La relación entre amo y esclavo: Un vinculo representado desde el género y la violencia en la sociedad Colonial

La relación entre amo y esclavo: Un vinculo representado desde el género y la violencia en la sociedad Colonial  

El caso que se analizará en este ensayo será el de Martina Fontecilla contra su ama María Ignacia Fontecilla; por varias lesiones y otros padecimientos. Este caso particular nos hará ver los roles y procesos que encerraba la relación entre amo y esclavo, es decir, entre dominador y dominado. Por lo tanto se tratará de dar una mirada cimentada en la microhistoria de Ginzburg^[1]. Su análisis servirá como modelo de inspiración para establecer un nexo conductos entre el hombre del presente y del pasado sin tener que recurrir a las fuentes oficiales, ya que la búsqueda de este trabajo estará instaurada en el anhelo de conocer la relaciones circulares reciprocas cultural entre las personas de antaño. El estudio de esta fuente en particular, sacada de los archivos de la Real Audiencia, nos ayudará a conocer éste nexo y analizar las diferentes dinámicas que se desarrollaron en la época Colonial.

Un rasgo relevante de precisar es que la lectura de fuentes de la Real Audiencia –casos judiciales- nos sumerge dentro de un mundo de estrategias y discursos persuasivos, por lo cual, será necesario desarrolla una noción de los procesos sufridos en este tiempo, para no caer en las redes de la inducción. Los casos judiciales cumplen con la extraordinaria facultad de analizar a nuevos sujetos de estudio en el campo de la Historia. No es menor entender que hace menos de un siglo los únicos individuos facultados para tener voz y contar como se componía la estructura social era la clase dominante. Hace unas pocas décadas este escenario cambio, complementando esta visión con los subalternos, conteniendo sus recuerdos y sus deseos de libertad. La capacidad de tener voz sólo se realizó a través de la lectura de nuevas fuentes. Se amplió así los registros. Y uno de ellos fueron los archivos judiciales. Su lectura posibilito la conexión que faltaba entre los testimonios. La posibilidad de leer los testimonios de los dominados, entrego los lazos faltantes de la relación entre los dominadores y los dominados. En el caso de los esclavos negros de la Colonia la subordinación es mucho mayor, la construcción de éste estamento social tiene una connotación hegemónica  muy elevada. La dominación alcanza no sólo la identidad del individuo, sino también hay una apropiación del cuerpo. Se entrega al dominado la capacidad de representar al otro, cimentando de esta forma su propia identidad.

Los documentos de la Real Audiencia cumplen una función muy importante dentro de los estudios de los subalternos o dominados, por lo tanto la micro historia que se presentará en este trabajo investigativo hará alusión a ciertas temáticas directrices. Pero antes de enunciarlas, es necesario decir que las relaciones entre amos y esclavos será el tema principal a tratar. Las temáticas a estudiar se basarán en el género y la violencia, y como hilo conductor el “rumor” cumplirá la función, en las fuentes judiciales, de conectar lo que esta permitido y restringido dentro de la sociedad Colonial. De esta forma esperamos llegar al objetivo general que enmarca las relaciones de poder en la Colonia, el cual se remite a comprender las formas en las que se desarrolla las relaciones entre amos y esclavos, dominantes y dominados. Y además, evaluar los vínculos que se forman en la relación entre amos y esclavos a través de los estereotipos del Deber Ser. Para ello, será necesario trabajar los temas ya descritos sin olvidar las relaciones de poder como un eje central, y a la vez sin desentenderse de la idea de “representación”. Este será uno de los factores determinantes dentro de las relaciones de poder entre el dominante y el subordinado, en conjunto con la sociedad. Las representaciones harán del clima colonial una forma de identificación y de manipulación, ya que es por este motivo que las causas judiciales se mueven en esta época. La trasgresión de diferentes esquemas de identidad son los que comienzan con las causas judiciales. Elementos como el honor salen a relucir dentro de los conflictos por alcanzar la otra posición más beneficiosa que la anterior.

Las representaciones de los distintos individuos se facultaran gracias a la acción de la organización administrativa y hegemónica de la Corona sobre sus colonias. Por lo tanto, la jerarquización de al sociedad colonial esta comprendida bajo complicados y estrictos cánones sacados desde Europa. Tanto la violencia como el género será abordados desde la perspectiva del Deber Ser, es decir de lo que se espera de cada sujeto anclado a su estatus y subordinado a sus roles. Por lo mismo, la trasgresión de las normas en ésta sociedad será articulada como motivo de seguimiento, y hasta de persecución. Los diferentes estatus de la sociedad colonial se establecen sobre bases estrictas, pero ambiguas. Lo cual dará espacio para la elaboración de discursos  que faculten los cambios.

