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La Llegada En 1899 A Caracas De Las Tropas De Cipriano Castro Y Juan Vicente Gómez

jesus_12326 de Agosto de 2013

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La llegada en 1899 a Caracas de las tropas de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez dará lugar a la larga hegemonía de los caudillos tachirenses. Estos acometerán varias tareas destinadas al control del país en diversas dimensiones; para lo cual demandaran de los saberes de la ingeniería, la medicina y la abogacía, las cuales contaban con un contingente de profesionales universitarios.

El control del territorio implicaba varias formas de hacerlo. La primera de ellas consistió en renovar la cartografía nacional para lo cual fue creada la Oficina del Mapa Militar (1904), luego Físico y Político (1911), integrado por las diversas comisiones topográficas y astronómicas a cargos de ingenieros que realizaban las distintas mediciones tanto para los límites internos como los internacionales, coordinados por el Observatorio Cajigal; tales actividades se plasmaron en el Mapa General de Venezuela (1928), como en la delimitación y fijación de límites con el Brasil, y en parte con Colombia y la entonces Guayana Inglesa hoy República de Guyana. En estas tareas de cartografía se destacaron los ingenieros Felipe Aguerrevere (1846-1934), Santiago Aguerrevere (1865-1934), Francisco José Duarte (1883-1972), Luis Ugueto (1870-1936), y Alfredo Jahn (1867-1940); éste, también comandó la Comisión Científica Exploradora del Occidente del País del MOP, y una vez finalizada sus tareas, escribió los resultados de sus observaciones sobre aspectos geológicos, glaciológicos y etnológicos. Con sus propios recursos efectuó expediciones al sur del país, lo cual le permitió confeccionar una síntesis moderna de la geología moderna en Venezuela. Jahn también se interesó por la botánica.

Las comunicaciones terrestres fueron seleccionadas como otra forma de control del espacio. La primera red de carreteras nacionales fue diseñada a partir del diagnóstico in situ y de las recomendaciones realizadas por los ingenieros integrantes de las Comisiones Exploradoras del país, permitiendo a la Sala Técnica del MOP establecer los distintos planes para las regiones; se dio prioridad a la comunicación del Táchira con la región central del país. A través de la Sala Técnica se impulsó con éxito la técnica del Telfor-MacAdam o macadán en la construcción de carreteras. También se aplicó la técnica del concreto armado en las edificaciones públicas, ejemplo de ello fue el actual local del Archivo General de la Nación. Una tabla de las especificaciones de cemento fue confeccionado por la Sala Técnica y estuvo vigente hasta 1934, cuando fueron sustituidas por las de la American Society for Testing.

Los médicos contribuyeron al control mediante el inicio sistemático de una salubridad pública desde la Oficina de Sanidad Nacional (1911), que incluía laboratorios en Bacteriología y Parasitología, Química Bromatológica, Análisis de Agua, Fisioterapia y Radiumterapia, como de BCG, éste último, fabricaba la vacuna contra la tuberculosis. Desde esa Oficina también se realizaron los primeros trabajos para identificar los vectores del paludismo, y una encuesta sobre la anquilostomiasis. Para tales tareas la Oficina recibió la asesoría de los expertos de la Fundación Rockefeller (1927 y 1928). Otras investigaciones estaban dirigidos a identificar y/o establecer la existencia de diversas enfermedades en el país; así sobre bilharzia trabajaron Jesús Rafael Risquez (1883-1947) y Juan Iturbe (1883-1962); J.M. Romero Sierra (1883-1953) sobre ácaros y larvas; Rafael González Rincones (1885-1958) y Enrique Tejera (1889-1980) sobre Tripanosomas y Chagas; Eudoro González (1887-1946) en hongos parasitarios.

Los médicos venezolanos, también emplearon con éxito técnicas ideadas en Europa. Un ejemplo de ello fue José Francisco Torrealba (1896-1973), radicado en Zaraza, quien aplicó por primera vez (1933), la prueba de xenodiagnóstico en humanos -inventada por el francés Emil Brumpt- que permitía detectar temprano e inequívocamente al enfermo de Chagas.

De nuevo los profesionales de la ingeniería fueron requeridos cuando a partir de 1929 se empieza a construir el sistema de supervisión y control de la industria petrolera en el Ministerio de Fomento (MF), que permite establecer al propio Estado la renta que debe obtener de la extracción y exportación de petróleo; para ello se crearon las Inspectorías Generales de Hidrocarburos. Ingenieros venezolanos fueron enviados a estudiar en los Estados Unidos para conocer del ramo, y se incorporan a la naciente organización, ante la carencia en el país de profesionales de la geología como de ingeniería petrolera. El primer Inspector de Hidrocarburos fue el venezolano Guillermo Zuloaga (1904-1984) quien había obtenido su doctorado en geología en el Instituto Tecnológico de Massachussets (Estados Unidos) (1930), por cuenta propia.

