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La Paz Armada Y La Guerra Mundial


Enviado por   •  5 de Octubre de 2012  •  8.509 Palabras (35 Páginas)  •  1.158 Visitas

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El siglo XIX fue un siglo de paz en Europa. Desde el final de las campañas napoleónicas (1815) no había tenido lugar una guerra en la que estuvieran implicadas todas las potencias europeas. Solo se habían producido enfrentamientos bélicos en algunos países, como Alemania e Italia durante su proceso de unificación, y conflictos en las colonias.

En los primeros años del siglo XX, la situación cambió. El engrandecimiento económico y político de Alemania provocó la inquietud de sus vecinos, Francia y Rusia, y de Gran Bretaña, perjudicada por la competencia económica alemana. Como resultado, Francia, Rusia y Gran Bretaña se aliaron en la Triple Entente (1907). Rodeada de enemigos, Alemania buscó el apoyo de Austria e Italia, con las que formó la Triple Alianza.

La tensión creciente entre los dos bloques provocó una rápida carrera de armamentos. Alemania, por ejemplo, desarrolló un ejército diez veces más potente que el de Gran Bretaña, y una armada no tan numerosa, pero más moderna.

En esta Europa de la paz armada, cualquier chispa podía provocar la guerra. El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austrohúngara, fue asesinado en Sarajevo por un bosnio proserbio. Austria, apoyada por Alemania, lanzó un ultimátum a Serbia y después le declaró la guerra. Se produjo una reacción en cadena de declaraciones de guerra.

Los bandos contendientes se identificaron con los sistemas de alianzas: la Triple Alianza se rompió por el abandono de Italia; sin embargo, Turquía y Bulgaria apoyaron a los imperios centrales. La Entente sumó a sus filas a Italia, Grecia y Rumania. Así, el conflicto balcánico dio lugar a la Primera Guerra Mundial.

La Primera Guerra Mundial: La Paz Armada

Era finales del siglo XIX cuando el Reino Unido dominaba el mundo tecnológico, financiero, económico y sobre todo político. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo el reparto de África a excepción de Liberia y Etiopía y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China, estado en franca decadencia, se producía una paz tensa a la que todos llamarían…

Reino Unido y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente de Faschoda, en Sudán, nombre con el que se conocieron los episodios que tuvieron lugar en 1898 cuando Francia y Reino Unido decidieron construir sendas líneas de comunicaciones destinadas a conectar sus respectivas colonias africanas de manera ininterrumpida. Francia ansiaba conectar sus colonias por una línea terrestre continua a lo largo de África del Norte, cruzando el Desierto del Sáhara y uniendo el puerto de Yibuti, posesión de Francia a orillas del Océano Índico, con los puertos de Brazaville y Duala, posesiones francesas a orillas del Océano Atlántico. Por su parte, el Reino Unido deseaba realizar el proyecto de Cecil Rhodes, la Carretera Panafricana, y construir una línea continua de posesiones coloniales británicas desde Egipto hasta Sudáfrica, o “De El Cabo hasta El Cairo”, como se comentaba en los círculos británicos más expansionistas. El rápido ascenso del Imperio alemán fue el que hizo que los dos países se unieran a través de la Entente cordiale, que fue la denominación de un tratado de no agresión y regulación de la expansión colonial, ratificado mediante una serie de acuerdos firmados entre el Reino Unido y Francia el 8 de abril de 1904. Alemania, que solamente poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del Pacífico, las Islas Salomón, y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871. Una desacertada diplomacia por su parte fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la alianza incondicional del Imperio austrohúngaro. Por otro lado, Estados Unidos y, en menor medida, el Imperio ruso controlaban vastos territorios, unidos por largas líneas férreas como era el ferrocarril Atlántico-Pacífico y Transiberiano, respectivamente.

Francia deseaba con todas sus fuerzas la revancha de la derrota sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana que fue un conflicto que tuvo lugar desde julio de 1870 hasta mayo de 1871. El desencadenante principal de dicho conflicto había sido el famoso telegrama de Ems que era el documento que Guillermo I de Alemania envió a Bismarck, considerado el fundador del estado alemán moderno, la noche del 13 de julio de 1870 tras la reunión informal que mantuvo con el embajador francés en Prusia, Vincent Graf Benedetti, acerca de la retirada de la candidatura del príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, hijo de Carlos Antonio, al trono real de España. La publicación de este telegrama instigó como hemos mencionado la “casus belli” de la guerra Franco-Prusiana, que comenzó el 19 de julio de 1870. Este conflicto bélico resultó en realidad una guerra franco-alemana debido a que se aliaron a Prusia todos los Estados alemanes conforme a los planes de Bismarck. Precisamente, después de esta circunstancial alianza militar se produjo la unión total política de Alemania. Mientras París estaba asediado, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio, el llamado Segundo Reich que durante sus 47 años de existencia surgió como una de las economías industriales más poderosas de la Tierra y una gran potencia europea siendo los estados fronterizos más importantes el Imperio ruso en el este, Francia en el oeste y el Imperio austrohúngaro, un estado europeo nacido en 1867 tras el Compromiso Austrohúngaro que reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio austríaco que a partir de ese momento sería denominado Imperio austrohúngaro, situado en el sur.

En el Palacio de Versalles proclamaron su Imperio, el Segundo Reich, lo que significó una clara ofensa para los franceses. Una de las consecuencias fue la Tercera República francesa que surgió debido al vacío de poder creado al ser derrotado Napoleón III en la derrota en la Batalla de Sedán durante la Guerra Franco-Prusiana, terminando de esta manera el Segundo Imperio, vencido por Prusia, después de 18 años de existencia, la que provocó la pérdida de Alsacia, que era una región de Francia situada al este del país, en la frontera con Alemania y Suiza, y Lorena que era una región de Francia situada al noreste del país, que pasaron a ser parte del nuevo Reich germánico las que provocaron un gran dolor nacional en Francia. Las generaciones francesas de finales del siglo XIX, sobre todo el Ejército, crecieron con la idea de vengar la afrenta recuperando esos territorios y se puede comprobar ya que en

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