ORIGEN DE LA VIDA
YANBARRIOS18 de Enero de 2013
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ORIGEN DE LA VIDA
EL COMIENZO DE LA VIDA SEGÚN LA BIBLIA
Hace mil o dos mil millones de años, cuando la tierra estaba todavía caliente, envuelta en espesas nubes de donde caían sin cesar aguaceros hirvientes, los primeros seres vivientes aparecieron en los mares. Eran seres minúsculos, como microbios, y que apenas hubieron aparecido, se multiplicaron y se transformaron.
Dios no había creado una colección de seres vivientes destinados a reproducirse siempre idénticos. Dios estaba creando la Vida, y la Vida se desarrollaba. No era solamente la lucha para sobrevivir la que hacía desaparecer a los más débiles y permanecer a los mejor armados. No era solamente la casualidad la que hacía brotar en cada especie seres con caracteres distintos de sus antepasados. En la materia viviente actuaban fuerzas espirituales, creando en cada especie órganos nuevos, tratando de solucionar de mil maneras distintos problemas: órganos para ver, oír, sentir, correr, nadar, volar.
Luego de un largo proceso de desarrollo apareció una raza ya bien parecida al hombre actual: éstos ya sabían tallar las piedras, en forma muy rudimentaria. Luego, como un millón de años atrás, el famoso Pitecántropo, había vencido el temor al fuego propio de los animales, y lo usaba. ¿Era éste hombre verdadero, o sea, dotado de razón y libertad? No se sabe.
70.000 años después se multiplicaron los signos de una creatividad continua: progresan en las técnicas, preocupación por enterrar a los muertos, comienzos del arte, etc. La Biblia nos presenta dos relatos con el cual el mundo y la vida del hombre hubieran comenzado. Es nuestra responsabilidad entonces el creer o no creer según la fe de cada persona.
Actualmente, la Biblia reconoce que durante mucho tiempo miles de personas creyeron que Dios había sido el creador de todo. Había puesto el Sol, la Luna, las estrellas y cada uno perdurando en su lugar por siempre. Además pensaban que Dios había hecho al Hombre, el caballo, la oveja, etc.
Sin embargo, aunque lo reconozca no deja de creer que la creación de Dios se hace poco a poco y se forman especies nuevas. Y como ejemplo de estos toma a un niño que poco a poco crece y se desarrolla.
Principalmente lo que la Iglesia cree es que Dios si creo el mundo, creo un cielo, una tierra y un mar y puso animales sobre esta, y es aquí donde la iglesia reconoce que los animales que hoy conocemos son fruto de un largo camino por el desarrollo, es decir, han pasado millones de años para que el hombre sea hombre, el caballo sea caballo, y el mundo sea mundo.
TEORÍA CIENTÍFICA DEL SER HUMANO
El género humano es un recién llegado a la Tierra. No llevamos mucho tiempo aquí, en comparación con la larga existencia de la Tierra, pero si mas del que se suele pensar. Y periódicamente los científicos siguen encontrando nuevos fósiles y nuevas mediciones cada vez más antiguas.
Hasta épocas modernas, los eruditos occidentales, incluso los científicos, daban por cierto que la humanidad (y la Tierra misma) tenia solo la edad de unos 6000 años (4004 A.C. para ser exactos) porque esto era lo según algunos daba a entender la Biblia.
Con el paso del tiempo se fueron encontrando restos óseos (huesos) de seres que no eran totalmente humanos, aunque se parecían más a estos que a los simios debido a la estructura de su esqueleto. Se los llamo Hominidos, y representan una larga serie de especímenes que fueron antepasados (o ramas colaterales) de los modernos seres humanos.
Los Hominidos más antiguos, criaturas que eran más parecidas al hombre que al mono, fueron los australopithecos. Se los encontró por primera vez en África del sur, y luego también en África oriental. Habitaban estas zonas un una época que va desde los 4 millones de años a los 2-1.5 millones de años. Pudieron tener la talla y la complexión bastante pequeña (1-1,50 m de estatura y 30-60 kg.) y un cerebro (380-550cc) no mayor que el de un chimpancé, pero caminaban erguidos y en dos patas como nosotros.
Hace 2.4 millones de años aparecía el Homo habilis ("hombre hábil"), primer integrante del género Homo ("hombre" en latín), del cual formamos parte, y según los paleoantropólogos fue el primero en fabricar herramientas de piedra (las más antiguas datan de 2.5 millones de años). Caminaba erguido y tenía un cerebro mayor (500-800 cc) al de los austalopitecos.
Por esta época tenemos dos géneros de homínidos coexistiendo en África. Un grupo de australopithecos y el género Homo. Los australopithecos se dividían en dos especies: Austalopithecus ("simio del sur") africanus, que era grácil y de talla más bien pequeña, y habitaba en África del sur; Austalopithecus boisei o robustus, que eran más corpulentos y habitaban África oriental. Ambas especies eran principalmente recolectoras, y comían raíces y frutos duros. Del género Homo estaba el Homo habilis, habitaban en el África oriental, y eran carroñeros y recolectores.
