Marketing

El marketing es una herramienta que se ha diseñado para fortalecer los mercados. Según Philip Kotler, consiste en un proceso administrativo y social gracias al cual se obtiene el intercambio de productos o servicios. Jerome McCarthy opina que es la realización de actividades que pueden ayudar a que una empresa consiga las metas que se ha propuesto, pudiendo anticiparse a los deseos de los consumidores y desarrollar productos o servicios aptos para el mercado.

Por su parte Jonh A. Howard, quien trabaja en la Universidad de Columbia, asegura que está convencido de que el marketing consiste en un proceso en el que es necesario comprender las necesidades de los consumidores, y encontrar qué puede producir la empresa para satisfacerlas. Y Al Ries y Jack Trout, opinan que marketing es sinónimo de “guerra” donde cada competidor debe analizar a cada “participante” del mercado, comprendiendo sus fuerzas y debilidades y trazar un plan a fin de explotarlas y defenderse.

Según la American Marketing Asociation (A.M.A), el marketing es una forma de organizar un conjunto de acciones y procesos a la hora de crear un producto “para crear, comunicar y entregar valor a los cliente, y para manejar las relaciones” y su finalidad es beneficiar a la organización satisfaciendo a los clientes.

De cualquier forma todas las definiciones apuntan a lograr una meta “vender”, bien sea servicios o productos y a “satisfacer” a un cliente o una necesidad. Y para lograrlo se crean, diseñan, inventan o imaginan una o varias estrategias que permitan conseguir este objetivo.

Se dice que el marketing puede tener diversas orientaciones: al producto, a las ventas o al mercado.

En ese camino, se recurre a múltiples alternativas o estrategias, unas muy comunes y otras no tanto, y en ocasiones discutiblemente éticas, al menos en cuanto a los valores de un determinado grupo poblacional.

Pero qué pasa cuando precisamente son esos valores los que impiden el uso o recurso del marketing, sea parcial o totalmente? Y si no son solo los valores los que intervienen sino la cultura, las creencias o la leyes o políticas de un país ?

Aquí interviene el proceso de globalización que está teniendo lugar actualmente a nivel mundial y por medio del cual existe una creciente relación económica entre los diferentes países, por alejados que estos estén.

La grandes empresas o multinacionales, se esfuerzan por crear un mundo a su imagen o por incluir sus productos en países de alguna forma vulnerables económicamente o sin producciones propias, la mayoría de las veces desconociendo o atropellando las ideologías propias de estos. Es ahí cuando estas empresas suelen encontrar una barrera en ocasiones casi infranqueable, que deben aprender a ir derribando en la medida que las condiciones de cada región lo permitan.

No es lo mismo ingresar al altamente competido y bastante diverso mercado norteamericano, que al reducido y poco adquisitivo mercado venezolano o cubano.

En regiones o países con condiciones económicas, políticas o ideológicas especiales es donde las estrategias de marketing representan desafíos para las empresas, bien sea por los precios, la producción, el desconocimiento o la poca aceptación del producto o hasta pro la distribución física del mismo.

Por ejemplo, en España durante

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