ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Guerra Civil Española

arianedsans12 de Marzo de 2014

17.122 Palabras (69 Páginas)237 Visitas

Página 1 de 69

Antecedentes[editar]

Portada de la Constitución de 1931.

Artículo principal: Segunda República Española

En enero de 1930 el general Miguel Primo de Rivera reconoce el fracaso de la Dictadura que había instaurado en septiembre de 1923 con el apoyo del rey y dimite.12 Alfonso XIII nombra entonces presidente del gobierno al general Dámaso Berenguer pero éste no consigue devolver a la monarquía a la "normalidad constitucional" (este período fue conocido como "Dictablanda") y es sustituido en febrero de 1931 por al almirante Juan Bautista Aznar, quien convoca elecciones municipales para el domingo 12 de abril.13 Las elecciones son ganadas en las ciudades por las candidaturas republicano-socialistas surgidas del Pacto de San Sebastián de agosto de 1930 y el martes 14 de abril el rey Alfonso XIII, ante las dudas de la Guardia Civil y del Ejército a utilizar la fuerza para frenar las multitudinarias manifestaciones prorrepublicanas que inundan las principales ciudades, abandona el país. En Madrid el "comité revolucionario" republicano-socialista proclama la República y asume el poder como Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora.14

Durante el primer bienio de la Segunda República Española se aprueba la nueva Constitución republicana y el gobierno de coalición de republicanos de izquierda y de socialistas presidido por Manuel Azaña, formado el 15 de diciembre de 1931 tras rechazar el Partido Republicano Radical su participación en el mismo por estar en desacuerdo con la continuidad en el gobierno de los socialistas, profundiza las reformas iniciadas por el Gobierno Provisional cuyo propósito es modernizar la realidad económica, social, política y cultural españolas. El nuevo gobierno se formó tras la elección de Niceto Alcalá Zamora como Presidente de la República, quien confirmó a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno. Pero el amplio abanico de reformas que emprendió el gobierno "social-azañista" encontró gran resistencia entre los grupos sociales y corporativos a los que se intentaba "descabalgar" de sus posiciones adquiridas: los terratenientes, los grandes empresarios, financieros y patronos, la Iglesia católica, las órdenes religiosas, la opinión católica, la opinión monárquica, el militarismo “africanista”. Este último organizó un fracasado golpe de estado en agosto de 1932 encabezado por el general Sanjurjo.15 Pero también existió una resistencia al reformismo republicano de signo contrario: el de revolucionarismo a ultranza, que encabezaron las organizaciones anarquistas (la CNT y la FAI). Para ellos la República representaba el "orden burgués" (sin demasiadas diferencias con los regímenes políticos anteriores, Dictadura y Monarquía) que había que destruir para alcanzar el "comunismo libertario".16 Así se produjeron una serie de levantamientos anarquistas (en enero y diciembre de 1933) reprimidos con dureza.

La coalición encabezada por Azaña se deshace y se convocan elecciones para noviembre de 1933 (en las que votaron por primera vez las mujeres) que son ganadas por la derecha católica de la CEDA, y por el centro-derecha republicano del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux. Este forma gobierno con el objetivo de “rectificar” las reformas del primer bienio, no anularlas, para incorporar a la República a la derecha “accidentalista” (que no se proclamaba abiertamente monárquica, aunque sus simpatías estuvieran con la Monarquía, ni tampoco republicana) representada por la CEDA y el Partido Agrario, que le dan su apoyo parlamentario.17 Cuando la CEDA entra en el gobierno en octubre de 1934 se desencadena la Revolución de Octubre, una fracasada insurrección socialista que sólo se consolidó en Asturias durante un par de semanas (el único lugar donde también participó la CNT) aunque finalmente también fue sofocada por la intervención del Ejército, que trajo del Protectorado español de Marruecos a las tropas coloniales de regulares y legionarios y, una vez finalizada, se produce una fuerte represión. Lo mismo sucedió con la proclamación por el presidente de la Generalidad de Cataluña Lluís Companys del "Estado Catalán" dentro de la "República Federal Española".18

La Revolución de octubre de 1934 hizo aumentar en el gobierno radical-cedista su temor a que en un próximo intento la "revolución bolchevique" acabara triunfando. Esto acentuó la presión sobre el Partido Radical, para llevar adelante una política más decididamente legisladora o contrarrevolucionaria.19 Y en última instancia los sucesos de octubre de 1934 convencieron a la CEDA de que era necesario llegar a alcanzar la presidencia del gobierno para poder dar el "giro autoritario" que el régimen, según ellos, necesitaba.20 El líder de la CEDA José María Gil Robles encontró su oportunidad cuando estallaron el escándalo del estraperlo y el del asunto Nombela que hundió a Lerroux y al Partido Republicano Radical, del que no se recuperaría.17 Pero el Presidente de la República Alcalá Zamora se negó a dar el poder a una fuerza “accidentalista” que no había proclamado su fidelidad a la República y encargó la formación de gobierno a un independiente de su confianza. Manuel Portela Valladares el 15 de diciembre formó un gabinete republicano de centro-derecha y Alcalá Zamora convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936.21

