La democracia peruana de los años ochenta y la violencia interna en el Perú

INTRODUCCION

El presente trabajo analiza la situación que tuvo que enfrentar la democracia peruana de los años ochenta y la violencia interna en el Perú ejercida por el terrorismo. Así como la evolución de la coyuntura en los años 1980-1989, período caracterizado por marcados cambios en la política económica. Se examinan las orientaciones económicas básicas de los regímenes de Belaúnde y García, al igual que sus consecuencias fundamentales. Asimismo, se plantean las dificultades económicas experimentadas en la década y se explican en tres factores centrales: el shock externo, el estancamiento del sector exportador y la inestabilidad e incoherencia de la política económica. Por otro lado, algunos autores como José Eduardo Zeballos, afirman que el terrorismo es una forma de lucha política solo en apariencia, dando lugar a la posiblidad de que sea en realidad un modo de expresar complejos psicológicos personales, frustraciones y resentimientos que tendrían un origen social. El terrorista da forma a este sentimiento, lo convierte en razón y lo conserva como el motor lo guía a la acción. El resentimiento y la protesta reprimidos largamente se convierten en ideología. Luego se auto-aniquila o perece en nombre de dicha ideología, pero en realidad está muriendo por un trauma personal. El terrorismo también puede ser identificado a través de bandas criminales de distinto tipo y con diversos fines, de igual forma puede ser motivado por diversos factores cuando está en relación con la variable política. El terrorismo político es la utilización sistemática y organizada de la violencia criminal con el propósito de incrementar el poder de un grupo para alcanzar un objetivo político. En el Perú, el terrorismo no sólo está tipificado como delito de traición a la patria, sino que además dichos actos constituyen violaciones contra los Derechos Humanos a la mayor parte de los peruanos.

¿Cuáles fueron los retos (económicos, sociales y políticos) que tuvo que enfrentar la democracia peruana de los años ochenta del siglo XX?

En un principio los gobiernos de Belaunde y Alan García no tomaron en serio al Terrorismo, creyendo que solo consistía en huelgas y ciudadanos inconformes, pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que generaban un gran caos y sus objetivos eran más escabrosos, entonces el gobierno decidió tomar acciones: mandó a la FFAA para combatirlos, lo cual no logró que se detuvieran y generó más violencia. Se declaró zona de guerra en diferentes regiones del país, dando lugar a un panorama gris y sin autoridades que actuaran con eficacia ante el conflicto armado. A continuación, para obtener información y mejorar los lazos de confianza con los campesinos, se crearon a los "ronderos" y por último al GEIN, que sirvió para la captura de Abimael Guzmán y muchos miembros senderistas.

Tras haber terminado de luchar contra las agrupaciones de Sendero Luminoso y el MRTA, el país siguió fundido en una crisis en la que una gran cantidad de la población sufrió los estragos.

Sin embargo, los diversos retos que enfrento el gobierno peruano de los años 80, lograron afianzar la democracia como sistema político de nuestra nación, además de la creación y establecimiento de partidos políticos, con libertad de expresar sus ideas. En cuanto a los social el estado reconoció a los analfabetos como ciudadanos, además se devolvieron los diarios y medios de comunicación con el fin de restaurar la libre opinión. Pese al crecimiento de la economía peruana durante los primeros años de la década de los 80, esta se vio interrumpida en el año 1983 por el fenómeno metereológico “el niño”, durante el gobierno de Belaunde. Este afectó principalmente la economía agropecuaria, ocasionando sequías e inundaciones. También existió un gran problema alimentario, pues había escasez de abastecimiento. Para lidiar con esto, el gobierno de Belaunde dirigió una política de “desarrollo agropecuario”. Este mismo año la economía fue a quiebra, cuando el presidente Belaunde Terry, decidió dejar de pagar la deuda externa, con lo cual el FMI nos denominó como “valor deteriorado”, y a partir de eso, nuestro país cayó en una profunda crisis económica, aumentando la inflación y disparándose a 135% anual. En el mismo año, el Perú acumulaba $ 13.5 mil millones (77.8% del PIB) en deuda externa y su producto interno bruto se había derrumbado en un 20%. Belaúnde argumentó que esto se debía a los regímenes militares que precedieron a su gobierno, en particular los regímenes militares de Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez. Por otro lado, el intento frustrado de estatizar la banca (1987), y la emisión inorgánica aceleraron la crisis social y el descalabro económico del país: la hiperinflación. Esto hizo que el FMI declara inelegible a Perú en futuros empréstitos.

Además, cabe mencionar que tanto el gobierno de Belaunde como el de García, siguieron enfrentando la amenaza terrorista, existiendo aún mucha más violencia interna. El Estado no podía proteger a toda la población de los ataques diarios y muchas personas fallecían en consecuencia. Aparte, la gran inflación hizo que muchas familias cayeran en la pobreza y no contaran con alimento para llevar a su hogar.

¿De qué manera enfrentó el gobierno la amenaza terrorista?
Cuando Sendero Luminoso inició su lucha armada en 1980, no solo sorprendió a todos los sectores políticos y al gobierno, sino que también encontró desprevenidas a las Fuerzas Armadas. Sendero Luminoso logró expandirse debido a la crítica situación por la que pasaba el país y a cómo la población percibía la miseria, el atraso, la exclusión y la injusticia. Y por otro lado estaba el contexto político, la ideologización, la voluntad de los insurgentes y el comportamiento de los actores sociales, políticos y militares.

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