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PRIMER GOBIERNO DE YRIGOYEN 1916-1922

mruberto2745815 de Noviembre de 2012

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Primer Gobierno de Yrigoyen (1916-1922)

La personalidad del Presidente Irigoyen, siempre causó gran fascinación; aunque sus métodos que le producían desagrado y envidia por su viveza, a un grupo de sus opositores que dejaban reflejar una actitud que no era de mera sospecha, por la manera en que Irigoyen se defendía y manejaba. Aún después de ocupar su puesto como Presidente, se negaba a pronunciar discursos públicos, incluso se abandonó la costumbre de que el Presidente dirigiera el mensaje de apertura de las sesiones legislativas. Parecía dedicar la mayor parte de tiempo en confabulaciones con sus colaboradores del partido. Sus presentaciones en público eran muy escasas.

En cuanto a su vida personal, nunca contrajo matrimonio, pero dejó por lo menos una docena de hijos, que tuvo con distintas señoras. Es raro encontrar fotos suyas anterior a 1916, a raíz de la muerte de su hermano, la presa pudo tomarle fotos, que revelaban su gran estatura, porque su rostro estaba casi cubierto pos su sombrero. Se sospechaba que se trataba de una pequeña trama armada para explotar la curiosidad del pueblo. Cuando descubrió la importancia electoral de los medios de comunicación, en 1919 su retrato apareció en carteles pegados de un a otro extremo del país.

EN LO POLITICO:

El Radicalismo mantiene sus rasgos más conservadores, la mayoría de sus nuevos gobernantes y en particular Irigoyen, eran marcadamente clérigos, muchos de los cuales habían sido francmasones.

En 1916 los radicales apenas si obtuvieron algo más, que el cargo de presidente de la República. Tenían minoría en el Congreso, por lo tanto los conservadores seguían manteniendo su predominio en materia legislativa.

Sus medidas de gobierno, estaban condicionadas por su relación con la élite. Tenía como mandato lograr, primero asegurar los intereses económicos de los grupos terratenientes y segundo debía construir una nueva relación con los sectores urbanos, proponiendo de que los grupos de clase media tendrían en su gobierno, un acceso a cargos oficiales.

El advenimiento del gobierno radical, marcó un cambio revolucionario en la política argentina.

Se volvió un convencionalismo aceptado por los mismos radicales, que realizaron acciones con extensos himnos y aplausos a su líder. Los ataques más irónicos de la oposición eran para Irigoyen (lo llamaba todo el mundo “El Peludo).

En todos los planos de la política, introdujo nuevas pautas y entre los políticos y el electorado. Si se exceptúan algunas zonas del país, que vivían en una economía de subsistencia, en todo el resto la actividad electoral dejó de ser una cuestión de simple soborno e evolucionó hasta convertirse en un problema de organización de masas. Es de destacar la evolución que se produjo en el arte de la propaganda política, surgiendo un nuevo periodismo popular.

El radicalismo siguió siendo un partido híbrido, las distintas regiones y clases, que llevaba en su seno, y que no había logrado eliminar, le impidieron cobrar la forma de “orgánica”. En muchos aspectos siguió siendo el heredero de los partidos “personalistas” del pasado, compartiendo muchas de las características autoritarias de los gobiernos oligárquicos.

En 1916, la inflación sobre los consumidores urbanos, llevaron al gobierno radical a un posición sumamente difícil. Su propósito era poner fin a las tensiones políticas entre la élite y los sectores urbanos y consolidar su posición en el electorado, momento en que los intereses de ambos eran opuestos. El gobierno no podía evitar que los terratenientes sacaran provecho del auge generado por la guerra., por otro lado necesitaba amortiguar los efectos de la inflación, porque corría riesgo de perder los vínculos que había establecido con os grupos urbanos, lo cual dejaría vía libre a competidores, como el P.Socialista.

Se produce la readopción de mecanismos tradicionales, entre 1918 y 1919 se hizo notoria la apelación del gobierno a técnicas de patronazgo político y sus consecuencias a largo plazo sobre el gasto público pasaron a ser, el rasgo fundamental de las relaciones ente la clase media urbana y la élite conservadora. El uso de cargos públicos con fines políticos, se convirtió en el nexo principal de la clase media. Los cargos a disposición de los caudillos de barrio de los comités eran el nexo entre el electorado y el gobierno y permitió a Yrigoyen, consolidar su popularidad. A medida que el sistema de patronazgo se fue afianzando, éstos empezaron a figurar en los puestos más altos de la burocracia y a competir para los cargos electivos con los líderes tradicionales del partido.