Los temas de género y violencia determinados en las relaciones entre amos y esclavos en el caso de Martina Fontecilla contra María Ignacia Fontecilla, dejará establecido un pequeño esquema entre lo que se desea mostrar y lo que se esconde en estas causas. Tanto Martina (esclava) y María Ignacia (la ama) son agentes de conmoción dentro de la sociedad, pero esta causa aunque se presenta como legitima ante los grandes padecimientos (golpes) que presenta la esclava, es ella misma –con la ayuda de otros agentes- la que demanda a su ama, y no la sociedad. El género será abordado en este trabajo desde la perspectiva de que ambas son mujeres, y por lo mismo están supeditadas a su condición de subordinación. En el caso de Martina ella posee una doble subordinación, porque es esclava y a la vez es una mujer que es carga de un agente superior –como lo podría ser un esposo o su amo. La violencia en este sentido se establece por el ejercicio físico del poder dominante del amo contra su subalterno, esto se representa en los golpes que infirió María Ignacia contra su esclava, porque ésta esclava al parecer se habría querido fugar de la casa. Los rumores harán de este caso algo particular e interesante de abordar, ya que en el se trabajaran los rumores a partir de un caso anterior que no fue investigado y quedo en el imaginario colectivo sin ser resuelto. Los casos judiciales de la época de la colonia se sustentaran con los testimonios de personas de diferente índole –independiente del predominio de su testimonio en la causa-, los cuales en cierta manera se verán influenciados por el aspecto subjetivo de los individuos. De esta forma, toma parte en el inconsciente colectivo los rumores, los chismorroneos, etc. Se emplean estrategias o solamente se trata de revelar la verdad, desde la perspectiva de cada persona al entregar los testimonios.

El caso comienza cuando la esclava Martina Fontecilla acude ante los tribunales de justicia para demandar a su ama María Ignacia Fontecilla por golpes de diversa consideración, que la dejan en un estado precario. Este caso empieza en el año 1799 para terminar un año más tarde. Las heridas son de consideración, por el mal cuidado y la poca higiene a la que fueron expuestas. Así lo comprueba el cirujano Bonifacio Villarreal, el día 20 de febrero de 1799. Al parecer todo habría comenzado cuando la esclava fue pillada en la casa de la vecina. Nunca queda muy claro si la esclava se estaba fugando o si solo había ido a buscar fuego, pero todo apunta a que la esclava ya había sufrido el castigo de manos de su ama. Como toda causa judicial, esta tenía como objetivo la movilidad social de la demandante, es decir, la libertad o cambiar su condición actual –en otros casos se concibe la venta del esclavo a otro amo. La demanda de Martina Fontecilla se dirige directamente a la libertad de la esclava, y además, al pago de un sueldo (Dieta ordinaria pagada por la misma ama), porque ella argumenta que no podrá trabajar nunca más por el estado en que su ama la dejó.

Las divergencias presentadas en los testimonios de las partes involucradas –la ama dice que la esclava se estaba escapando, y la esclava aduce que solo paso a la casa de la vecina a pedir fuego porque se le había apagado-, nos propone un contexto lleno de conflictos. Donde todos los indicios señala como la autora material de los padecimientos de la esclava a María Ignacia Fontecilla. Por consiguiente, podemos deducir que la discusión de éste caso no parte por la autoría de la golpiza, sino que se debate los grados que se emplearon en esa escarmiento educacional. A partir de esto se discute la figura  del amo, y su función paternalista. En la causa judicial de Martina se establece sobre los derechos y  las obligaciones que contiene la relación entre los amos y los esclavos. En esta parte es necesario ver como se desenvolvió esta relación a través del género.  

Ama y esclava: su relación a partir de la representación de género.

        Tanto ama como esclava son pertenecen a un mismo género, pero esto no las hace iguales dentro de una sociedad tan jerarquizada como la colonial. Por ello, la construcción de cada uno de estos individuos se cimienta en un estatus, con roles y funciones diferentes. Para la esclava la construcción de su identidad se basa principalmente en una dualidad de elementos, es decir, que no es considerada una persona civil, ni socialmente. Su identidad fluctúa entre  lo humano y lo animal, entre  individuo y objeto. Por esto, la esclava negra tenía en su figura una innumerable cantidad de representaciones en su cuerpo y en su persona. Se articulaba así un estereotipo de individuo, con ciertas características y atributo, en donde esta construcción se plasmaba en el imaginario del dominante, para tomar parte en la mentalidad de la sociedad. La característica más relevante de la representación a las esclavas en general se planteaba en la condición de indefensión o desamparo en la que se encontraba.

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