La Formación De Un País
rfarca23 de Agosto de 2012
2.219 Palabras (9 Páginas)474 Visitas
www.encuentro.gov.ar
1
Historia de un país Argentina siglo XX
Capitulo 1: “La formación de un país”
Cuando hablamos de la Argentina, solemos dibujar en nuestras
cabezas un mapa.
Si pensamos en cómo se formó, cómo se fue delineando el territorio
nacional (siempre tenemos ese mapa dibujado detrás) no podemos
dejar de referirnos a él. Pensamos que la Argentina es ese mapa.
Pero en realidad lo que ahora es la Argentina, uno de los países que
se construyeron después de la caída del Imperio español en América,
pudo haber tenido otra forma. Pudo no haberse llamado Argentina,
pudo haber sido muchos países, o parte de un gran país
hispanoamericano.
Lo que ahora se llama la Argentina era el territorio ubicado más al sur
de la América del Sur que -después de la conquista- fue organizado
por los reyes españoles en el Virreinato del Perú.
Parte del actual territorio argentino estaba incluido en las
gobernaciones del Tucumán y de Buenos Aires, dentro de ese
virreinato.
En 1776, la corona española funda el Virreinato del Río de la Plata
que ocupa, aproximadamente, los actuales territorios de la Argentina,
Bolivia, Uruguay y Paraguay.
El eje de la economía se encuentra en la ciudad de Potosí, productora
de grandes cantidades de plata, y se elige a Buenos Aires como salida
del mineral hacia Europa. (Cuenta la leyenda que es tanto el mineral
extraído, que con él se podría hacer un puente entre América y
España.)
Por su ubicación estratégica, Buenos Aires se convierte en la capital
del nuevo virreinato.
www.encuentro.gov.ar
2
El Imperio español parece volver a florecer, pero -aunque nadie lo
sabe- está a punto de derrumbarse.
En 1808, el rey de España, Fernando VII, es capturado por el
emperador francés Napoleón, que impone en el trono a su hermano,
José Bonaparte.
Las ciudades españolas se rebelan y forman Juntas de gobierno, en
nombre del rey preso. Agrupadas en la Junta Central de Sevilla,
buscan expulsar a los franceses y mantener su autoridad sobre
América.
En 1810, la Junta Central se derrumba ante los ataques franceses, y
España queda bajo el dominio de Napoleón Bonaparte.
Al llegar las noticias a América, algunas ciudades deciden formar
juntas. Caracas, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile y una
región mexicana llamada el Bajío expulsan a las autoridades
coloniales, mientras que México, Lima y Montevideo se mantienen
fieles al Consejo de Regencia español.
En el Río de la Plata, la revolución se expresa en Buenos Aires, el 25
de mayo de 1810. El grupo revolucionario que desplaza al virrey
Baltasar Hidalgo de Cisneros cuenta con el apoyo de la milicia criolla,
con la que busca asegurarse la adhesión del resto del virreinato.
Con la Revolución de Mayo, comienza el proceso de independencia de
las colonias españolas en el cono sur.
Paraguay y Montevideo se oponen a la revolución, no así las zonas
rurales de la Banda Oriental. Mientras que el ejército de Buenos Aires
es derrotado en Paraguay, Montevideo se rinde en 1814.
Una expedición enviada por la Primera Junta obliga a Córdoba a la
obediencia y avanza al norte para ocupar el Alto Perú. La expedición
comienza con un triunfo, pero finalmente es derrotada.
El poder está dividido. Durante años, ni revolucionarios ni realistas
pueden pasar más allá de Salta.
Para los lugareños, la guerra se convierte en algo cotidiano, en el
centro de sus vidas.
www.encuentro.gov.ar
3
Entre 1812 y 1815, diferentes grupos patriotas impulsan cambios
políticos, aunque no se animan a declarar la independencia. En 1815,
el gobierno revolucionario apoya el plan del general José de San
Martín: atacar a los realistas en Chile y avanzar sobre el Perú.
