Mexico Barbaro, comentario

“México Bárbaro”

(John Kenneth Turner)

Jesica Marlene Agudo Pérez                                                                                             Grupo 1

El gobierno de Porfirio Díaz fue regido en su mayor parte bajo la influencia de los Estados Unidos, un gobierno donde se anteponían los intereses políticos y económicos sobre el bienestar de la población. El escritor John Kenneth Turner plasma en el libro “México Bárbaro” la situación real que se vivió en México durante la dictadura de Díaz.

Valle Nacional, era el lugar donde se presentaba en mayor proporción la esclavitud, todos los que eran enviados ahí estaban destinados a servir como esclavos a los dueños de haciendas, para después de aproximadamente 8 meses morir debido a la falta de alimento, horas de trabajo excesivas, o asesinados por su patrón lo que llevo a este lugar a ser conocido como “Valle de la muerte”. Las condiciones en las que eran tratados los esclavos eran deplorables, alimentados con frijoles, tortilla y pescado echado a perder y obligados a trabajar desde la madrugada hasta el anochecer, lo que posteriormente llevaría a su inminente muerte. Las personas eran llevadas ahí de dos formas mediante un “agente de empleos” o por conducto de un jefe político que en lugar de enviar a pequeños delincuentes a cumplir sentencias en la cárcel, los vende como esclavos y se guarda el dinero para sí, arrestando así a todas las personas que pueda.

Los esclavos no solo eran sometidos a trabajar extensas jornadas de trabajo sino que también se les asignaba una deuda de por vida, ya que el sueldo que recibían no era el suficiente, eran obligados a comprar en las tiendas de raya con precios exorbitantes, quedando así a deber cantidades que nunca podrían pagar; estas deudas eran trasmitidas a los hijos de los deudores.

Durante esta dictadura los yaquis quienes eran personas sumamente trabajadoras y pacíficas, formaban parte de la nación mexicana hasta que fueron incitados por el gobierno, al querer quitarles sus tierras, a tomar las armas. Son estos yaquis pacíficos a los que se aprehende y se deporta a Yucatán, siendo vendidos en ese lugar y apropiándose las autoridades del gobierno del estado de Sonora  todos sus bienes, resultando estos yaquis una gran inversión.

Esta realidad no era conocida en todos países, Los norteamericanos llamaban a México “nuestra república hermana”, república muy parecida a ellos o eso es lo que creen, pero el verdadero México era un país con una Constitución y leyes escritas tan justas en general y democráticas como las de Estados Unidos; pero donde ni la Constitución ni las leyes se cumplen. Es un país sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos, sin alguna garantía individual y sin libertad para conseguir la felicidad.

Esta realidad no era conocida debido a la represión que existía hacia los partidos de oposición y manifestaciones, el presidente tenía control total sobre la prensa y todos los movimientos teniendo a México en una tranquilidad esforzada a base de asesinatos, encarcelamientos y expulsando del país a todo aquel que cuestionara su gobierno. Aun así hubo quienes resistieron heroicamente al soborno, la cárcel y la hostilidad, como el caso de los directores de El Monitor Republicano, La Voz de México y El Hijo del Ahuizote.

Los Estados Unidos son socios en la esclavitud que existe en México. Son responsables como fuerza determinante de la continuación de esa esclavitud y los son a sabiendas. Existe en México un creciente sentimiento antinorteamericano, dado que el pueblo mexicano es naturalmente patriota.
Existen en México 900 millones de dólares de capital norteamericano lo que representa una gran amenaza, pues es un buen pretexto para intervenir en México con la finalidad de proteger su capital y así destruir la última esperanza de los mexicanos de obtener su existencia nacional independiente.

Se habla del carácter de los mexicanos y se presenta una discusión de los argumentos que los norteamericanos suelen usar para defender, en México, un sistema que ni por un momento disculparían en algún otro país.
El punto sustancial de esa defensa consiste en que el mexicano “no es apto para la democracia” que hay que esclavizarlo en aras del “progreso”, puesto que no haría nada por sí mismo o por la humanidad si no se le obligase a hacerlo por medio del temor al látigo o al hambre; que debe ser esclavizado porque no conoce nada mejor que la esclavitud; y que, de todos modos, en la esclavitud es feliz.

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