Las Transformaciones Del Estado Contemporaneo
tatyana2217 de Febrero de 2013
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I. El Estado social y sus implicaciones.
-El Estado social significa históricamente el intento de adaptación del Estado tradicional a las condiciones sociales de la civilización industrial y postindustrial con sus nuevos y complejos problemas. Desde el último tercio del siglo XIX se desarrolló en los países más adelantados una política social cuyo objetivo inmediato era remediar las pésimas condiciones vitales de los estratos más desamparados y menesterosos de la población. Se trataba así de una política sectorial no tanto destinada a transformar la estructura social cuanto a remediar algunos de sus peores efectos. En cambio, la actual política social de los países industrializados y postindustrializados extiende sus efectos no solamente extiende sus efectos no solamente a aspectos parciales de las condiciones de vida de las clases obreras, cuyo porcentaje sobre el total de la población tiende a disminuir, sino también a las clases medias, cuyo porcentaje ha aumentado considerablemente como consecuencia de la tecnificación del trabajo y del crecimiento del sector de servicios, e indirectamente sobre la totalidad
de la población; tales medidas, además no se limitan a la menesterosidad económica, sino que se extienden también a otros aspectos como promoción del bienestar general, cultura, esparcimiento, educación, etc.
Las condiciones históricas que han hecho posible el desarrollo de esta nueva función del Estado que ni es socialista, ni es capitalista en el sentido clásico del concepto, sino que se corresponde con la etapa del neocapitalismo son, de un lado, un reto histórico, una necesidad de resolver problemas agobiantes irresolubles dentro de la estructura del Estado liberal, y de otro lado, las posibilidades ofrecidas por el desarrollo cultural y tecnológico de la época industrial.
Y es que, son conocidas las experiencias históricas del período comprendido entre las dos guerras mundiales con sus profundas crisis económicas, su extensísimo paro obrero, la consiguiente profundización, tensión y politización de la luchas de clases, etc. Para ello sirvió la teoría económica formulada por Keynes según la cual es preciso y posible llegar por métodos democráticos y sin alterar fundamentalmente la economía capitalista, a la cancelación del paro mediante un aumento de la capacidad adquisitiva de las masas que operara, a su vez, como causa para el crecimiento de la producción y, por consiguiente, de la oferta de empleo, fines que se lograrían mediante una orientación y control del proceso económico por parte del Estado, pero manteniendo la propiedad privada de los medios de producción. Por otra parte, la función directiva del Estado ha sido hecha posible,
además de por la ciencia y por la técnica económicas, por el enorme desarrollo de las técnicas de control y de programación, de la teoría y el análisis de sistemas, de la investigación operacional, de la teoría de juegos, etc, y, en resumen, por lo que Bell denomina la tecnología intelectual, es decir, el conocimiento de los métodos para definir la acción racional y para identificar los medios para llevarla a cabo.
- Por otro lado, una de las características del orden político liberal era no sólo la distinción, sino la oposición entre Estado y sociedad, a los que se concebía como dos sistemas con un alto grado de autonomía, lo que producía una inhibición del Estado frente a los problemas económicos y sociales. Lo cierto, es que el Estado, organización artificial, ni debía, ni a la larga podía, tratar de modificar el orden social natural, sino que su función habría de limitarse a asegurar las condiciones ambientales mínimas para su funcionamiento espontáneo y , todo lo más , a intervenir transitoriamente para eliminar algún bloqueo a la operalización del orden autorregulado de la sociedad, de este modo, el Estado y la sociedad eran imaginados como dos sistemas distintos, cada uno de límites bien definidos, con regulaciones autónomas y con unas mínimas relaciones entre sí. El Estado social por el contrario, parte de la experiencia de que la sociedad dejada total o parcialmente a sus mecanismos autorreguladores conduce a la pura irracionalidad y que sólo la acción del Estado hecha posible por el desarrollo de las técnicas administrativas, económicas,
puede neutralizar los efectos disfuncionales del desarrollo económico y social controlado. Po consiguiente, el Estado no puede limitarse a asegurar las condiciones ambientales de un supuesto orden social inmanente, ni a vigilar los disturbios de un mecanismo autorregulado, sino que, por el contrario, ha de ser el regulador decisivo del sistema social y ha de disponerse a la tarea de estructurar la sociedad a través de medidas ya sean directas o indirectas. En resumen, Estado y sociedad ya no son sistemas autónomos, autorregulados, unidos por un número limitado de relaciones, sino dos sistemas fuertemente interrelacionados entre sí a través de relaciones complejas y con un conjunto de subsistemas interseccionados.