Los territorios revolucionarios americanos están convulsionados por
luchas y divisiones. En Buenos Aires, los dirigentes –a pesar de sus
diferencias- coinciden en dos premisas: ganar la guerra contra los
realistas y mantener un sistema de gobierno centralista con sede en
esa capital.
El líder revolucionario de la Banda Oriental, Gervasio Artigas,
contrario al centralismo porteño, propone un sistema confederal en el
que todas las provincias tengan igualdad de condiciones.
Artigas es respaldado por Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, la zona de
las misiones y, durante un breve período, Córdoba.
Para 1815, el territorio revolucionario en América está dividido en
dos: el Virreinato del Río de la Plata se mantiene en poder de los
revolucionarios; México, Nueva Granada, Venezuela y Chile caen bajo
el poder realista.
En 1816, el sistema revolucionario rioplatense supera una etapa
crítica. Se reafirman los vínculos entre el Interior y Buenos Aires,
pero se mantiene el enfrentamiento con el Litoral.
Para disminuir la tensión, se elige a la provincia de Tucumán para
llevar a cabo el congreso que declara la independencia de las
Provincias Unidas de Sudamérica.
Potosí, Cochabamba y Charcas, que hoy pertenecen a Bolivia, son
algunas de las regiones que declaran la independencia. En cambio,
algunas provincias que hoy son argentinas, como Santa Fe,
Corrientes y Entre Ríos, no concurren al Congreso de Tucumán.
El nuevo país independiente tiene dos grandes desafíos: el conflicto
con los realistas y la guerra civil entre Buenos Aires y el Litoral,
dirigido por Artigas.
El nuevo director supremo, Juan Martín de Pueyrredón, reafirma el
gobierno centralista y apoya al general José de San Martín, que inicia
su campaña a través de los Andes.
www.encuentro.gov.ar
4
San Martín liberará a Chile y Perú, y así contribuirá a la caída del
poderío español en América del Sur. Pero en las Provincias Unidas, el
alto costo de la guerra debilita al gobierno central, que delega en
figuras destacadas de cada provincia la capacidad de reclutar
hombres y recursos para la lucha.
El sistema revolucionario vuelve a entrar en crisis y se disuelve en
1820.
En el Virreinato del Río de la Plata, el actual territorio argentino está
dividido en tres intendencias: Salta del Tucumán, Córdoba del
Tucumán y Buenos Aires. Los gobiernos revolucionarios subdividen
esas intendencias coloniales: Cuyo es separada de Córdoba, Tucumán
de Salta, y el Litoral artiguista se desvincula de Buenos Aires.
Cuando en 1820 se derrumba el poder central, la única organización
política que se mantiene son las ciudades y las zonas rurales que las
rodean, es decir, las provincias.
Se intenta crear jurisdicciones más grandes luego del derrumbe del
poder central: la llamada República de Entre Ríos y la República de
Tucumán, pero pronto fracasan. Quedan entonces trece provincias, y
más tarde se agregará Jujuy.
Cada una de ellas posee autoridades propias, muchas sancionan una
constitución provincial, y en algunas surgen líderes locales que se
convierten en caudillos.
Salta, Tucumán, Entre Ríos, Santa Fe y la Banda Oriental han sufrido
la devastación de la guerra. Buenos Aires, en cambio, con pocas
acciones militares en su territorio, exporta grandes cantidades de
cueros y tasajo.
Su aduana le permite aumentar su poder sobre las demás provincias
y volcar sus recursos contra los indígenas, y en pocos años duplica el
territorio hacia el sur.
En el interior, el fin de la guerra reactiva los circuitos comerciales:
Cuyo con Chile, el Norte con la nueva República de Bolivia, mientras
que el Litoral y Córdoba se vuelcan a la producción de cueros para el
mercado atlántico.
Las nuevas tendencias comerciales, lejos de contribuir a la unidad,
fortalecen las divisiones.
www.encuentro.gov.ar
5
A mediados de la década de 1820, las provincias se reúnen en un
Congreso Constituyente para volver a crear una unión y sancionar
una constitución.
El intento fracasa al enfrentarse a dos grandes problemas:
...