El resultado de las elecciones de febrero de 1936 fue un reparto muy equilibrado de votos con una leve ventaja de las izquierdas (47,1%) sobre las derechas (45.6%), mientras el centro se limitó al 5,3%, pero como el sistema electoral primaba a los ganadores esto se tradujo en una holgada mayoría para la coalición del “Frente Popular”.22

El Gobierno del Frente Popular (febrero-julio de 1936)[editar]

El miércoles 19 de febrero, Manuel Azaña, el líder del "Frente Popular", formaba gobierno que conforme a lo pactado con los socialistas sólo estaba integrado por ministros republicanos de izquierda (nueve de Izquierda Republicana y tres de Unión Republicana).23 Una de sus primeras decisiones fue alejar de los centros de poder a los generales más antirrepublicanos: el general Goded fue destinado a la Comandancia militar de Baleares; el general Franco, a la de Canarias; el general Mola al gobierno militar de Pamplona. Otros generales significados, como Orgaz, Villegas, Fanjul y Saliquet quedaron en situación de disponibles.24

La medida más urgente que hubo de tomar el nuevo gobierno fue la amnistía de los condenados por los sucesos de octubre de 1934, "legalizando" así el asalto a varias cárceles por la multitud pero dando cumplimiento también al punto principal del programa electoral del Frente Popular.24 Otra de las medidas urgentes era reponer en sus puestos a los alcaldes y concejales elegidos en 1931 y sustituidos durante el bienio conservador.25 Y el 28 de febrero el gobierno decretaba no sólo la readmisión de todos los trabajadores despedidos por motivos políticos y sindicales relacionados con los hechos de 1934, sino que, presionado por los sindicatos, ordenaba a las empresas que indemnizaran a estos trabajadores por los jornales no abonados.26 Asimismo fue restablecido el gobierno de la Generalidad de Cataluña cuyos miembros habían salido de la cárcel beneficiados también por la amnistía.24

La “cuestión agraria” fue otro problema que el nuevo gobierno tuvo que abordar con urgencia a causa de la intensa movilización campesina que se estaba produciendo con el apoyo decidido de las autoridades locales repuestas y que amenazaba con provocar graves conflictos en el campo, especialmente en Extremadura.27 28 Así el 19 de abril el ministro de Agricultura, Mariano Ruiz Funes, presentaba varios proyectos de ley, entre ellos uno que derogaba la Ley de Reforma de la Reforma Agraria de agosto de 1935, que se convirtió en ley el 11 de junio, por lo que volvía estar en vigor plenamente la Ley de Reforma Agraria de 1932. Gracias a varios decretos y a esta ley entre marzo y julio de 1936 se asentaron unos 115.000 campesinos, más que en los tres años anteriores.29 Sin embargo, continuó la alta conflictividad en el campo, debida sobre todo a la actitud de los propietarios y a la radicalización de las organizaciones campesinas, saldándose todo ello con incidentes violentos. El caso más grave se produjo en Yeste, donde a finales de mayo de 1936 "la detención de unos campesinos que pretendían talar árboles en una finca particular condujo a un sangriento enfrentamiento entre la Guardia Civil y los jornaleros, en los que murieron un guardia y 17 campesinos, varios de ellos asesinados a sangre fría por los agentes".30

La actividad del parlamento estuvo paralizada casi todo el mes de abril debido al proceso de destitución del presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora, iniciado y aprobado por la izquierda, y su sustitución por Manuel Azaña, que fue investido en su nuevo cargo el 10 de mayo de 1936, siendo sustituido al frente del gobierno por su compañero de partido (Izquierda Republicana), Santiago Casares Quiroga.31 32

Santiago Casares Quiroga en 1931

El nuevo gobierno de Casares Quiroga continuó con la política reformista que ya había iniciado el gobierno Azaña que consistía fundamentalmente en volver a poner en vigor los decretos que habían sido derogados o modificados durante el bienio radical-cedista y a los que se añadieron algunos otros.33

Uno de los problemas a los que tuvo que hacer frente el gobierno fue la oleada de huelgas que se produjeron declaradas y sostenidas muchas veces por comités conjuntos CNT/UGT, en las que en muchas de ellas se hablaba

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (107 Kb)
Leer 68 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com