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La conquista religiosa de mexico


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  2.921 Palabras (12 Páginas)  •  780 Visitas

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Antes de la conquista

Mucho de lo relacionado con la antigüedad mexicana está envuelto en un velo de olvido. Su estudio es, por esto, algo complicado, y el resultado tiene que ser incompleto. Sin embargo, al levantar un poco este velo y tratar de penetrar en la historia de nuestro México antiguo como la cultura de los nahuas, Mexicas, aztecas y Toltecas, se abren las puertas a un mundo rico y diferente, lleno de color, de profundidad y de misticismo, de grandeza, de finura y de severidad. Su civilización era el producto de los esfuerzos de los hombres, desde tiempos muy remotos, que habían construido, pedazo por pedazo, la enramada de una cultura que iba a desembocar en el México de hoy.

¿Cuál será la razón de que a tal civilización no se le haya prestado el interés debido? Tuvo una suerte muy especial, distinta a las de otras grandes civilizaciones antiguas, como la de los egipcios, la de los griegos o la de los romanos. Estas nacían, florecían y decaían. La civilización azteca no completo su ciclo natural, su evolución se interrumpió bruscamente cuando estaba por alcanzar su pleno florecimiento.

Actividades sociales

El azteca era esencialmente guerrero y campesino. Tal vez su oficio más estimado era el del guerrero. Todo su peregrinar hacia el sur había sido acosta de continuas guerras con otras tribus, la necesidad de luchar contra otros por su existencia había persistido cuando trataban de establecerse en el valle de Anáhuac y ya asentados en las islas del lago de Texcoco seguían las guerras para extender su territorio, su dios principal Huitzilopochtli era el dios de la guerra, en la historia se han hecho famosos como integrantes de una nación guerrera.

Mientras no estaban ocupados en la guerra se dedicaban a la agricultura, cada ciudadano era originalmente un campesino, desde que se hizo sedentaria la tribu empezaron a cultivar la tierra para su sostenimiento, el sistema primitivo de repartición de la tierra había continuado en tiempo del imperio, era un sistema de tipo comunista, la tierra era propiedad colectiva en manos de los Calpuyi, barrios o cooperaciones agrícolas, a cada ciudadano azteca se le concedía una parcela de tierra para que la cultivara y sacara provecho de ella mientras viviera, cuando moría el derecho de su cultivo pasaba a su hijo pero la tierra seguía siendo propiedad del Calpulli, si una persona descuidaba su obligación de trabajar la tierra perdía el derecho a cultivarla; pero gradualmente iba cambiando la situación mientras la sociedad se hacía más compleja y las ocupaciones más variadas.

En el apogeo del imperio azteca los oficios eran tantos que permitían a cada individuo dedicarse a lo que más les interesaba o convenía, podía ser sacerdote, juez, medico, comerciante, artista, etc… sin embargo todavía era costumbre que un hijo siguiera la profesión de su padre, el hijo de un comerciante o de un artesano había aprendido desde pequeño esta profesión y la seguía ejecutando de grande, el hijo de un dignatario civil o de un juez se interesaba generalmente a las cosas administrativas y se dedicaba más tarde también al derecho siempre que sus méritos personales en campaña le permitieran ocupar un puesto público, pero algunas veces los hijos se emancipaban para seguir su propia vocación y así era como las actividades sociales se hacían cada vez más variadas dado a la sociedad una mayor integridad.

La vida en el imperio estaba dominada en todos sus aspectos por la religión, toda actividad social, artística o intelectual era una forma de expresión del sentimiento religioso para asegurar la marcha regular de las estaciones, el regreso de las lluvias, la germinación de las plantas y la resurrección del sol, había que dedicar el mayor esfuerzo posible al cumplimiento de los deberes religiosos, estos se manifestaban, en danzas, cantos, ritos y celebraciones pero también en el estudio de la ciencia, en la creación literaria, en el trabajo arquitectónico y artístico, en los juegos y en muchas otras actividades que en un concepto moderno son independientes de la religión.

La ciudad

La ciudad azteca que ha sido descrita más ampliamente es la famosa capital del imperio mexico-tenochtitlan que estaba situada en el mismo lugar donde hoy se encuentra la ciudad de México, por las relaciones de los cronistas de la conquista comprendemos la gran impresión que causo a los españoles encontrar esta bellísima ciudades escondida tras los montes de la mesa central en el valle dominado por los volcanes cubiertos por nieves eternas donde exhibía orgullosamente sobre las aguas de las lagunas sus terrazas y sus pirámides. Uno de los cronistas describe su asombro en estos términos “y de que vimos cosas tan admirables no sabíamos que decir y si era verdad lo que por delante parecía que pro una parte en tierra había grandes ciudades y en la laguna otras muchas y vimos todo lleno de canoas y en la calzada muchos puentes de techo en trecho y por delante estaba la gran ciudad de México. Tenochtitlan no era una ciudad acabada, era la capital joven de un pueblo en pleno cambio de un imperio en formación, sin embargo, la fama de su magnitud y de su belleza había llegado mucho más allá de los límites de un imperio.

Los presagios indígenas

De las señales y pronósticos que aparecieron antes que los españoles llegaran a esta tierra ni hubiese noticias de ellos. Diez años antes de que llegasen los españoles a esta tierra y según otros once o doce años apareció un gran cometa en el cielo en la parte  que parecía como una gran llama de fuego muy resplandeciente y que echaba de si centellas de fuego, este cometa era de forma piramidal, ancho de abajo e iba abusando hacia arriba hasta acabar en punta, aparecía en medio del oriente comenzaba a aparecer un poco después de la media noche y llegaba hasta la mañana, la luz del sol lo encubría de manera que saliendo el sol no aparecía más; según algunos se vio un año entero y según otros, cuatro años. Cuando aparecía de noche esta cometa todos los indios daban grandísimos alaridos y se espantaban esperando que algún mal hubiera de venir.

Otro mal Güero aconteció aquí en México cuando el altar de Huitzilopochtli se incendió sin haber razón humana de ello, parece que milagrosamente se incendió y salían las llamas desde dentro de los maderos hacia afuera y se quemó, dieron voces del HUEY tlatoani para que trajesen agua para matarlo y cuanta más agua echaban tan to más ardía del todo se quemó.

El tercer mal agüero aconteció cuando callo un rayo casi sin propósito y sin tronido sobre el dios llamado Xiuhtecuhtli, este altar tenía un chapitel de paja y sobre el cayo el rayo, lo incendio y se quemó, teniéndolo por milagro porque no hubo tronido bien que llovía un poco menudo.

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