Lo Publico En Las Transformaciones Del Estado Contemporáneo Y La Gestión pública.

Lo publico en las transformaciones del estado contemporáneo

y la gestión pública.

Conceptuar “lo público” no supone una tarea sencilla, ya que la presencia de diferentes escenarios como la confluencia de la ética cristiana, el surgimiento de la ciudad y del mercado como mecanismo de integración social, fundamentaron aspectos que hicieron posible el origen de ese espacio distinto al del estado o al de la política, y en donde se evidencia que su desarrollo está íntimamente ligado con las transformaciones de la esfera estatal.

Precisamente, la mencionada integración social, se asocia con la idea de sociedad civil, la cual relaciona a la agrupación de individuos que de manera autónoma, independiente y voluntaria, desarrollan actividades en la esfera privada, en donde los individuos asumiendo su rol de ciudadanos, efectúan diversas acciones en colectivo para incidir en el ámbito público. Es aquí donde toma ímpetu la aclaración de: “lo público no significa lo mismo que lo colectivo. Todo lo público es colectivo, pero no todo lo colectivo es público. Lo colectivo es todo aquello que asume un carácter moralmente obligatorio”.

Enfocando lo público con las transformaciones del estado contemporáneo, es provechoso entender a la opinión pública como integrante dominante de sus ambientes comunicacionales. Es aquí, donde se expone un precedente en la relación de mutuo cambio entre lo público y el estado, en donde, en principio, la opinión publica era comprendida como el ejercicio puro que se enfrentaba y resistía a la práctica del secreto, propia del Estado absolutista, y el principio de la crítica como derecho del público a debatir las decisiones políticas, esto era el “debate ciudadano”, un espacio de articulación entre la sociedad civil y la sociedad política. Ahora, en una presente sociedad, mediada por la presencia de un hábitat tecnológico y generador de oleadas continuas de discursos e imágenes, lo público es cada día más reconocido con lo representado en los medios, y el público con sus audiencias. Hoy, la opinión pública que los medios fabrican con sus sondeos y encuestas tiene así cada vez menos de debate y de crítica ciudadana, y más de simulacro manipulado, el cual resta fuerza a un efímero análisis y opinión de los individuos participes o no de la fibra civil.

Lo anterior puede entenderse como la intervención silenciosa del estado contemporáneo, en la opinión pública, aquella que en esencia se ofrecía como la voz de fiscalización del ciudadano, la cual, si funcionara en derecho, sería el medio impulsor de las transformaciones estatales de acuerdo a las necesidades interpretadas por el pueblo.

No obstante, lo público aun ejerce cierta presión para el alcance de progresos orientados al “perfeccionamiento” del estado y la gestión pública; es importante aquí resaltar que el fenómeno moderno de lo público, surge históricamente con el de Estado y su desarrollo está ligado con las transformaciones de la esfera estatal, aquella concepción que predomino durante el período del Estado liberal es la que concibe lo público como la posibilidad de la esfera privada y la oportunidad del individuo actor no estatal, de opinar, ejercer control y vigilancia a los gobernantes, a fin de garantizar una adecuada administración de los bienes públicos e intereses colectivos, intentando apartar la justificación del derecho divino en el que los soberanos buscaban justificar su poder absoluto, permitiendo ampliar el concepto de esfera pública.

Gracias a ello, la construcción de lo público es descrito como el punto de encuentro de tres grandes elementos que conforman la organización de la sociedad: el mercado, el Estado y la sociedad civil; depende del grado de desarrollo de cada uno de estos elementos y del porcentaje de presencia dentro de la convergencia, que se pueden evidenciar diferentes tipos de espacios públicos.

Vale la pena precisar que como lo señala Charles A. Reilly, en el marco del espacio público ninguno de los tres elementos (estado, sociedad civil y mercado) pueden existir sin confluirse con los otros "...En ausencia de mercados perfectamente competitivos, el Estado debe intervenir con capacidad reguladora. Pero como los Estados son imperfectos en sí mismos, necesitan mecanismos de control de la sociedad civil. Y como la sociedad civil también es imperfecta e incompleta, tanto el Estado como el mercado deben jugar un papel para asegurar los derechos, canalizar los intereses y generar empleo".

Por tanto, es en ese escenario de la construcción de lo público, donde la sociedad civil como elemento primordial de la triada, debe actuar para exigir al Estado una gestión pública con responsabilidad y sentido respecto a lo social, una gestión pública con participación y decisión ciudadana, que permita una construcción de políticas públicas que en realidad apunten a resolver las problemáticas sociales, económicas y culturales de quienes verdaderamente lo necesitan. Para ello está sociedad civil deberá afianzar su sentido de participación, de lo colectivo dejando a un lado el individualismo, características que predominan nuestra sociedad colombiana. Sin embargo, también encontramos lo público no estatal el espacio público señalado en el cruce de las tres esferas como esfera pública, y que sigue estando muy influenciado por el Estado, habida cuenta

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