La Vida Liquida

LA VIDA LIQUIDA MODERNA Y SUS MIEDOS

La vida liquida moderna no es más que una sociedad que cambia muy rápidamente y que su principal preocupación es la de no poder seguir el ritmo de los acontecimientos, “Tiempo líquido” es una expresión acuñada por Bauman en donde una época de incertidumbre esta mucho más voluble y acelerada que las precedentes y en las que las estructuras sociales no perduran el tiempo suficiente como para consolidarse y servir de referente y margen de seguridad a los proyectos vitales de los ciudadanos. Ahora bien, la manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas, se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado puesto que se halla inscrita en una sociedad que, en cuanto líquida, no mantiene por mucho tiempo una misma forma. Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto la inseguridad, pobreza o insuficiencia y la incertidumbre constantes sean el motivo de preocupación que más obstinadamente nos apremia sea el temor a que nos sorprenda desprevenidos y no ser capaces de ponernos al día de unos acontecimientos que se mueven a un ritmo vertiginoso, a pasar por alto las fechas de caducidad y vernos obligados a cargar con bienes u objetos inservibles, a no captar el momento en que se hace urgente un cambio de enfoque y quedar apartados. Ese mismo miedo bloquea la capacidad de generar respuestas adecuadas frente a situaciones nuevas o desconocidas, ya que limitan las acciones de cada uno de los seres humanos , lo mantiene atado en una zona de seguridad, a lo conocido, sin dejar avanzar y desarrollarse en lo personal y profesional, bauman analiza que, de todos los animales en el planeta, sólo los seres humanos temen a la presencia de la muerte. Este sentimiento no sólo es innato, pero también sugiere una conciencia destinada a encontrar con ansiedad la sensación de estar en este mundo. De todas las acciones de los seres humanos el miedo a la muerte siempre ha sido el menos conocido para ellos. En este sentido, la cultura funciona como un mecanismo que ayuda a la humanidad de soportar su inevitable presencia todos los días. De esta manera, el llamado "pecado original ", " la redención " y la consiguiente salvación son cuestiones esenciales en el mundo de los seres humanos. Más allá de la recompensa, cada persona elige cómo vivir su propia vida.

El miedo es otro concepto de enorme importancia en estas nuevas sociedades. Las personas siempre han tenido temores existenciales, principalmente porque el terreno en que se supone descansan nuestras perspectivas vitales es inestable, así como los empleos, amistades, posición social, etc. Y más ahora que el progreso lejos de significarse un avance, presagia cambios inciertos que pueden acrecentar las crisis en las que se ve inmerso el sistema. Y como nos sentimos incapaces de aminorar el ritmo acelerado de este cambio y menos de controlar su dirección, centramos nuestra atención en aquellas cosas que podemos, o creemos, controlar. La Salud y la seguridad personal son un claro ejemplo de esto.

Estas actividades reafirman y contribuyen a producir la sensación de desorden que nuestras mismas acciones provocan. A sí mismo, quien más beneficiado se ve por la inseguridad y el temor, en este sentido, es el mercado. Ahora a nivel social, el círculo vicioso del miedo se ha movido de la esfera de seguridad, a la esfera de protección. La primera ha sido despojada de la protección institucionalizada que ofrecía el estado, y ha quedado expuesta a los caprichos del mercado. Ahora que estas instituciones (que el estado mantenía y financiaba) que nos defendían de los temores existenciales han sido desmanteladas, se han dejado en los individuos buscar soluciones individuales y ya no colectivas.

Por este motivo, el estado, que antes legitimaba su poder por medio de estas instituciones (que le garantizaban a la gente seguridad y bienestar social y que ahora desaparecen o quedan en manos del capital) ya no tiene medios con que legitimarse. Por eso ahora su nueva estrategia es asegurarle a la gente seguridad personal en vez de bienestar social, es decir, ahora la herramienta de los estados son combates frontales contra la delincuencia, claro está, maximizando estos problemas para que la gente piense que son una prioridad.

El autor propone, entre otros ejemplos, la lucha antiterrorista librada en todo el mundo, principalmente en estados unidos, en donde el terrorismo, por causa del estado y no propia, paso a ser el enemigo central del bienestar mundial. Pero esta lucha antiterrorista es una contradicción total, ya que aunque ha cumplido su objetivo de infundir temor a la población, ha cobrado más victimas que el terrorismo mismo, y ha coartado las libertades individuales, lo que lo torna contraproducente, excepto para los intereses estatales y de mercado.

Por eso ahora, esta globalización negativa ha provocado que la sociedad ya no éste protegida por el estado, y que éste sujeta a las fuerzas del mercado, donde este ya no tiene poder. Sumado a esto, el hecho de que los gobiernos no busquen soluciones reales, ni programas con visión a futuro, pues solo buscan mantenerse en el poder.

Ahora el estado esta tan reducido que apenas y puede ser un estado de la seguridad personal. Por esto, el poder y la política están cada vez más alejados. Uno de los principales retos de este siglo es volver a unirlos. Ahora los problemas más fundamentales son problemas globales, y admiten soluciones locales. Por eso ya no es posible garantizar la seguridad y democracia en un solo país, el futuro de ello, esta a escala planetaria.

Ahora el miedo es uno de los más siniestros demonios de nuestra sociedad, la seguridad y la incertidumbre también.

Carecemos de herramientas para elevar a la política a la posición que hoy solo ocupa el poder, lo que nos permitiría recobrar el control de las fuerzas que conforman nuestra condición compartida donde el miedo no podrá ser erradicado hasta encontrar tales herramientas.

Veamos este ejemplo: Cuando la gente camina por la calle, va volteando a todos lados y desconfía de todo aquel que los roce al pasar.

Dice Bauman que una de las consecuencias de esa obsesión por defenderse del peligro, que es la creación de mundos paralelos y áreas en sombra, que unas veces son lugares del extrarradio a los que deben ir a refugiarse las personas con menos medios, que automáticamente son consideradas una amenaza, y otras son "barrios fantasma" en los que opera la gente marginada.

La gente se queja de la delincuencia, la mendicidad y la prostitución.

La separación del poder y la política; el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían

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