Las sociedades científicas auspiciadas por el Estado, tales como las Academias Nacionales pasaron a ser las preponderantes, al contrario de las épocas anteriores en donde predominaban las iniciativas privadas. Las Academias se constituyeron en un sistema de reconocimiento por parte del Estado a los profesionales destacados que laboraban a su servicio. En esa época se crearon la Academia Nacional de la Medicina (ANM) (1904), la de Ciencias Políticas y Sociales (ACPS) (1915) que recompensa a los abogados y otro tanto ocurrió con los ingenieros a través de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (ACFMN) (1917). Sólo la de Medicina tuvo una actividad mas dinámica al intentar poner en práctica sus funciones al propiciar el desarrollo de la disciplina, a través de la realización de sus reuniones periódicas, la organización y celebración de congresos de la especialidad en diversas ciudades del país, y la publicación regular de su revista La Gaceta Médica de Caracas, donde se daban a conocer los hallazgos de investigación de los médicos pertenecientes o no a la Academia; permitiendo ser conocidos en el exterior, tal como le aconteció a José Francisco Torrealba y su trabajo sobre Chagas.

La educación superior se restringió a la UCV y a la ULA, cerrándose las universidades provinciales de Valencia (1902) y la de Maracaibo (1904) y el Colegio Superior de Guayana (1904), que ya contaba con una escuela de medicina. Luego en la década siguiente (1912-1918), la Universidad como tal fue objeto de una reforma orientada a la formación estrictamente de profesionales en disciplinas que el régimen consideraba útil: medicina, abogacía, ingeniería, farmacia y odontología, el Trienio Filosófico se dejó de cursar en la Universidad, para serlo en los colegios federales que entonces quedaban. También como parte de la reforma, en un principio se buscó desarticular en si la institución universitaria, cuando a partir de 1915, se crea para cada disciplina las respectivas Escuelas Superior en sedes distintas físicas, cerrándose de hecho a la UCV (1912); cuando es preabierta (1922), ello se realiza con la congregación en su sede de las Escuelas Superiores.

Durante este período se fundaron escuelas técnicas como la de Expertos Químicos y de Aduanas (1912), adscrita al Ministerio de Fomento (MF), la de Oficiales de Sanidad y Técnicos de Laboratorios (1930), y la de Expertos Agropecuarios (1932), al entonces Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría (1930). Ninguna tuvo rango universitario.

Si bien la enseñanza de las ciencias estuvo sometida a las estrictas necesidades de la medicina, la ingeniería, la farmacia y la odontología, algunos profesionales tenían intereses más allá de lo práctico. Así el ingeniero y matemático Francisco José Duarte publicó en los Comptes Rendus de la Academia de Ciencias de Francia (1907) su trabajo matemático sobre el cálculo de Pi con doscientos decimales. También a principios del siglo XX, el ingeniero Alberto Smith (1861-1942), catedrático de Filosofía y Física Experimental en el Trienio o bachillerato la dotó de un renovado laboratorio de física y se propuso dictar un Curso especial y libre de radiología teórica y experimental (1912), haciéndose eco de los descubrimientos que Pedro y Marie Curie venían haciendo es el área de la radioactividad; pero este proyecto no se habría llevado a acabo cuando Smith por desavenencias políticas con Gómez se exiló del país.

La contratación de expertos extranjeros para poner en práctica algunos de los programas del gobierno, especialmente en el campo agrícola y pecuario posibilitó la venida al país del botánico suizo-norteamericano Henri Pittier (1857-1950), del médico veterinario checoeslovaco Vladimir Kubes (1904-?); ambos, posteriormente tendrán influencia en el desarrollo de la botánica y de la veterinaria en Venezuela. Pero en esa época, Pittier, creo el Herbario Nacional, ahora alojado en el Jardín Botánico de la Ciudad Universitaria de la UCV, y escribió su valioso trabajo El Manual de Plantas Usuales de Venezuela (1926) y su Complemento (1939). En tanto Kubes dictó el primer curso de sanidad animal (1934).

Otros extranjeros como los geólogos, estuvieron a cargo de la exploración geológica a cargo de las empresas petroleras interesadas hallar las cuencas petrolíferas. Obviamente estas compañías guardaban para si los resultados de estas exploraciones, pero el geólogo académico el norteamericano como Ralph A. Liddle dio a conocer las suyas en el The Geology of Venezuela and Trinidad (1928).

Tope

7. La ciencia al servicio de la modernización de Venezuela: de 1936 a 1958

Al morir J.V. Gómez en diciembre de 1935, el gobierno es asumido por el entonces Ministro de Guerra y Marina, Eleazar López Contreras quien le tocará iniciar un nuevo estilo de gobierno, cuyas directrices se encuentran

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