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Loos y Sant´t Elia precursores de la modernidad

ysabellanz25Ensayo25 de Mayo de 2021

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA [pic 1][pic 2]

MINISTERIO POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD JOSÉ ANTONIO PAÉZ

FACULTAD DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA

TEORIA DE LA ARQUITECTURA

“Loos y Sant’Elia, precursores de la modernidad. 1908-1914,”

            Grupo N° 6

Juliana Madriz,

Natalie Hayek,

Manuela Medina,

Waeam Aslan,

Ysabella Nuñez,

Prof. Arq. Sara Atiénzar

          Septiembre de 2020

            En el presente trabajo se analizará el trabajo teórico y los tratados de los arquitectos Adolf Loos y Antonio Sant’Elia, y como estos influyeron en la arquitectura del movimiento moderno.

El Movimiento Moderno fue un movimiento arquitectónico de principios del siglo XX que consideraba a la razón y a la funcionalidad como los únicos organizadores válidos de los espacios humanos. Este formó parte de los movimientos de vanguardia que a principios del siglo XX procuraron renovar el arte. Si bien se consideraba que la estética era el resultado de una metodología racional, podemos entender que dicha estética era previa al proceso de diseño y se generaba en la cultura de la industrialización.

Los trabajos teóricos de Loos y Sant’Elia buscan demostrar los principios del movimiento moderno y las razones por las cuales la utilización de estos nuevos principios arquitectónicos tenían validez para el momento histórico que se estaba viviendo y como estos respondían a los cambios sociales y a la nueva formación del hombre moderno y racional. De esta forma Loos y Sant’Elia se convierten en precursores y pioneros del movimiento moderno, y sus trabajos de investigación dieron pie para que los arquitectos de las siguientes décadas propusieran sus propias teorías y desarrollaran dicho movimiento.

Es importante estudiar y tener conocimiento de las teorías y tratados de estos arquitectos, pues ellos estaban viviendo el cambio social y económico del comienzo de siglo y con argumentos que justifican sus teorías propone nuevas formas de ver la arquitectura y su relación con el hombre moderno, sus actividades diarias y su contexto.[pic 3]

            Al momento de estudio de las teorías de la arquitectura, resulta sumamente sabio reconocer y valorar la trayectoria y las diversas contribuciones que a lo largo de la historia han brindado los teóricos de la materia al profesional moderno y contemporáneo. Entre estos influyentes pioneros se consiguen las obras y los aportes de Antonio Sant´Elia y Adolf Loos.

En coherencia con lo anterior, requiere consideración el mérito del arquitecto y urbanista Antonio Sant´Elia (Como,1888-Monfalcone, 1916), quien a pesar de su corta vida demostró su pasión y su excelente visión que quedan reflejadas en sus obras Nueva ciudad y el Manifiesto de la arquitectura futurista. Estudió en Milán y Bolonia y en 1912 volvió a Milán a abrir su propio estudio. Acometió muy pocos encargos, y los que llegó a completar fueron más tarde demolidos o transformados.

En sus obras podemos encontrar dibujos que muestran edificios marcadamente verticales, en ocasiones con ascensores (elevadores) exteriores y surcados por calles o avenidas elevadas. Estos proyectos utópicos, así como sus exhortaciones sobre el uso de los nuevos materiales industriales, hacen que sea considerado como uno de los pioneros del movimiento moderno en la arquitectura.

Haciendo énfasis en los principios generales que el menciona en el Manifiesto de la Arquitectura Futurista, se proclama el rechazo de todos los estilos profesionales, de las líneas perpendiculares y horizontales, de las formas cúbicas y piramidales por su estatismo y pesadez, y la destrucción de la arquitectura existente.[pic 4]

            Para lograr comprender su obra debemos mencionar que el Futurismo fue un movimiento artístico controversial y de los más desconocidos, pero que disfrutó de una favorable situación respecto al resto de las vanguardias, principalmente en su vertiente pictórica, ya que se interesó por el futuro de la ciudad entendida más allá de su mera concepción formal.

            En el manifiesto el autor propone acabar con la arquitectura que existía hasta el momento, criticando la arquitectura clásica, que define como pesada y llena de ornamentos, y defiende una arquitectura nueva, ligera y dinámica, que se adapte a nuestro tiempo.

La idea del autor es que la historia del arte evoluciona constantemente, pero los factores científicos (nuevos materiales, estudios de la resistencia, empleo de hormigón armado.) no, y que, por tanto, ahora que ha aparecido este gran avance en la construcción, debemos romper con esa arquitectura de arcos y bóvedas de materiales pesados y sustituirlas por una arquitectura que se adapte a los hombres de hoy, a su movimiento y a sus máquinas.

