ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Narcocultura En Colombia

sarastix21 de Agosto de 2013

3.361 Palabras (14 Páginas)570 Visitas

Página 1 de 14

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………… 1

CAPÍTULO 1: La génesis del problema

1.1. Surgimiento del narcotráfico en Colombia………………………………………………………………. 2

1.2. Principales jefes de la droga……………………………………………………………………………………. 3

CAPÍTULO 2: Narcotráfico y política……………………………………………………………………………….. 6

CAPÍTULO 3: Narcotráfico y pasión: el fútbol colombiano………………………………………………. 8

CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………………………………………. 10

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………………………………………. 11

INTRODUCCIÓN

Durante la última parte de la década de los 70 y hasta nuestros días, el país ha sido uno de los principales centros de producción y distribución de droga del mundo. Este flagelo causó tanta muerte, destrucción y desolación como ningún otro fenómeno. Este problema permeó casi todas las organizaciones tanto políticas como deportivas y culturales. A finales de la década de los noventa, la cantidad de entidades y personas involucradas y en proceso de investigación era alarmante en cuanto a la cantidad, y preocupante en cuanto a su rol en la sociedad. La lucha en conjunto de las fuerzas armadas nacionales y algunos organismo de control extranjeros (que en su momento serán mencionados), lograron desmantelar en gran parte todos los carteles de la droga existentes hasta entonces. La captura y extradición de unos y la baja de otros, terminó por convertir dicha actividad en algo atomizado, dejando atrás la idea de los grandes carteles de la mafia.

En las páginas siguientes, haremos un breve recorrido a través de los hechos más relevantes y la manera en que el narcotráfico permeó la sociedad colombiana de los años 80 y 90, acarreando graves consecuencias a nuestra sociedad actual.

CAPÍTULO 1

LA GÉNESIS DEL PROBLEMA

SURGIMIENTO DEL NARCOTRÁFICO EN COLOMBIA

El fenómeno del cultivo, tráfico y consumo de marihuana se convierte en un problema en el país a partir de la década de los 70. Durante este periodo, el tráfico de marihuana tuvo lugar en las grandes ciudades utilizando rutas terrestres y pequeñas cantidades que fueran fáciles de movilizar ocultas en alimentos. Antes de dicha década, la coca sólo tenía usos rituales y medicinales, aplicados por poblaciones indígenas Paeces en el departamento del Valle del Cauca; pero la gran demanda de sustancias psicoactivas en esta época incrementaron la producción y el procesamiento de ellas. El tráfico de estupefacientes se convirtió paulatinamente en un negocio muy rentable, pues la economía ya se encontraba inundada de dólares del mercado negro de divisas, conocidos como “narcodólares”, provenientes de economías subterráneas al margen de toda implicación política y económica del estado. En 1977, el entonces presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), Ernesto Samper Pizano, realiza la propuesta de la legalización tanto de la producción como de la comercialización de la marihuana. Ante esto, el Estado tomó medidas entre las cuales se encontraba la llamada “ventanilla siniestra”, la cual consistía en una cuenta de servicios del Banco de la República, en donde las personas podían legalizar sus dólares, con la condición de indicar (sin necesidad de demostrar) que dichas divisas provenían de actividades turísticas y afines, pese a que era obvio que ese dinero venía de actividades relacionadas con tráfico de droga.

Pero durante el año de 1981, inicia una crisis tanto en la producción como en la distribución, pues los índices de consumo en los Estados Unidos empezaron a descender. Dicha crisis tuvo tres causas principales. La primera fue la mala fama que alcanzaron los llamados exportadores “inescrupulosos” . En segundo lugar está la competencia impuesta por los Estados Unidos, quien inició su propio proceso de producción y distribución interna, ofreciendo variedades distintas de hierba. Y como tercero, la represión ejercida por las leyes gubernamentales del país. Como consecuencia no solo de esto, sino también de las grandes diferencias sociales, junto a un índice de desempleo cada vez mayor, además, aprovechando la ubicación “estratégica” que geográficamente ofrecía el país, las personas empezaron a ver en el negocio de la cocaína la mejor y más fácil manera de solucionar sus dificultades económicas. Paulatinamente, el negocio empezó a hacerse más favorable y fue entonces cuando los narcotraficantes antioqueños decidieron tomar el control del negocio, estableciendo su central de operaciones en el propio departamento, dando inicio a lo que serían los grandes carteles de la droga en Colombia, los mismos que se extenderían al departamento del Valle del Cauca, Bogotá, la costa atlántica y la región de los llanos orientales.

