ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

POlitica Economica Argentina

nikita94200321 de Febrero de 2014

31.023 Palabras (125 Páginas)385 Visitas

Página 1 de 125

Unidad I La etapa colonial – La organización nacional

José Carlos Chiaramonte

NACIONALISMO Y LIBERALISMO ECONÓMICOS EN ARGENTINA. 1860-1880

Capítulo I: La Época De La Lana.

La segunda mitad del siglo XIX hasta fines del mismo puede considerarse como la época de la lana. Desde la época de Rivadavia los merinos van mestizando paulatinamente el reba;o del país y las expo de lanas comienzan a crecer en la 4ta década del mismo. La producción de la lana pasa a ocupar el primer lugar en la economía ganadera del Litoral. El predominio de la lana en la economía agropecuaria significaba un progreso técnico y económico que ha sido destacado por el impulso que otorgó a la economía argentina.

La lana se vinculaba con Belgica, Alemania, Inglaterra, EEUU y Francia.

La relación con estos países demandaba avances técnicos (mestizaje, alambrado de campos) que impulsaban la formación de un sector de ganaderos con características más modernas que las de los dedicados exclusivamente a la cría de vacuno para saladero.

Asimismo, una mayor demanda de mano de obra y el consiguiente aumento de la población rural, junto a explotaciones de menor extensión que las tradicionales, son indicios del cambio. Todo ello se traduce en la formación de un nuevo tipo de estanciero, propietario reciente de campos, generalmente inmigrante.

En 1822 la lana representa el 1% de lo exportado y los cueros vacunos el 65%. En 1861 los % son 36% y 33%. Las mejoras fueron notables igualando casi a las mejores que llegaban al mercado ingles.

El progreso nombrano se atribuye a los extranjeros radicados en el país, distribuidos por BA; al norte de BA, Irlandeses, Oeste y sur, franceses, y los grandes propietarios criollos (administrados por mayordomos) por todas partes, debiendo su domio a herencias recibidas, a diferencia de los extranjeros (administrados por ellos mismo) que las adquirieron con su trabajo.

Entre 1850 y 1855,podían encontrarse 5 o 6 ganaderos dedicados al lanar y due;os de considerables fortunas reunidas en pocos a;os.

A partir de 1842 se incremento la existencia de graserías, estimuladas a la cria de un nuevo tipo de merino, ya que por sus características de mayor cuerpo y largura de mechas aun no se las estimaba como alimento, impulsando el desarrollo de la ganadería de ovinos generando alta rentabilidad, comparado con la fiebre del oro, generando un movimiento emigratorio hacia la campa;a. Los estancieros que no poseían ovinos vendían campos o vacunos a fin de comprarlos.

El agua de la cria de ovejas determina el gradual desalojo de los vacunos de las mejores tierras. El quinquenio 1855-60 fue decisivo para el progreso que describimos, pues en el se producen los mayores esfuerzos tendientes a la renovación del panorama ganadero.

Además de factores internos, algunas circunstancias internacionales, como la incidencia de la guerra de Crimea, favorecieron el auge lanar. Luego, la guerra civil de los Estados Unidos.

1852-53 el valor de las lanas exportada equivalía a la 4ta parte de los vacunos.

1862-63 igualaban en valor.

1873 produce un 50% a 60% mas que el vacuno.

Esto no significa un retroceso en los vacunos, sus valores exportados aumentaron un 80% de 1858 a 1868 y las ovejas un 700 y 800%.

1865 la lana representaba el 46% del total de las exportaciones, los cueros un 20 y 30%.

1870 a;os de la depresión, época de gran matanza de ovinos para graserías y saladeros.

En 1852 los ovinos quintuplicaban a los vacunos, en 1875 lo superaban 9 veces y en el 81 12 veces.

Capítulo II: La Crisis de 1866

En su transcurso se gestaron las condiciones para el movimiento proteccionista de la década siguiente. Conviene advertir, la lógica incidencia de la producción lanera en el curso de la crisis, su importancia dentro del conjunto de la economía. Puesto que si observáramos otros sectores de la producción -el cuero, por Ej.- podría parecernos que la repercusión de la crisis en el Plata fue notablemente débil.

Perturbaciones Monetarias.: Distintos factores que caracterizaron el estallido y el desarrollo de la crisis están presentes desde 1864. Ese año comienza a escasear el medio circulante. Un índice de lo cual lo constituyen los altos intereses que llegó a cobrarse por los préstamos. El gobierno de la provincia de Buenos Aires ensayó algunas medidas para defender el papel moneda. El P.E. provincial, por otra parte, resolvió hacer suya la disposición del Directorio del Banco de la Provincia por la cual se restablecía la convertibilidad del papel moneda a razón de un peso fuerte por cada veinticinco pesos papel. Las medidas adoptadas por el Banco para limitar el uso del crédito con fines de especulación, parecen haber conjurado momentáneamente el peligro. En la desvalorización constante del peso papel no dejaba de influir la desfavorable balanza del comercio exterior.

