“La epistemología y práctica del periodismo: la construcción social del acontecer”

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Reseña del capítulo 2 del libro Confiar en la prensa o no. Un método para el estudio de la construcción mediática de la realidad.(Piñuel Raigada)

La reflexión en este capítulo parte de lo expuesto en el anterior, donde se han sentado las bases teóricas del concepto “acontecer” desde el enfoque de Maturana y Valera, como el proceso reciproco por el que los sujetos actúan sobre los entornos y los cambios de estos sobre los sujetos, determinan los dominios de existencia. La autopoiesis se relaciona con el acontecer mediante lo que Moles denomina caparazones temporales de existencia.

Por tanto, el capítulo se estructura sobre cuatro conceptos: los caparazones de existencia (Moles) referidos al espacio (punto aquí), los caparazones de existencia referidos al tiempo (punto ahora), los caparazones de incertidumbre (Edgar Morín) y provisión de respuestas ante las quiebras del acontecer y, por último los caparazones de aprendizaje de rutinas: superación de dependencias y adquisición de autonomía.

El texto trata de analizar el dominio que, como sujetos tenemos del devenir y del acontecer. Este dominio será distinto en función del caparazón que estemos estudiando.

Los caparazones de existencia referidos al espacio (punto aquí) tomados de Moles, nos devuelven un dominio del acontecer en cuanto al espacio que ocupamos y sobre el que podemos actuar. Será más impredecible cuanto más lejana sea la capa.

Quedarnos tan solo con el punto aquí sería restringir el análisis de las posibilidades de dominio del acontecer. No podemos obviar el tiempo, los caparazones de existencia referidos al tiempo (punto ahora) nos remiten a un dominio temporal, con un funcionamiento similar al espacial, es decir menos predecible cuanto más nos alejemos de la capa del yo actual.

Somos capaces de controlar por conocimiento el pasado, pero esa percepción cambia en cuanto al futuro. Podemos prever determinadas circunstancias, pero cuanto más lejana es la capa, menor capacidad de predicción tendremos. Evidentemente, es difícil de demostrar o rebatir un error de predicción futuro, ya que no estaremos allí para verlo. Lo que es evidente es que nuestras acciones presentes determinaran en gran medida el acontecer futuro. Esto no significa apoyar el determinismo en su totalidad, pero en gran parte, nuestro presente condiciona el futuro. Podemos tomar como ejemplo hechos del pasado que han determinado en gran medida el presente. ¿Cómo habría sido la historia de España de haber fracasado el alzamiento nacional del 36? Los años, cuando no las décadas siguientes en España estuvieron marcados por la guerra civil y la aún más terrible postguerra. El retraso evolutivo que como sociedad sufrió España ha determinado el devenir del país en los últimos años.

El acontecer no es lineal y predecible en su totalidad, se producen quiebras del mismo. Nos enfrentamos, entonces a esas quiebras y nuestra capacidad de respuesta ante ellas. Son los caparazones de la incertidumbre ante las quiebras del acontecer y las respuestas a dichas quiebras. Edgar Morín, analizó en su obra “La mente bien ordenada”, donde aborda la complejidad de nuestro mundo y como nos enfrentamos a las incertidumbre. Señala Morín, que la condición humana está marcada por dos grandes incertidumbres: cognitiva e histórica. “El conocimiento de la historia permite en la enseñanza abrirnos a la incertidumbre del futuro”.

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