Cuando hablamos del sistema de patronazgo, debimos decir que su desarrollo fue tardío, porque en su campaña si bien pocos le creyeron, y menos las clases medias urbanas, los radicales afirmaban que una vez en el poder acabarían con el sistema de favoritismos oficiales.

En 1922 la UCR se convirtió en la mayor asociación civil del país, en Capital Federal solamente sus afiliados no bajaban de 50.000. El control de los comités siguió siendo fundamental durante toda la década de 1920 y pasó a dominar la relación entre la clase media profesional y los grupos de la élite hasta 1930.

El conflicto de Yrigoyen con el ala derecha, cobró significación en términos de la distribucióhn regional del poder dentro del partido, y del vínculo del gobierno con distintos grupos regionales. Si ya antes de 1916, se habían hecho patentes las tensiones interregionales, en especial con Santa Fe y Entre Ríos, después de este año, se intensificaron. Con posterioridad a 1919 el conflicto se agudizó.

Después de 1919 se recurrió con frecuencia a la antigua práctica de la intervención federal, mediante el cual el gobierno central asumió el control directo de una provincia para corregir los abusos locales de poder. El efecto a largo plazo de este sistema de control unitario indirecto por parte del gobierno nacional fue la aceleración del proceso de centralización del poder y la riqueza en Buenos Aires, que era consecuencia parcialmente de laampliación del derecho al sufragio en 1912.

Como respuesta a estos procedimientos y a las intervenciones federales, que imponían regímenes clientelísticos corruptos, surge en 1922, en algunas provincias una fuerte tradición “antiyrigoyenista”.

La más notoria innovación de los radicales fue su intento, no sólo de incluir en su proyecto de integración política a los grupos de clase media sino de establecer una nueva relación entre el Estado y la clase obrera urbana.

Antes de 1916 los radicales, no prestaron mucha atención al problema obrero. La principal fuente de fricción entre la élite y el gobierno radical antes de 1922 tuvo su origen en otro ámbito. La antipatía de clase fue uno de los rasgos sobresalientes de la doctrina e ideología de la UCR, que perduró luego de 1916. Otros de los rasgos destacados en esta época, fue su actitud reaccionaria, contra todo lo que tuviera apariencia de “socialismo”, su antipatía por el PS de Juan B. Justo era en muchos aspectos más marcada que la de la oligarquía.

Pese al carácter pluriclasista y coalicional de la UCR, no había motivos para que el gobierno se preocupara por la clase obrera, de la forma en que lo hizo. Las elecciones de 1916, sugirieron que el electorado de clase obrera era impermeable al estilo de la beneficiencia de comité adoptado por los radicales y que dicho estilo se amoldaba mejor a los grupos de clase media, entre los cuales había un grado más alto de atomización social.

El gobierno, se embarcó en un proyecto tendiente a establecer estrechos vínculos con el movimiento sindical, primero porque era el único baluarte que quedaba contra el influjo del Partido Socialista, entre los obreros, segundo, como institución de clase gozaban ante los propios obreros de cierta jerarquía y legitimidad, era el nexo sustitutivo ideal para entablar contacto con los obreros y tercero y esto es lo más importante, el movimiento sindical estaba experimentando grandes cambios.

En cuanto a la política laboral del gobierno radical, podemos decir que el gobierno no se puso indiscriminadamente del lado de los obreros, sino que tendió a hacerlo cuando dicha acción prometía acarrearle beneficios políticos, por lo general en términos de votos.

El contacto con los trabajadores se establecía casi exclusivamente durante las huelgas. Estas fueron sobre todo, consecuencia de los efectos de la inflación sobre los salarios reales durante la guerra y la posguerra inmediata. Otra característica importante de las huelgas, es que afectaron principalmente los sectores de la economía controlados por el capital extranjero, con especial incidencia en aquellas áreas que dependían de una oferta irregular y onerosa de materias primas y combustibles importados. Por su frecuencia y cantidad de obreros que participaron de ellas, las huelgas de 1917 a 1919 guardan correspondencia con las producidas en el apogeo del período anarquista, en la década anterior.

En muchos sentidos la política laboral del gobierno radical, puede sintetizarse en esta decisión: utilizar a la policía o a las tropas del ejército a favor o en contra de los huelguistas. Otro elemento vital de la mencionada política fue que se otorgó a los sindicatos un acceso y comunicación preferencial con los agentes decisorios centrales del gobierno, tanto sea Yrigoyen o sus ministros, para hacer sus reclamos.

Yrigoyen, pensaba que un sistema abierto de comunicación entre los obreros y el Estado podría llevar a lograr la “justicia distributiva” y la asimilación integración política de los trabajadores, esto significaría el de un aislamiento

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