mil soldados para proteger con las armas a un nuevo gobierno pronorteamericano.

Aunque William H. Taft, asesorado por Philander C. Knox, su Secretario de Estado, intentó extender la influencia norteamericana en la región de América Central y el Caribe mediante diversas acuerdos y convenios financieros (de hecho la fórmula ya había sido probada en República Dominicana con relativo éxito), los objetivos generales de su política exterior no difieren mucho de la de su inquieto antecesor y la de su sucesor en el año 1913. En efecto, la llamada "Diplomacia del Dólar" vino a convertirse en una especie de política mediatizadora entre el Big-Stick rooseveltiano y la mal disfrazada diplomacia moral y de hombres rectos que el presidente Wilson intentó imponer en Latinoamérica y el Caribe. El tema central para estos tres mandatarios sigue siendo el mismo: seguridad y estabilidad hemisférica. Por ello, las variaciones y el énfasis en nuevos métodos por parte de Taft no arrojan diferencias tan sustantivas en la política exterior norteamericana.

El asunto es que se ha identificado a W.H. Taft con sus palabras. En más de "alguna oportunidad éste habría manifestado que la diplomacia moderna requería adaptarse a las nuevas circunstancias que imponía el escenario mundial:

"En la presente administración la diplomacia ha tratado de

ajustarse a las ideas modernas del intercambio comercial. Esta

política se ha caracterizado por sustituir balas por dólares.

Con ello se apela de igual manera a los sentimientos humanitarios

idealistas, a los dictados de una política firme y estratégica

y a los fines comerciales más legítimos. Este es un esfuerzo

francamente directo para incrementar las transacciones

norteamericanas basándose en el principio axiomático de que el

gobierno de los Estados Unidos proporcionará todo el apoyo

necesario a las empresas americanas en el extranjero siempre

que las considere legítimas y provechosas" (1).

Esta y otras confesiones de similar carácter alimentaron y proveyeron a los críticos, no solo latinoamericanos sino también en los Estados Unidos, de los elementos necesarios para enfatizar el componente imperialista y de defensa de los intereses económicos norteamericanos más allá de sus fronteras. De ahí, entonces, que la política exterior de ese período esté tan marcada por las palabras de Taft y que generalmente el concepto sea revisado

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (54 Kb)  
Leer 33 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com