El arquitecto diferencia perfectamente entre una renovación estilística (que ha estado siempre presente a lo largo de la historia) y una rarísima evolución científica: “... porque, en la historia, son frecuentes los cambios de moda (..), pero son rarísimos los factores que producen cambios profundos en las condiciones ambientales (..), factores como el descubrimiento de leyes naturales, el perfeccionamiento de los medios mecánicos, el uso racional y científico del material.”[pic 5]

De este modo comprendemos que la arquitectura no debe “obligatoriamente, volver a empezar desde el principio”. Debe seguir su curso como lo está haciendo hasta ahora.

Por otro lado, en contraste al anterior no se cuestiona la relevancia del revolucionario y visionario arquitecto Adolf Loos (Brno, Moravia 1870-Viena 1933), una figura que cambio rotundamente las bases estéticas de la sociedad vienesa de principios del siglo XX. Loos introdujo el principio de racionalidad en la arquitectura y creó una nueva distribución de los espacios para preservar la privacidad y la intimidad, y a su vez presento que la idea del uso excesivo de adornos conducía a la degradación de la sociedad, teoría que desarrolló en numerosos artículos y, sobre todo, en su famoso ensayo de 1908 Ornamento y delito; es una dura crítica hacia los ornamentos innecesarios y con falta de utilidad en las edificaciones.

            Loos afirma en el ensayo “Hoy en día, el ornamento, en aquellas cosas que gracias a la evolución pueden privarse de él, significa fuerza de trabajo desperdiciada y material profanado. Si todos los objetos pudieran durar tanto desde el ángulo estético como desde el físico, el consumidor podría pagar un precio que posibilitara que el trabajador ganara más dinero y tuviera que trabajar menos”.

Se explica que es necesario desplazar a los objetos de todo aquello que no cumple función alguna en ellos, llegar a la esencia misma de su uso y entonces podremos apreciar su verdadera belleza. Todo lo que se añada a eso no sólo lo encarece, sino que oculta su razón de ser.[pic 6]

De todas formas, no hay que confundir la ausencia de ornamento con la renuncia a la decoración. Decorar es algo mucho más complejo y profundo, responde a una función y una necesidad, juega con la luz y el espacio. No se trata de vivir en casas de paredes desnudas y muebles sobrios, sino tan sólo de librase del ornamento gratuito, el que oculta la realidad material de las cosas y no nos permite ver su hermosura.[pic 7]

              Cuando nos adentramos en el ensayo de Adolf Loos, podemos notar que se empezaba a notar un contraste con las obras nuevas que iban apareciendo en la sociedad; la arquitectura con mucha ornamentación, paso de ser sofisticada, bonita y relevante a edificaciones, mobiliarios y demás componentes que podrían definirse como parte de la arquitectura en general; como anticuado y sobresaturada. Se contempla que la sencillez en las obras podía hacer que estos elementos sobresalieran más e incluso ser más bonitos.

-“Fijaros: la habitación en que murió Goethe es más hermosa que toda la pompa renacentista y un mueble liso es más bonito que todas las piezas de museo incrustadas esculpidas. El lenguaje de Goethe es mucho más bonito que todos los ornamentos de los pastores del río Pegnitz.”- [pic 8][pic 9][pic 10]

- “Entre nosotros mismos hay en las ciudades hombres que no son nada modernos, rezagados del siglo XVIII”- 

- “Yo quizá vivo en 1908 pero mi vecino vive en 1900 y el de más allá en 1880. Es una desgracia para un Estado que la cultura de sus habitantes abarque un período de tiempo tan amplio. El campesino de la apartada región de Kals vive en el siglo XII. Y en la procesión de la fiesta de jubileo tomaron parte gentes que ya en la época de las grandes migraciones, se hubieran considerado retrasadas. Feliz el país que no tenga este tipo de rezagados y merodeadores.”-[pic 11]

            Loos, criticaba el hecho de que hasta las fechas en las que él se encontraba escribiendo este ensayo, existieran estructuras como las del Art Nouveau o el modernismo catalán, que destacaban por ser estructuras que representaban elementos de la naturaleza, de fachadas con grandes volúmenes, arabescos y formas poco comunes; buscando embellecerlas con tanta ornamentación y formas abstractas. Pensaba que para estar entrando al mundo moderno este estilo lograba que se llegara a una evolución; presentaba más bien un retroceso. Una pared blanca y lisa podía ser mucha más hermosa a simple vista si se lo proponía.

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