Todos estos primeros Homínidos eran de poca talla. No aparecen grandes homínidos hasta hace 1.6 millones de años, época en que aparece en escena el Homo erectus (hombre erecto). Fue el primero en extenderce mas allá de África, llegando a aparecer en Asia continental (China) e insular (Java), Europa y Medio Oriente. El Homo erectus ya tenía un cerebro bastante desarrollado (750-1250cc) y una altura y peso (1.5-1.80 m y 40-80 kg.) como nosotros. Hace aproximadamente 1 millón de años era el único hominido sobre la tierra, los demás se habían extinguido.
Hace unos 600.000 años, la tierra entro en una serie de eras glaciales. Enormes capas de hielo llegaron a cubrir el norte de Europa, América y Asia. El nivel del mar llego a descender hasta 90 metros por la acumulación de agua en los grandes glaciares que se formaron. El Homo erectus aprendió a dominar el fuego ya hace unos 500 mil años, descubrimiento muy importante para la supervivencia, como abrigo para el rudo clima imperante para la cocción de los alimentos (mas digestivos que crudos).
Hace unos 200 mil años atrás, los primeros homínidos con cerebro tan grande como el nuestro evolucionaron a partir del Homo erectus. Era el hombre de Neanderthal (Homo sapiens nenderthalensis), que habito en Europa y Medio Oriente. Sus características faciales y corporales estaban especialmente adaptadas al frío. Eran mas morrudos y bajos que nosotros, y su cerebro era mayor (1600cc) al nuestro (1400-1500cc).
Hace aproximadamente 100 mil años aparece en África el primer ser humano casi como nosotros, pero llamado Homo sapiens arcaico u Hombre de Cro-Magnon. 30 mil años atrás los neanderthales se extinguían y ya estaban los hombres completamente modernos, Homo sapiens, y unos 5.000 años más tarde el hombre ya habitaba todos los continentes del mundo a exención de la Antártida.
APARICIÓN DEL HOMBRE EN LA TIERRA
Durante el mioceno, la última etapa de la era terciaria, proliferaron los primates. Vivían cómodamente en los árboles, alimentados de frutos, prácticamente sin predadores. Sin embargo, hace unos 14 millones de años las cosas empezaron a cambiar. Muchos primates se vieron obligados a abandonar su hábitat arbóreo. Tal vez su vida fácil condujo a la superpoblación y algunos grupos fueron expulsados de los bosques, hacia las sabanas, un ambiente hostil para unos animales incapaces de digerir hierba y pobremente dotados para la caza. De esta época datan los restos más antiguos conocidos de una especie de primate llamada Ramapithecus, que pobló buena parte de Europa, África y Asia (el primer ejemplar se encontró en la India). En su esqueleto se advierten vestigios de posición erguida. Podemos suponer que estos primates desplazados compensaron su debilidad formando manadas, al estilo de los mamíferos cazadores. La postura erguida favorecía que cada miembro de la manada pudiera mantener contacto visual con los restantes, de modo que podían avisarse más eficientemente si detectaban algún peligro.
El Ramapithecus se extinguió hace 8 millones de años, pero hubo más especies en sus mismas circunstancias que sobrevivieron más o menos tiempo. En general, estos monos cazadores reciben el nombre de homínidos. Desde hace unos 6 millones de años fueron apareciendo en el este de África varias especies de homínidos agrupadas por los biólogos bajo el género Australopithecus. En realidad son los primeros a los que se puede aplicar sin discusión el calificativo de homínido: paulatinamente, las distintas especies de Australopithecus fueron adquiriendo la postura erguida como postura habitual y su capacidad craneana -aun siendo pequeña en comparación con la del hombre actual- fue aumentando. Lo que estaba sucediendo era que los homínidos compensaban sus pocas dotes de supervivencia con un incremento de sus habilidades: la postura erguida hizo que ya no necesitaran sus manos para caminar, y pronto aprendieron a usarlas para matar presas pequeñas con piedras, potenciaron su agilidad, su capacidad de comunicación y su capacidad de observación, y todo ello se corresponde fisiológicamente con un incremento de la complejidad neuronal de su corteza cerebral.
Así, los Australopithecus proliferaron y se vieron obligados a extenderse, pues no había muchas presas a su alcance y una pequeña porción de territorio no podía alimentar a muchos individuos. Poco a poco fueron ocupando todo el este de África, desde Etiopía hasta el extremo sur. La naturaleza proporcionó entonces una ayuda más a los homínidos: la maduración retardada. En efecto, las crías de los primates actuales muestran un alto grado de curiosidad durante su relativamente breve periodo juvenil, pero después ésta desaparece
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