La Importancia De Las Relaciones Exteriores De Atenas

Sin duda, son muchos y muy variados los tópicos posibles para ser abordados en torno a los textos programados y las discusiones realizadas en clases sobre Demóstenes e Isócrates. Ante la disyuntiva de realizar en un ensayo que resulte poco original, o que caiga en el abuso de especulaciones producto de la falta de profundidad sobre el tema. Se ha decantado por establecer como tesis central y título del presente escrito “La importancia de las relaciones exteriores en Atenas”, utilizando como fuentes solamente los textos requeridos como lectura obligatoria (“Contra Filipo, Primer discurso” de Demóstenes y “A Filipo” de Isócrates”), a modo de realizar un análisis aunque acotado, que sea lo más fidedigno a las fuentes.

Como elementos para el análisis, en primer lugar se plantean ciertas preguntas generales, como ¿cuáles eran las condiciones de Atenas durante el periodo referido? ¿Qué es lo principal que plantea cada orador? ¿En qué se relacionan? ¿En qué se diferencian? ¿Cuál tiene razón? Todas preguntas abiertas que no se plantean de manera literal, pero que serán contestadas de manera general.

Por otra parte, las ideas vertidas en el desarrollo de este ensayo se irán desarrollando de manera progresiva, de manera que todo el conjunto posea un orden lineal, y los elementos se relaciones de manera que vayan cada uno entregando información y datos que se complementen entre sí y sean conducentes a contestar las preguntas generales e intentar demostrar la tesis, presentada.

En primer lugar mencionaremos a Demóstenes, citando un fragmento de su discurso:

“No hay que desanimarse al contemplar la situación presente, por muy deteriorada que parezca. Pues lo que es peor en ella desde el tiempo pasado, eso es precisamente lo mejor en relación con el futuro. ¿Y qué es eso? El hecho de que, por no hacer vosotros nada de lo que es debido, las cosas van mal; puesto que si, pese a hacer vosotros todo lo conveniente, las cosas siguiesen así, ni esperanza habría de que mejoraran”

Podemos inferir en la mención anterior, muy a grandes rasgos los elementos centrales de lo que es su discurso. Por una parte podemos distinguir la evidente diferencia en cuanto a la correlación de fuerzas entre Atenas y Macedonia, pero además podemos entrever cuales son las razones que han llevado a Atenas hacia su decadencia, y además cuál es la manera, según Demóstenes, para remontar y mejorar su situación; haciendo mención a que de no alcanzar una mejoría por medio de estos términos, simplemente no habría manera de mejorar. Es en este último punto donde las ideas de Demóstenes pueden ser complementadas con las de Isócrates, en donde éste último tiene algo más que decir, como podemos ver en el siguiente fragmento:

“la ciudad no podría estar tranquila de ninguna forma, a no ser que las principales ciudades se reconciliaran entre sí para llevar la guerra a Asia, y quisieran obtener de los bárbaros las ganancias que ahora éstos pretenden de los griegos”

Aquí radica una trascendental diferencia en lo que representan cada uno de los discursos y de qué manera buscan cada uno el mejor futuro de Atenas, y por lo tanto, qué es lo que los diferencia. Por un lado tenemos la visión de Demóstenes que asume la crisis producto de las actitudes propias de los atenienses, y ve la solución en la guerra, con una eventual victoria por sobre Filipo y Macedonia; mientras que por

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