ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Monografia ARTE DE LAS PUTAS


Enviado por   •  3 de Octubre de 2013  •  11.110 Palabras (45 Páginas)  •  313 Visitas

Página 1 de 45

EL ARTE DE LAS PUTAS de Nicolás Fernández de Moratín

9 noviembre, 2007

Con fecha del año 1777, en el Legajo 4428, número 30: “Edicto manuscrito de la Inquisición de corte”, folio 3v y 4v guardado en el Archivo Histórico Nacional aparece el siguiente texto: “19. Un Papel, o Poema manuscrito en 106 páginas en quarto, intitulado Arte de las Putas, que tiene a continuación de este título varios versos de Ovidio en su obra de Arte Amandi, y está dividido en quatro cantos, de los cuales el primero empieza: “Hermosa Venus que el amor presides; y concluye el quarto y último: “el dulce Moratín fue mi Maestro”. Se prohibe enteramente, aun para los que tengan licencia de leer libros prohibidos, por estar llenos de proposiciones falsas, escandalosas, provocativas a cosas torpes, injuriosas a todos los estados del Christianismo, blasfemas, y con sabor de Ateismo, y Politeísmo.” Esta recomendación estuvo expuesta durante años en sitios públicos e iglesias del país, con el fin de avisar a los fieles del veneno que la lectura de estos textos suponía para la moral establecida.

El Arte de las Putas podría ser considerado como la guía secreta del Madrid de la época. En él aparecen un amplio catálogo de nombres y lugares muy conocidos de la noche madrileña del siglo XVIII, además de recomendaciones en el trato con prostitutas y precio que debía pagarse por sus servicios, muy al estilo de otras obras francesas anteriores al autor como “La rettorica delle puttane” o “La tariffa della puttane di Venezia”. Incluso hay autores que afirman que Los Caprichos de Goya estuvieron inspirados en esta obra de Moratín.

El Arte de las Putas de Nicolás Fernández de Moratín circuló de forma manuscrita hasta su primera edición a finales del siglo XIX, de la que solo se imprimieron cincuenta ejemplares.

CANTO PRIMERO

Hermosa Venus que el amor presides,

y sus deleites y contentos mides,

dando a tus hijos con abiertas manos

en este mundo bienes soberanos:

pues ves lo justo de mi noble intento

déle a mi canto tu favor aliento,

para que sepa el orbe con cuál arte

las gentes deberán solicitarte,

cuando entiendan que enseña la voz mía

tan gran ciencia como es la putería.

Y tú, Dorisa, que mi amor constante

te dignaste escuchar, tal vez amante,

atiende ahora en versos atrevidos

cómo instruyo a los jóvenes perdidos,

y escucha las lecciones muy galanas

que doy a las famosas cortesanas.

Mas ya advertido mi temor predice

que al escuchar propuestas semejantes

tu modesto candor se escandalice;

pues no, Dorisa bella, no te espantes

que no es como en el título parece,

en la sustancia esta obra abominable.

Por mí la serie de los tiempos hable;

pues siguieron las mismas opiniones

todos los siglos, todas las naciones,

y hallarán en el mundo practicados

mis dogmas por las gentes más ilustres

de entrambos sexos; no permita el hado

que la obscena maldad ninguno aprenda

siendo yo su maestro; el que aún no entienda

del rígido apetito, no me lea

a no ser que advertencias pretendiese

del mal para evitarlo, pues cogido

puede un incauto ser muy fácilmente,

del contrario que no es bien conocido.

Así como se informan los pedantes

de Galego y de Lárraga, estudiantes

del homicidio, estupro y adulterio,

de plétora, aneurisma y esquinencia

para ahuyentarlo, como dicen ellos,

con rosario y con pócimas amargas,

yo no pretendo con arengas largas

disuadir el amor puro y constante

de solo a solo, ni romper deseo

la coyunda que enlaza el Himeneo.

Sufra el cuello magnánimo y robusto

su yugo tan pesado como justo,

y evitará el horror de mis lecciones;

mas ¡qué de estorbos, oh Fortuna, pones

para lograrlo! El áspero dinero

le falta al uno, al otro la licencia

del superior o el padre muy severo.

¿Quién bastará a adornar de resistencia

para que el otro sufra eternamente

a una mujer fantástica, insolente,

que fiada en el lazo indisoluble

tiranamente usurpa el despotismo

del hombre, su prudencia despreciando?

¡De cuántos infortunios libertada

fuera la humanidad si este contrato

lo anularan violadas condiciones!

Aunque no permitido, practicado

vicio que aun hoy ya no es disimulado;

¡cuántos suspiros, cuántas aflicciones

ocultas se acallaran si el recelo

turbara las seguras posesiones!

Diera yo entonces inútiles lecciones;

mas

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (75.3 Kb)  
Leer 44 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com