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La concepción burguesa de la educación


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  2.752 Palabras (12 Páginas)  •  1.033 Visitas

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LA CONCEPCIÓN BURGUESA DE LA EDUCACIÓN

Hablar de la concepción burguesa de la educación, es hablar de los hechos que marcaron la transformación del mundo contemporáneo,  siendo estos, el Renacimiento, la Ilustración, la Reforma, las Revoluciones Políticas (Inglesa y francesa) y la Revolución Industrial. Hechos históricos relacionados y complementados entre sí, hechos que  nos permiten conocer al hombre en la sociedad, sociedad en la que la existencia de la lucha de clases le ha permitido al hombre vivir o sobrevivir, según  la clase en la que el destino le colocó.

Así cada una de las épocas que conforman la historia, nos permiten hoy conocer las transformaciones en sus diferentes contextos y entre éstos, la educación es la que nos interesa, ya que juega un papel preponderante en la sociedad, por ser “el proceso en el que se constituye lo humano, pero sobre todo es un proceso dotado de un sentido y orientado a metas u objetivos, propios del contexto histórico-social en el que tiene lugar”[1], es un proceso orientado a la formación del sujeto libre, a la formación en y para la libertad.

Así que vamos a hacer un recorrido en el tiempo para conocer lo que sucedía en otras épocas en lo que se relaciona a la educación en la burguesía. Durante el obscurantismo era prohibido todo pensamiento científico y de las artes, cualquier persona interesada en los saberes  era considerada protestante y severamente reprendida por la opresión de la Santa Inquisición conocida como Congregación para la doctrina y la fe. El obscurantismo era manejado por la iglesia en la Edad Media para manejar el poder del Estado y tenerlo dominado bajo la ignorancia; además de que impedía el cuestionamiento de dogmas religiosos. La cultura en manos de los clérigos monopolizó los conocimientos y saberes.

El Renacimiento comenzó en Italia a finales del s. XIV y se extendió a Europa, esta revolución intelectual se presentó además en las artes y letras, en el desarrollo de conocimientos científicos y  en la aparición de la ciencia moderna.

El renacimiento se caracterizó por la formulación de una nueva pedagogía; las humanidades en donde el hombre es situado en el centro del universo. La vieja educación caballeresca, así como la dialéctica y la teología poco servían al buen burgués.

 “El individualismo burgués que ya había asomado en el arte italiano y que requería en materia religiosa el libre comentario de las Escrituras, resonaba en la educación exigiendo una disciplina menos ruda, una consideración mayor por la personalidad del educando, un ambiente más claro y más alegre”[2]

Esto debido a que la Compañía de Jesús fundada en 1534, se esmeró en tener en sus colegios los maestros mejor preparados, con el deseo de apoderarse de la educación de los nobles y de la burguesía acomodada, quería dominar la enseñanza clásica, “la educación clásica era aristocrática (…) se originaban en las nuevas élites políticas y económicas”[3]  Los jesuitas ponían al servicio de la iglesia el ejército; combatiendo el protestantismo y la incredulidad de los laicos.

“Los orígenes de las cuatro corrientes pedagógicas que van desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII (…): la que expresa los intereses de la nobleza cortesana, la que sirve a la iglesia feudal, la que refleja los anhelos de la burguesía protestante, la que traduce las tímidas afirmaciones de la burguesía irreligiosa”[4]

En el Renacimiento los estudios superiores en las Universidades eran excesivamente caros, estudiaban lenguas clásicas, hebreo, filosofía, derecho, matemáticas y medicina; eran inaccesibles a la pequeña y mediana burguesía. La Reforma tomó esta clase de burguesía pequeña y mediana, además de unirse campesinos y proletariado, Lutero anhelaba terminar con el poder del clero y poner en práctica sus ideas pedagógicas, ya que era necesaria la instrucción elemental (leer la Biblia para salvar el alma). Para la burguesía, la educación era una fuente de riqueza y de poder, “educar a la burguesía  acomodada y no abandonar a las clases desposeídas” [5]era la intensión del protestantismo.

La transformación que se había iniciado en el Renacimiento alcanzó su plenitud gracias a las ideas que se difundieron a partir del siglo XVII, con estas nuevas ideas cambia la visión del mundo, el concepto del hombre, así como la de  sociedad.

La ilustración podemos definirla como el proceso histórico espiritual en el que el hombre occidental se propuso llegar, fuera de todo vínculo con Dios y sin preocupaciones religiosas por la salvación, a un orden de vida civilizada terrenal, cuyo único medio de lograrlo sería la razón, El carácter laico (la substitución del primado del reino de Dios por el reino de la cultura) y el carácter racionalista (el endiosamiento de la razón) se encuentran unidos y constituyen la esencia de la Ilustración.

En esta nueva sociedad europea los aficionados a las ciencias y los pensadores son llamados “Los Filósofos” los cuales pertenecen a la clase secular; cabe recordar que no todos tenían acceso a las áreas del conocimiento, porque eran casi exclusivas de los clérigos católicos. Además de que ellos dirigían las escuelas y basaban la enseñanza en el catecismo y la lectura. Para esta época ya se contaba con escuelas Secundarias y Preparatorias pero la instrucción en las personas era fragmentaria, ocasional   y dirigida a estratos de la burguesía.

“El movimiento de las luces había encontrado el apoyo de la burguesía intelectual, con propósitos radicales y reformistas; el positivismo pareció expresar una civilización rápidamente lanzada hacia una expansión productiva que crecía infinitamente.” [6]

Esta nueva clase de intelectuales se conformaba por profesores universitarios, médicos, escritores, abogado, consejero político, diplomático, oficiales aristócratas, hombres de letras entre otros.  

Uno de los grandes pensadores italianos Vico, seguidor de doctrinas innovadoras y modernas manifestaba que el impulso del comercio y la industria

 “ofrecían a la burguesía desahogos laborales y modos de vida para los cuales era ciertamente más apta una formación que acentuara la cultura científica y técnica y el desarrollo de actitudes empresariales (espíritu de iniciativa, sentido de los negocios, gusto de la realización práctica”[7]

La cultura se extendía a la élite de esa época, a la burguesía intelectual, pues el esfuerzo del iluminismo no iba dirigido al jornalero o trabajador, contaban con instituciones selectísimas como las Academias de las ciencias, clubes intelectuales, salones, museos, y además con la imprenta; el más valioso medio de divulgación.

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