PRINCIPALES JEFES DE LA DROGA

Mientras el negocio crecía, surgían los denominados “grandes capos del narcotráfico colombiano”, quienes dirigían los famosos carteles de la droga, siendo las tres ciudades más importantes del país (Bogotá, Cali y Medellín) las que albergarían a estos amos de las acciones ilícitas nacionales.

El fundador y líder principal del cartel de Medellín fue el tristemente célebre Pablo Escobar. Nacido en Rionegro (Antioquia), fue el tercero de siete hijos provenientes de familias antioqueñas muy tradicionales y distinguidas. Escobar desde muy temprano mostró grandes habilidades para los negocios y el comercio. En 1969, tras culminar sus estudios de bachillerato, es aceptado para cursar estudios en la facultad de economía de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín. Su carrera delictiva fue lenta pero de grandes alcances, y a la par de sus fechorías, se mostraba como un ser carismático lo cual le sirvió para ganarse el afecto de un muy amplio sector de la población.

Junto a Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder, Jorge Luis Ochoa y sus hermanos Fabio y Juan David, fundó el Cartel de Medellín del cual sería inobjetablemente su líder. Caracterizado por su frialdad y su crueldad para delinquir y eliminar cualquier obstáculo que se le presentara, Escobar se convirtió tanto en ángel como en demonio. Pronto, las diferencias en el modus operandi del resto de los cabecillas, junto con los impredecibles actos del “capo” –uno de sus más famosos alias- el cartel se dividió y dio paso a una de los episodios más sangrientos de la historia colombiana: el narcoterrorismo entre carteles. Pero Escobar también mostró un lado que caracterizará a la política nacional hasta nuestros días: la corrupción en el gobierno. Al mismo tiempo que coordinaba, dirigía y administraba sus negocios ilícitos Escobar se convertía en miembro de la dirigencia nacional. En el año de 1982 se desempeñó como representante a la Cámara suplente para el Congreso de la República por Antioquia. Su senda de terror y poder lo llevó a convertirse en el séptimo hombre más rico del mundo, dato suministrado por la revista Forbes en el año de 1989. Escobar al igual que el resto de capos de la mafia criolla, estuvo vinculado tanto en cuestiones políticas como deportivas, pues es también conocido por su incidencia dentro del fútbol local donde financió al Atlético Nacional y compró árbitros y partidos en beneficio de dicho club.

Por su parte, otro de los miembros fundadores y ahora ex-miembro del cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha, regresó a su tierra natal (Cundinamarca) para establecer allí su centro de operaciones. El mexicano como era conocido, nació en Pacho el 14 de mayo de 1947 en el seno de una familia campesina. A diferencia de Escobar, Gacha no terminó sus estudios de bachillerato: cuando cursaba tercer grado decidió abandonar el colegio, se trasladó a Bogotá, donde fue desde mesero hasta ayudante de buses y comerciante del sector de San Victorino. Su carrera criminal inició a principio de los años 70 cuando ingresó al mundo de las esmeraldas en Boyacá. Aunque dicho movimiento explotaba de manera legal los yacimientos de esmeraldas, no tenían un control absoluto del negocio. El grupo para el cual trabajaba (el grupo de Gilberto Molina Guerrero) y su rival (la familia Vargas), iniciaron una guerra entre familias cada vez más sangrienta. Pero Rodríguez decidió independizarse y abonarse a un negocio mucho más rentable: el narcotráfico. Es entonces cuando se une a Escobar y el resto de cabecillas para fundar el cartel de Medellín, donde era conocido como el ministro de guerra del mismo. Al momento de su separación del cartel, Gacha retorna a Cundinamarca donde luego extenderá sus dominios al departamento de Boyacá, los llanos orientales y la zona del Magdalena medio. En 1984, cuando el país dictamina el tratado de extradición, se desata una cruenta batalla entre el narcotráfico y el Estado nacional y el gobierno Americano, produciéndose una guerra donde los más perjudicados serían los miembros de la población los cuales se encontraban en medio de aquel fuego cruzado. De la misma forma en que Escobar participaba en sobornos, compra

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (23 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com