Historia Económica, Política Y Social De La Argentina. Mario Rapoport
BrenZivelonghi943 de Marzo de 2014
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Historia económica, política y social de la Argentina (Mario Rapoport)
MODELO AGROEXPORTADOR
1. La economía mundial y el rol de Gran Bretaña
La Argentina se inserta en el mercado de libre intercambio hacia los años 1880. Este modelo estaba constituido por países que se dedicaban a la producción de manufacturas, exportadores y centros financieros mundiales, y por países periféricos que proveían de recursos para la posterior producción en los países centrales.
El reinado del libre intercambio alcanza su pleno desarrollo en el período que coincide en la abolición de las leyes inglesas de granos, las cuales eliminaron el proteccionismo británico en 1846. A la vez, coincide con la gran depresión económica que sacude la economía europea en 1873, denominada “Gran Depresión”. Esto significa la caída de los precios en los principales mercados mundiales, junto con los precios de los productos principales (lo cual provoca que los precios disminuyan). En 1896 los precios comienzan a recuperarse y esto provoca el “boom” económico de muchos países (mayormente agroexportadores) hasta la Primera Guerra Mundial.
La “Segunda Revolución Industrial” fue en gran parte, una respuesta a la crisis: las innovaciones tecnológicas tuvieron como propósito elevar las tasas de rentabilidad que habían caído, mejorando la productividad de trabajo. Como consecuencia a la implementación de nuevas tecnologías en el campo laboral, se producen descensos en los salarios reales y aumento en la desocupación. A la vez, se desarrollan sindicatos y reivindicaciones obreras (bajo la influencia de nuevas ideologías) acompañadas de conflicto y huelgas.
Al mismo tiempo, la depresión que disminuyó los márgenes de rentabilidad en las actividades productivas de las naciones líderes, llevó a que estas invirtieran capital en las regiones periféricas y coloniales. A consecuencia de estas acciones, países como Alemania, Estados Unidos y Francia (constelaciones menores), abandonan el librecambio y comienzan a practicar una política abiertamente proteccionista, desarrollando sus industrias e incrementando su participación en el mercado mundial, amenazando el liderazgo del Reino Unido.
La competencia que significada para Gran Bretaña la intervención de nuevos competidores al mercado mundial, no le permitió poder modernizar su estructura productiva a fin de ponerla a la altura de la de sus jóvenes rivales que se iniciaron con tecnologías más modernas y abarcaron rubros que la industria británica aún no había desarrollado.
Entre 1870 y 1913, el comercio de exportación e importación británico experimentó importantes modificaciones: las exportaciones a Europa y Estados Unidos disminuyeron un 8% mientras que crecían en igual proporción en los países periféricos. Además, la importación de materias primas que antes provenían de Estados Unidos y países europeos, es remplazada por la participación de países periféricos o colonias, como la Argentina, donde además realizaron inversiones por sobre todo a nivel ferroviario o préstamos gubernamentales.
Se estableció además, un sistema llamado “patrón oro” que significaba la equivalencia entre el metal y la libra esterlina en 1816. Otros países instauraron este sistema entre 1870 y 1890, siguiendo estrictamente el patrón oro o un patrón bimetálico (oro y plata). Así se podía establecer un mecanismo de cambios fijos entre las diversas divisas con base en su correspondencia común con el metal, lo que permitía que cada país mantenga fijo el valor de sus monedas con el valor del oro.
Reino Unido se había transformado en mucho más que un banquero mundial; su déficit comercial que crecía por las inversiones y prestaciones de servicios en otros países, hizo que el valor de la libra esterlina incrementara por el comercio y los movimientos de capital.
Es en este período donde se ponen en juego las estrategias para lograr la mayor posesión colonial. Esto significaba una salida segura para los productos de la metrópoli, una fuente exclusiva de provisión de recursos primarios y un mercado dispuesto a la inversión de capitales. Para Gran Bretaña su mayor aspiración era la posesión de la India, pero países como Francia y Alemania, enfocaron su proceso de colonización en países mayormente de África y Asia. Comienzo del período trazado por el Imperialismo.
Por otro lado, se conformaba el llamado “capital financiero” que señalaba que la actividad de diferentes empresas y la acumulación de capitales, pasaba a estar cada vez más sujeta al dominio de los grandes bancos.
Inglaterra comienza a convertirse en una “economía parasitaria”, porque compensa la pérdida de mercados intensificando sus relaciones con los países del Imperio y con el mundo desarrollado, viviendo de los restos de su monopólico mercado que ahora lo convertía en una potencia inferior en comparación con países como Estados Unidos.
