Laberinto de la soledad.

“El laberinto de la soledad” es un libro muy interesante y además reconocido, fue escrito por Octavio Paz quien fue un gran escritor que publicó en diversos diarios y revistas tales como “Bandaral” y “cuadernos del Valle de México “. Fue embajador de México en la India, y ganador de varios premios literarios pero el más importante fue el Nobel por su obra literaria que le fue otorgado en el año de 1990.

Octavio Paz nos relata acerca del origen de nuestros pensamientos, identidades y explica la razón de nuestros comportamientos pero no sólo eso también nos dice que somos un pueblo que aún no tenemos nuestra propia identidad y que tratamos de ocultarlo bajo símbolos, tradiciones, religión y máscaras.

Nos habla de que tenemos dos herencias, la indígena y la española, y que, a pesar, de que ha pasado mucho tiempo de que nos conquistaron no hemos aprendido a reconciliar y seguimos sufriendo por esa parte de la historia.

A partir de la conquista es por donde Octavio Paz parte para hacer la reflexión sobre los mexicanos.

“El laberinto de la soledad” es una descripción de la sociedad en México del siglo XX y supongo que muchos pensaron que ésta cambiaría pero a mi parecer muchas de las cosas que menciona Octavio Paz en su obra aún siguen siendo verdad y solamente ha diferido en algunos aspectos.

En este ensayo yo hablaré de la evolución que las mujeres han tenido durante el paso del tiempo que a mi parecer no ha habido una gran evolución, siento que los ideales del pasado aún nos siguen atormentando y que por más que intentemos de borrarlos sino borramos estos ideales y seguimos teniendo rencor a nuestro origen no podremos cambiar nunca.

El pudor es producto de la vergüenza ante la desnudez propia y el propio reflejo físico, es algo que los hombres casi no tienen a ellos no les da vergüenza mostrar su cuerpo pues representa los límites de nuestro ser y barreras que nosotros ponemos en nuestros actos y/o relaciones. Octavio Paz menciona que el recato es lo que más se estima de las mujeres y en los hombres la reserva.

En este aspecto me parece que no ha cambiado, pues las mujeres tendemos a ser un poco más sumisas que los hombres, siempre cuidamos la imagen ante la sociedad tratando de no ser indecorosas o provocativas, además de que siempre tomamos muchas precauciones en cualquier cosa que hagamos. La mayoría de los casos de este comportamiento se debe a que nos han enseñado a ser así, siempre recatadas, y, más si se trata de una familia que proviene de pueblos que se encuentran alejados de la ciudad, pues ahí, todavía no se han “ aceptado “ lo suficiente para poder llevar a cabo la igualdad de género.

En el recato femenino influye la vanidad de los hombres y como bien lo dice el autor “Como casi todos los pueblos, los mexicanos consideran

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