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Nagel


Enviado por   •  13 de Mayo de 2015  •  Tesis  •  2.294 Palabras (10 Páginas)  •  178 Visitas

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A fines de la década del 60 y a principios de la década del 70, en América Latina fueron llegando al poder, en distintos países, gobiernos con una amplia base de sustentación popular, producto de alianzas políticas entre los sectores medios y sectores populares de la población. Citaremos algunos de ellos: el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile, la Revolución Peruana encabezada por el general Velazco Alvarado, el breve gobierno de Cámpora y el tercer gobierno de Perón en nuestro país, la revolución nacionalista encabezada por el general Torres en Bolivia, el gobierno popular del general Torrijos en Panamá, etc. Todos estos gobiernos desarrollaron, en mayor o en menor medida, políticas de defensa de la soberanía nacional y una economía social de redistribución de la riqueza entre los sectores más necesitados, y, al mismo tiempo, trabajaron por una integración regional de los países latinoamericanos para evitar sucumbir ante los intereses de las potencias extranjeras (el famoso lema de entonces “Unidos o dominados”). Esto evidentemente no podía ser tolerado por los intereses de las empresas monopólicas transnacionales, fundamentalmente de origen norteamericano. Los Estados Unidos hubieran querido dar lo más pronto posible un golpe de estado recurriendo a las pequeñas pero poderosas logias de militares cipayos con que contaban en cada uno de estos países pero no podían hacerlo inmediatamente porque dichos gobiernos contaban con una amplia base de sustentación popular y podía desencadenarse una resistencia del pueblo muy costosa en términos político-militares. Así pues desde la CIA se instrumentó un plan desestabilizador de dichos gobiernos a través de la propagación de rumores falsos (disfrazados de estudios científicos) a través de reconocidos periodistas, también cipayos, en los medios masivos de comunicación. Estos representantes de la prensa amarilla hacían circular el rumor de que había desabastecimiento de los productos de primera necesidad que consume la población (leche, azúcar, harina, aceite, etc.) y que, por tales motivos, se avecinaba una grave crisis socio-económica. De inmediato los funcionarios de esos gobiernos desmentían los rumores por infundados, aseguraban que no había tal desabastecimiento. Y en realidad no lo había. Pero el rumor ya había penetrado en la población. Los sectores medios urbanos fueron los más permeables al rumor, los que más se dejaron arrastrar por él. Así pues, estos sectores comenzaron a aprovisionarse desmedidamente de productos de primera necesidad argumentando que el gobierno ocultaba la verdad y que iban a escasear. El resto de la población sufrió el contagio y todo el mundo salió a comprar desmedidamente lo que no necesitaba en lo inmediato. Esto generó una serie de fenómenos como la especulación y el agio. Los grandes mayoristas, los fabricantes, los formadores de precios en general, viendo la gran demanda de estos productos comenzaron a subir injustificadamente los precios, y no solo eso, sino que también comenzaron a especular ocultando el stock de mercaderías haciéndolo faltar del mercado para subir más aún su precio. El desabastecimiento profetizado por el rumor estaba en marcha. Los pequeños comerciantes fueron víctimas del agio, esto es que el comerciante que vendió un producto a diez pesos para reponer su stock necesitaba ahora comprarlo a veinte y terminaba fundiéndose. De este modo comenzó a producirse un quiebre en la alianza de sustentación política de esos gobiernos populares. Los sectores medios y los sectores populares antes aliados ahora se enfrentaban echándose mutuamente la culpa de la situación y ambos arremetían contra el gobierno por su poca efectividad para detener la crisis socio-económica que ahora era una realidad. La situación se hacía insostenible y a la gente ya no le importaba la suerte de un gobierno debilitado políticamente. Así entran en escena Pinochet en Chile, Videla en nuestro país, y otros personajes que venían a administrar directamente los intereses extranjeros en esos países sin importar los crímenes aberrantes que debían llevar a cabo para lograrlo, pero se presentaban como los salvadores de la situación catastrófica. Se había cumplido la profecía, estábamos ante la presencia de una profecía autorrealizada. Aquello que se predecía que no podía ocurrir nunca, por el cambio de comportamiento de los actores sociales a raíz de tomar conocimiento del rumor (disfrazado de estudio científico) ahora ocurría, se cumplía. Nota: (1) cipayo es una palabra cuyo origen hallamos en la India. El regimiento de cipayos era la fuerza militar dirigida por los colonialistas ingleses pero integrada por soldados de origen hindú, es decir, soldados que traicionaban a su propio país alistándose al servicio de Inglaterra que mantenía un dominio colonial sobre la India y actuaban como fuerza represiva ante las rebeliones de sus propios compatriotas. Esa palabra es utilizada en la historiografía argentina por la escuela revisionista para referirse a los gobernantes, militares, intelectuales, etc. que entregaron, apoyaron la entrega o la justificaron, del patrimonio nacional, primero a Inglaterra y luego a los Estados Unidos. Ejemplo de predicción suicida. En los Estados Unidos, en plena post-guerra, en el año 1947 se generó un proceso económico hiperinflacionario. Los precios aumentaban hasta cinco veces por día. Algo parecido sucedió en nuestro país durante los últimos días del gobierno de Isabel y durante los últimos días del gobierno de Alfonsín. Los remarcadores de precios en los supermercados trabajaban a full. Ante la grave situación, los más calificados economistas norteamericanos se reúnen y hacen una evaluación de la situación. Su conclusión fue que si la hiperinflación continuaba la economía norteamericana entraría en quiebra. Los resultados de su estudio fueron publicados en los medios masivos de comunicación. La población tomó conocimiento de esas conclusiones de los economistas. A raíz de este conocimiento, los grandes formadores de precios cambiaron su comportamiento: bajaron artificialemente los precios. Es decir, prefirieron perder millones de dólares en ese momento bajando los precios y no perder todo más tarde. De este modo la hiperinflación se detuvo y la economía norteamericana no entró en la quiebra prevista por los economistas. Acá estamos ante la presencia de una predicción suicida. Aquello que los economistas predecían que ocurriría, a la larga no ocurrió debido al cambio de comportamiento de los actores económicos como consecuencia de tomar conocimiento del estudio realizado por los economistas norteamericanos. La crítica debido a estos dos fenómenos Según Nagel, existen críticas de algunos epistemólogos dirigidas contra las disciplinas sociales debido a la profecía autocumplida y a la predicción suicida.

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