Hacia fines del siglo XIX y XX, los factores de producción, el capital y la mano de obra se movilizaban hacia los países periféricos, en especial los “espacios abiertos” de escasa población y grandes recursos naturales. Así, países como Argentina, se volvían cada vez más dependientes de los países más industrializados, impidiendo un manejo propio de los instrumentos económicos y financieros.
Para países latinoamericanos esta situación fue difícil. Sus estructuras heredadas de la época colonial no podían competir con la de países como Estados Unidos o Francia, y en consecuencia de esto, sus productos tampoco podían significar competencia en los mercados mundiales.
2. El marco ideológico interno
A partir de la sanción de la Constitución en 1853 y de los Códigos Civil y Comercial, Argentina comenzó a tomar forma en un marco institucional y con la estructura política propia de un Estado nacional (presidencia de Roca).
Alberdi, principal mentor ideológico del liberalismo argentino, señaló la superioridad del empresario privado sobre el Estado como agente promotor del progreso económico, criticando que en Argentina no existían ni fábricas ni marinas.
Surgieron también modelos como el de Mariano Fragueiro (en el gobierno de la Confederación), que tenía acentos nacionalistas y socializantes. O el de aquellos que con la Ley de Aduanas, defendían un proteccionismo y la industrialización (como Vicente Fidel Lopez, Carlos Pellegrini o Miguel Cane).
Con este choque de ideología, es que se fue inclinando la balanza hacia el proyecto del 80, donde muchos, quienes inicialmente no lo aceptaban, terminaron por incorporarse a él. Este modelo conducía irremediablemente a un solo objetivo que era la riqueza, que se lograría aplicando un sistema económico basado en la agroexportación de productos primarios.
Este modelo se apoyaba en tres fundamentos:
• Argentina debía insertarse en el mercado mundial y fomentar su desarrollo económico, especializándose en lo que frente a los demás tenía “ventajas” y que era el aprovechamiento de la tierra, la cual se servía favorablemente para su utilización en la producción de productos primarios.
• Para que Argentina pudiera lograr el aprovechamiento de estas tierras, debía buscar capital y mano de obra.
• Para poder utilizar el recurso de tierras que Argentina poseía, y con la implementación de capitales y mano de obra en estas, era necesario ampliar la frontera agropecuaria, solucionando el problema “del indio” y unificando el mercado interno.
Hasta 1870, predominó la colonización oficial que insertaba en el campo colonos ayudados por el gobierno, que se volvían independientes y manejaban sus tierras como verdaderos propietarios. Más tarde, comenzó a prevalecer la colonización privada, que explotaba mayoritariamente tierras marginales.
Luego de la Conquista del Desierto, las mejores tierras ya estaban repartidas, lo que significó un desarrollo agrícola diferente al de Estados Unidos, que se vio caracterizado en un sistema de tenencias precarias de tierras, y que desembocaron en el proceso inmigratorio y la evolución del sector agropecuario.
A su vez, en esta época nacen dos caras de una república que será “abierta” en cuestiones de que todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino serán libres de hacerlo, y será “cerrada” en cuanto a sus prácticas en los fraudes electorales, que se encargarán de asegurar la continuidad de un mismo régimen.
3. La evolución política
El 12 de octubre de 1880, el General Julio A. Roca asumió la Primera Magistratura de la Nación, concentrando todos los tributos del poder. Para esto fue necesario que previamente el ejército nacional derrocara a las milicias porteñas encabezadas por el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor. Roca, con el apoyo de la Liga de Gobernadores y el Partido Autonomista Nacional, logró imponerse en el partido electoral, accionar que Tejedor no aceptó y que luego de violentos y sangrientos enfrentamientos, desencadenaron en su renuncia. En noviembre de 1880, la nueva legislatura provincial (que se forma luego de que las tropas de Roca disolvieran la anterior), cede las tierras de la futura Capital Federal. Luego de diez días, una ley nacional dispone la capitalización de Buenos Aires.
Es en la presidencia de Roca donde se acuerdan los pactos sobre limitación de territorios con Chile y Brasil.
Tras la derrota del cuerpo militar bonaerense, Roca prohibió a las autoridades provinciales la formación de cuerpos militares (lo cual ocasionó que el ejército nacional fuera la única fuerza armada del país) y en su segunda presidencia, instauró el servicio militar obligatorio y la
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