- Si el Estado social significa un proceso de estructuración de la sociedad por el Estado, hay que preguntarse sobre los valores y fines que lo orientan. Los valores básicos del Estado democrático-liberal eran la libertad, la propiedad individual, la igualdad, la seguridad jurídica y la participación de los ciudadanos en la formación de la voluntad estatal a través del sufragio. El Estado social democrático y libre no sólo no niega estos valores, sino que pretende hacerlos más efectivos dándoles una base y un contenido material y partiendo del supuesto de que individuo y sociedad no son categorías aisladas y contradictorias, sino dos términos en implicación recíproca de tal modo que no puede realizarse el uno sin el otro.
- Mientras que el Estado tradicional se sustentaba en la justicia comunicativa, el Estado social se sustentaba
en la justicia distributiva. Lo que caracteriza cualitativamente al Estado social no es tanto una política de nacionalización de los medios de producción, cuanto una más justa distribución de lo producido llevada a cabo por la adecuada utilización para tal fin de la tradicional potestad fiscal. Nada impide al Estado recaudar el 80 o el 90 por 100 de la tasa de crecimiento anual por vía de la tributación y destinar lo recaudado a fines de distribución social.
-Pero es claro que para distribuir permanentemente algo no sólo hay que tener poder de disposición sobre este algo, sino también asegurar su producción y reproducción. Ya la sola asunción por parte del Estado de la responsabilidad por la dirección general del proceso económico, dentro del marco de una economía de mercado, que el mismo Estado contribuye a regular estructural y coyunturalmente.
-La unidad entre el Estado social y la comunidad nacional nos lleva a otra característica de dicho tipo de Estado, su capacidad para producir la integración de la sociedad nacional. Esto quiere decir no tanto la supresión de la lucha de clases o, mas bien, d e la pluralidad de grupos clasistas de la sociedad actual, cuanto su reducción a conflictos parciales y resolubles por vías jurídicas o por acuerdo entre las partes, sin que el conflicto llegue a adquirir extensión nacional y se transforme en un proceso de antagonización política radical. De este modo, la función característica del Estado podría ser producir la integración dentro de las condiciones de la actual sociedad industrial, con su pluralidad
de grupos e intereses antagónicos, reduciendo los conflictos sociales a contactos sociales. Ello implica la garantía de la posibilidad de ascenso social frente a la rígida estratificación; la sustitución de la lucha de clases aniquiladora por acuerdos entre los participantes, y la cobertura de las necesidades de amplios estratos sociales mediante una política de procura de la existencia.
-Por otra parte, el Estado social tiene como supuesto la democracia política, que se caracteriza por su tendencia hacia la instauración de una democracia social, cuyas formas capitales son la democracia económica y la democracia empresarial. La primera es la participación en las decisiones del Estado que afectan a la globalidad o a amplios sectores de la economía nacional, no sólo a través del parlamento, sino también de organismos específicos como los consejos económicos sociales etc. La democracia empresarial tiene lugar en el seno de las empresas y significa compartir la autoridad derivada de la propiedad de los medios de producción con la autoridad derivada del trabajo que hace productivos a tales medios con la participación de los representantes de los obreros y empleados en la gestión de la empresa en condiciones de paridad o próximas a la paridad con los representantes del accionario.
-Respecto al Estado Social y al Estado de Derecho, podemos decir que existe un intento de adaptación de las notas clásicas de derecho a su nuevo contenido y a sus nuevas condiciones ambientales:
* Principio de legitimidad: el Estado social de derecho acoge los valores
jurídico-políticos clásicos, pero de acuerdo con el sentido que han ido tomando a través del curso histórico y con las demandas y condiciones de la sociedad del presente, además a tales derechos clásicos atañe los derechos sociales económicos y, en general, los derivados de la función de la procura existencial. Por consiguiente, no sólo incluye derechos para limitar la acción del Estado, sino también derechos a las prestaciones del Estado.
* Principio de la división de poderes: el sistema de división de poderes clásico ha pasado a constituir un subsistema dentro de un sistema más
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