Los Cañones De Agosto

EL DESARROLLO INDUSTRIAL Y ARTESANAL ANTES DE 1895

Grandes concentraciones artesanales, existían ya antes de 1895, permitiendo este hecho comprender, en cierto sentido, el grado de evoluci6n alcanzado por este sector en 1910.

Modo de investigación: En efecto, para mostrar la existencia de un cierto sector industrial recurren a datos tales como la fundación, en un determinado año, de una industria determinada. En este cuadro observamos que el 10% de las industrias existentes en 1895 existía ya antes de 1870 y que el 23,6% de las mismas existía antes de 1880. Otra forma de poder estudiar, es a través de las tasas que pagaban las industrias.

Hasta 1887 predomina de manera aplastante un solo tip0 de industria: la alimenticia. La crisis económica provoco, tambien en el sector que hemos definido en sentida lato industrial, un estancamiento, una regresión.

La reanudaci6n que se observa en el sector industrial a partir de 1880 -y que se mantendría hasta 1886- parece poder explicarse por dos motivos: el desmoronamiento continuo del valor del peso chileno -consecuencia del deterioro del comercio exterior de exportaci6n-, y el estallido de la guerra denominada del Pacifico. Como resultado de esta guerra, Chile se apoder6 de 10s yacimientos de salitre que se encontraban en 10s territorios peruanos y bolivianos.

El cuadro nos ofrece elementos interesantes: en el primer lugar, las empresas no industriales que introdujeron nuevas técnicas, especialmente aquellas mineras, son m b numerosas que las artesanales e industriales.

LA VUELTA AL PROTECCIONISMO

El desarrollo industrial era esencialmente determinado por la estructura económica general.

EL PENSAMIENTO PROTECCIONISTA.

La declinaci6n del pensamiento de tipo mercantilista-fisiocrático parece situarse, por consiguiente, en los años posteriores a 1840, cuando las condiciones objetivas de la economía chilena experimentan un fuerte cambio seguido del incremento cuantitativo de las exportaciones, cambio que permitió mayor liberalización del comercio exterior.

1840-1850: la economía chilena, gracias a las exportaciones agrícolas y mineras, parecería haberse iniciado una fase positiva. La polémica contra el liberalismo económico empieza solamente hacia 1870, o sea, un cuarto de siglo desde la difusión de este pensamiento.

1878 época de crisis: En esta petición, industriales y artesanos sostienen que, como consecuencia de la liberalización económica, un cierto número de industrias ha debido cerrar sus puertas. Los mismos sostienen que el desarrollo de la industria no puede realizarse sin una protección aduanera adecuada y piden, por lo tanto, el aumento de los impuestos de importación para los productos sobre las materias primas. En 1892 vio la luz el primer estudio que no sólo se declaraba francamente proteccionista, sino que elaboraba incluso ciertas proposiciones a nivel teórico. La caída de los precios de los bienes exportados -iniciada antes de 1880- había provocado una crisis de carácter permanente, la cual habría durado hasta el momento en que el país hubiera logrado pasar de la fase agrícola a la fase industrial.

Como puede verse, el proteccionismo, que había comenzado en la década de 1870 solicitando la erección de barreras aduaneras, en la década de 1890 era menos burdo y doctrinariamente más preciso, pidiendo la intervención directa del Estado.

El pensamiento económico de la generación de 1890 se caracteriza por una cierta ambigüedad porque, si bien consideran validos los principios de la escuela liberal, se da cuenta que estos principios no tienen una aplicación universal; sin embargo no es capaz de comenzar la búsqueda consciente de una nueva doctrina económica opuesta al liberalismo. Se propone como tarea para el Estado, no solamente la protección de las industrias existentes sino también la creación de nuevas industrias; el auto propone que el Estado dedique para este fin la cuarta o la quinta parte del presupuesto estatal.

En 1904, el secretario de esta Sociedad constataba que el distanciamiento entre obreros y patrones no había cesado de agravarse y el indicador más claro era que las huelgas no sólo habían aumentado cuantitativamente sino que se habían puesto cada vez más violentas; según el autor, en la base de estas huelgas estaba la exigencia de un aumento de salarios y de la disminución de las horas de trabajo.

Se observa, por consiguiente, que ya hacia el primer decenio del siglo xx la doctrina proteccionista, si bien está ahora coordinada al sector industrial y no comprende los demás sectores, ha experimentado una escalation; ahora no se pide solamente el aumento de los aranceles sino que a esta demanda, que permanece fundamental,

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