Museo Del Virreinato

Historia de los colegios de Tepotzotlán

Antecedentes:

Una vez consumada la tomada Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521. Se inicio la evangelización en Cuautitlán construyéndose una ermita de visita en este lugar La orden de frailes franciscanos fue la primera en evangelizar el territorio novohispano fue también la primera en adoctrinar en Tepotzotlán, aunque por breve tiempo. El fray Toribio de Benavente (motolinia), misionero de esta zona escribió que el pueblo al que llegaron primero los frailes a enseñar y evangelizar fue Cuautitlán y luego a Tepotzotlán, porque en México “había mucho ruido” y ahí se encontraban los sobrinos y nietos de Moctezuma.

En el año de 1580 llegaron los jesuitas a este lugar, su misión era aprender el náhuatl, mazahua y otomí para poder continuar con la evangelización que ya habían iniciado los franciscanos y el clero secular. Fue, antes que nada un interés lingüístico lo que los atrajo a la región.

Los primeros jesuitas establecidos en el lugar, eran dirigidos por el padre Hernán Suarez de la Concha, fueron Juan Tovar, Diego de Torres, Juan Díaz y Pedro Vidal. Los que habitaron provisionalmente las casas de los parroquiales sin tomar su cargo en el cargo del cuarto. Dos años después por problemas con el clero secular se disponían a abandonar el pueblo, el cacique don Martin Maldonado realizo gestiones ante el arzobispo para que continuaran en este sitio. En un ambiente de abstención y austeridad se inicio la formación de los jesuitas en los tres colegios que le darían forma a Tepotzotlán como centro irradiador de cultura: el colegio de lenguas indígenas para los jesuitas, el colegio de san Martin para la enseñanza de los niños indígenas y el colegio de san Francisco Javier cuyo propósito era la formación de novicios.

El primer colegio que fundaron fue el de las lenguas el cual inicio sus actividades con una docena de estudiantes. Fruto de esta escuela fueron varias obras lingüísticas que sirvieron para la enseñanza durante más de doscientos años. En 1585 los profesores del colegio habían compuesto un vocabulario trilingüe en castellano, náhuatl y otomí

El segundo colegio fue el colegio de san Martin que debe su nombre a don Martin Maldonado, cacique del pueblo, dueño de las tierras y casas. Este personaje pidió a los jesuitas que en las tierras que el habría de donar se fundara un seminario o internado para niños hijos de indios principales para que una vez educados volvieran a sus pueblos y contribuyeran ala educación de sus coterráneos. Así nació el seminario de san Martin que reunió en 1584 a sus primeros alumnos y cerro sus puertas cuando expulsaron a los jesuitas de los dominios españoles en 1767.

En este colegio se brindo educación básica de teres años durante el cual los niños aprendían a

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