Valorización del Peso Papel.: Pero súbitamente el problema monetario invierte sus términos. Desde comienzos de 1864 cesa la continua desvalorización del papel moneda para dar lugar, al poco tiempo, a un proceso inverso. Mientras después de las emisiones del 61 la circulación no había crecido, sino que hasta había sufrido una pequeña disminución, la producción había continuado en fuerte y constante ascenso, especialmente por el vuelco hacía la cría de oveja de la década anterior. En ese ascenso no dejaba de influir favorablemente la misma desvalorización del peso papel que tantos trastornos causaba en otros terrenos. Esta valorización del papel moneda provocaba vivas reacciones de disgusto entre los ganaderos. Con el desnivel que se producía entre el valor de los productos y los gastos de explotación en la agricultura y la ganadería, la ruina era inevitable en poco tiempo. De allí que sea visto con muy buenos ojos el proyecto de creación de una Oficina de Cambio- oficina del Banco de la Provincia que debía cambiar por papel, todo oro que se le presentase-.

La valorización perjudicaba al ganadero y al comercio de exportación en general, por cuanto disminuía el poder adquisitivo de la moneda extranjera.

Quejábanse los ganaderos, los gastos de explotación crecían, a la par que las deudas aumentaban su peso en los mismos. Los salarios pagados en papel moneda, aun manteniendo su valor nominal, representaban un aumento para el trabajador. La baja del oro moviliza a los afectados, quienes demandan la convertibilidad del papel moneda. En 1866, un grupo que dice estar constituido por hacendados, propietarios y comerciantes, presenta una petición al gobierno solicitando una ley, que fije el cambio en 25 pesos papel por uno fuerte.

El movimiento alcanza expresiones agudas al chocar con la resistencia oficial o con la oposición de los sectores interesados en la valorización, el principal de los cuales lo constituían los comerciantes importadores. La falta de moneda venía arruinando desde 1864 al comercio lícito.

La Crisis.

La crisis del 66 fue mucho menos aguda en el continente europeo que la anterior (1857) y la inmediatamente posterior (1872). Pero su importancia fue muy superior a la que tradicionalmente se le asigna, Solo que la presencia de ciertas circunstancias especiales- la guerra del Paraguay- tuvo la virtud de atenuar parte de sus efectos. Las perturbaciones monetarias malograron parte de los beneficios que pudieron haber obtenido la ganadería y el comercio de exportación de la creciente demanda de lana del mercado europeo en los años de auge inmediatamente anteriores a la crisis. Hacía 1867 Olivera resume así la situación: el medio circulante había desaparecido; el papel moneda, único intermediario para las operaciones mercantiles de la Provincia, no existía sino en una pequeña cantidad que apenas representaba una tercera parte de lo necesario; se llegó a pagar hasta el 30% anual por préstamos a corto plazo; desde junio de 1866 el comercio y los ganaderos se alarmaban profundamente por la cercanía de la cosecha de lanas y la falta de medio circulante; la producción ganadera había crecido muchísimo y el circulante necesario disminuía sin cesar. Se estimaba que la próxima cosecha de lanas, habría de absorber en intereses y especulaciones sobre el papel, tal vez mas del 40% de los valores brutos de toda cosecha. El año 1866 terminaba, pues, con esa sombría perspectiva, agravada por la posibilidad del cierre del mercado de Estados Unidos para las lanas argentinas. Merced a la falta de circulante, buena parte de esas utilidades, en lugar de ir a los ganaderos, ingresaban en las arcas de usureros y especuladores.

Es interesante comprobar, que en el continente europeo la crisis del 66 fue precedida también por fuertes disturbios monetarios dentro del periodo de auge anterior. 1865 y 1866 son de este modo, años de auge para la economía europea; en este periodo dominado por dos hechos fundamentales: el triunfal desarrollo del librecambio en Inglaterra y Francia, y la guerra civil norteamericana.

Otros factores, anteriores a la crisis misma, agravan en el Plata la situación de los ganaderos. Por ley de noviembre de 1864, se disponía la venta de tierras públicas existentes dentro de la línea de fronteras. Para el caso de estar ocupadas por arrendamientos- casi todas lo estaban- se establecía un plazo de seis meses para que se presentasen a solicitar la compra de sus campos, vencido el cual, estos saldrían a subasta.

El precio fijado por ley se estimó ruinoso para los arrendatarios y, por lo tanto, imposible de ser pagado. Para terminar de complicar la situación, las aprensiones respecto de una posible ley proteccionista de los EE.UU., que habría de impedir el consumo

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (201 Kb)
Leer 124 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com